Guerra de Niñeros

Capítulo 7. Por un Helado

—Buenas noticias chicos—dije entrando a la sala—hablé con la señora Lexington y ha decidido darles una nueva oportunidad—sonreí.

—¿Darles?—preguntó Louis sin despegar su mirada del videojuego que juega con Zayn—¿qué hay contigo?

—Yo no iré, no se me da muy bien eso de ser civilizada.

Zayn y Louis me miraron al mismo tiempo.

—Escuchen, hago esto para que se comporten mejor, deben de madurar en algún momento. Lo hago por su bien y por su bien me refiero a que lo hago para demostrarle al imbécil de Chase que nadie me dice cómo hacer mi trabajo.

—Eres tan encantadora—dijo Louis sarcástico.

—Pero si estás haciendo esto por Chase...entonces le estás haciendo caso en cómo debes de hacer tu trabajo—razonó Zayn.

—Claro, pero cuando te pregunto cuánto es 2 más 2 no me respondes—dije cruzándome de brazos.

—Seis—respondió—¿feliz?

—¿A qué edad dejaste la escuela?—pregunté incrédula.

—¡TRAMPOSO!—gritó Louis lanzándole el control a Zayn que en vez de golpearlo a él golpeó a Liam.

—¡Tramposa mi polla!—gritó de vuelta.

—¡Pues ninguna!—salió corriendo Louis seguido por un negro resentido.

—Pedazos de incompetentes, nunca pensé que este trabajo fuera hacer tan...—me callé cuando sentí un dolor. Pero no cualquier dolor, uno horrible, uno que te dan ganas de llorar, uno que es la pesadilla de toda mujer.

En los ovarios.

Salí corriendo a toda velocidad a la cocina buscando el calendario que se supone que esté colgado en la pared y no que se lo esté comiendo un toro negro. Volví a la sala de estar donde mi teléfono mágicamente había desaparecido al igual que Liam y sentí como el dolor crecía. Subí las escaleras y vi a Harry de espaldas.

—¡HARRY!—grité. El ruloso se giró sorprendido y salté sobre él.

—¿Qué te pasa?—preguntó—aunque esta posición no me incomoda para nada pero...¿qué te pasa?

—¿Qué día es hoy?—pregunté desesperada. Moriré si no me dice.

—Ummm...jueves—respondió pensativo—jueves de sexo—levantó sus cejas coqueto.

—¡Día! ¡Qué día es hoy! ¡Número!—pedí haciendo una mueca.

—13, jueves 13 ¿que tienes? Me asustas.

—Al parecer Andrés me hará una pequeña visita—dije como si fuera la cosa más espantosa del mundo. Lo cual es.

—¿Andrés?—frunció el ceño—¿quién es Andrés y porque jamás había escuchado su nombre?—preguntó molesto—ahora mismo me dirás quién es el puto Andrés y que tiene que ver contigo.

Reí.

—Eres un tonto—él me miró a los ojos.

—Pero soy tu tonto—levantó su cabeza plantando un beso en mis labios.

—¡Consigan un cuarto!—gritó Louis. Me separé al instante y él como Zayn nos observaban.

—Las películas porno no están permitidas en esta casa—bromeó Zayn.