Haddock.

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Llevame alto y cantaré. Oh tu haces que todo esté bien, bien, bien...

PDV- Mérida

Al terminar la última clase, guardé todas mis cosas a una velocidad inimaginable. Siempre me tomaba mi tiempo, nunca llevo prisa para salir de la escuela e ir a casa pero esta vez sentía que debía huir de aquí.

La razón, un mensaje de mi ex-novio Mordú.

Iré a buscarte hoy después de clases.

M.K y Honey sabían que tenía planes para después de clases y esos planes eran comenzar la tutoría con el alumno reprobado.

Quien ya se había marchado del aula.

Tomé mi mochila y salí corriendo por los pasillos hasta llegar al estacionamiento. Busqué con la mirada a Hiccup, quien caminaba tranquilamente alejandose poco a poco.

Tomé la correa de mi mochilla sobre mi hombro con fuerza para correr más cómodamente y alcanzarlo.

Nunca corría, y mucho menos con el uniforme, ni con la mochila sobre la espalda. Mi cabello recogido comenzó a moverse y un rizo cayó sobre mi frente, con la mano lo pasé hacia atrás ya una vez que estuve a sólo centímetros de Hiccup.

Él pareció escuchar mis pies golpear el suelo con fuerza al acercarme corriendo, ya que se dió la vuelta para mirarme confundido.

Yo me detuve al fin, para apoyar mis manos sobre mis rodillas y tomar aire. ¡Nunca vuelvo a correr así!

-¿Me necesitas?- preguntó el muy idiota.

Yo alcé la cabeza y lo mire molesta.

-Te recuerdo... Que tenemos... Que estudiar.- dije entrecortadamente.

Hiccup miró hacia otro lado, evitandome por completo. La expresión en su rostro decía claramente un no quiero y mi mente decía un yo tampoco, pero tengo que.

-De acuerdo.- dijo él y me miró de nuevo.

Yo ya me sentía menos cansada, acomodé mi mochila y volví a pasar el rizo que estaba en mi frente hacia atrás y lo enterré bajo mi cabello.

Estabamos de pie en medio del estacionamiento, y nadie nos prestaba atención. Sólo eramos dos más entre muchos. Entonces lo vi.

Detrás de Hiccup a unos diez metros mirando a todos lados buscándome estaba Mordú. Era más o menos igual de alto que Hiccup, pero su complexión física era más angosta y su cabello negro era lacio y largo. Mucho mayor que yo y decidió arriesgarse a venir a una escuela a buscarme, pudiendo ser arrestado.

Tomé sin pensar a Hiccup del brazo y él me miró confundido.

-Vamonos ya.- dije apurada.

-Claro, ¿En tu casa o en la mía?- me preguntó.

Mierda. No había pensado en eso.

No quería llevarlo a mi casa, aunque estuviese sola. Pero tampoco quería ir a la suya. No quería formar ningún lazo con él.

No quería un amigo.

No quería ser cercana a nadie de aquí, y la única relación que tendría con este reprobado sería la de una tutora y su compañero.

-Donde sea, vamonos.

Hiccup me rodeó con su brazo abrazando mis hombros y yo me estremecí ante ese tacto. Pero no dije nada.

Me llevó caminando a su lado hasta llegar frente a una motocicleta. Yo me quedé ahí de pie mirando y él se acercó a tomar su casco, sólo había uno.

Crack [Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora