No te quiero cerca.

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Somos uno en el mismo, oh tú te llevas todo el dolor lejos, lejos, lejos...

PDV- Mérida

Hiccup me dejó frente a mi casa, y tan pronto como le entregué su casco, él se lo puso y se marchó.

Creo que ni si quiera alcanzó a darme las gracias.

Entré a casa con mi propia llave, para encontrarme a M.K horneando lo que parecían panqueques junto a mamá.

Algo que yo jamás haría.

Ambas me vieron entrar, M.K me sonrió y apunto de decirme algo, mamá habló.

-¿No estabas en tu habitación?- me preguntó.

Oh, vaya. Ni siquiera notó la ausencia de su hija durante cinco horas.

-Mamá, te dije que estaría estudiando en casa de alguien más.- dijo M.K algo molesta a mamá y vino hacia mí. -Mérida, al parecer...

-Mérida, ¿estás loca?- mamá alzó la voz. -Ultimamente ha habido mucho robos por esta área, y tú te la pasas en la calle.

¿Mamá estaba preocupada por mi?

-No me sorprendería el que tú fueses la ladrona.- agregó para seguir con lo que estaba haciendo.

-¡Mamá! -gritó M.K enojada.

Claro, sólo en mis sueños más locos mamá estaría preocupada por mi. La vergüenza de la familia.

Sin ganas de discutir subí a mi habitación para encerrarme y terminar mis deberes.

Me saqué el uniforme para ponerme un short y una blusa más cómodos y así descansar, a la vez que soltaba mi cabello y lo alborotaba para dejar a los rizos libres.

Dormí por lo que parecieron sólo treinta minutos ya que el sonido de alguien tocando a mi puerta me despertó.

Mire hacia la ventana y ya había oscurecido, busqué mi celular para ver la hora pero no lo encontré.

Me puse de pie para abrir la puerta.

Mis ojos se abrieron lo suficiente como para olvidar que había estado durmiendo, quise cerrarle la puerta en la cara pero de todos modos él seguiría estando dentro de mi casa.

-¿Qué estás haciendo aquí? -pregunté horrorizada.

Hiccup sacó mi celular del bolsillo de su pantalón.

-Dejaste esto en mi casa. Mi hermana dijo que lo habías dejado en el sofá.

-¿Y tuviste que esperar casi tres horas para devolvermelo?- pregunté molesta arrebatándole mi teléfono.

-Perdón, es que hace a penas unos minutos llegué a mi casa.

No quise preguntarle a dónde había ido después de dejarme aquí, porque la verdad no me importaba en lo absoluto su vida ni qué hiciera con ella.

-¿Quién te dejó pasar?- le pregunté.

-Tu hermana, al parecer sólo están ustedes dos en casa.

-¿Planeabas conocer a mis padres o algo así?

Lo quería fuera de mi casa, inmediatamente. La única persona del exterior que tenía permitido entrar a casa era Honey Lemon. Y ni si quiera ella había llegado tan lejos como para estar frente a la puerta de mi habitación.

-Oye, yo sólo vine a devolverte tu celular.

-¡Pues ya vete!

Lo empujé hasta las escaleras. No tuve que bajarlo por la fuerza, ya que él bajó a toda velocidad por los escalones mientras le seguía.

Crack [Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora