Capítulo 27. Está Bien

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—Dame una buena razón por la cual no debería cerrarte la puerta en la cara—dije cruzada de brazos.

—Lauren no me habla—dijo Chase—Y debo de imaginar que Niall tampoco lo hace contigo.

—Para nada, estamos perfectamente bien—mentí con una sonrisa.—Hablamos mucho más que antes.

—Oye Cora—me llamó Harry y yo me giré—Olvidé decirte, Niall tomó tu bolso favorito y se lo dio a Martín de cena, tendrás que esperar un par de semanas para recuperarlo.

—¿¡MI BOLSO!?—exclamé histérica—¿¡Porque hizo eso!?—pregunté mirándolo.

—Ummm, algo de "o era tu cabeza o era tu bolso"—dijo encogiéndose de hombros.

—¡HARRY! ¡LA BESTIA A DESPERTADO!—gritó Louis y sabía que se refería a Freddie. Harry puso los ojos en blanco.

—Debería de ir, no creo que sobreviva mucho sin mi—me dio un fugaz beso en la mejilla antes de salir corriendo a las escaleras.

Me giré y vi a Chase con una media sonrisa.

—¿Decías?—preguntó sonriente.

—Está bien, ¿qué tienes en mente?—pregunté resignada ante él.

—¿No me invitarás a pasar?—me miró indignado—Hace frío.

—No quiero que tú idiotez se le pegue a los chicos—dije con una sonrisa recordando las palabras que él alguna vez había dicho.

—Cora, no seas tonta, ellos ya eran idiotas mucho antes de haberme conocido.

Me quedé en silencio por un momento.

—De acuerdo, pasa—me hice a un lado dejando un espacio para que Chase entrara a la casa.—Ahora habla, ¿qué propones?—me giré para verlo mientras que lo guiaba a la sala de estar.

—Si me siento ¿no encontraré una sorpresa como la otra vez verdad?—me miró con inseguridad en su rostro.

—No lo sé, solo hay una forma de averiguarlo—le sonreí con inocencia.

—Son mis pantalones favoritos, espero no tenerlos manchados para cuando me levante—comenzó a descender con cautela, como si el sillón se lo fuera a comer en cualquier momento si ponía su trasero sobre él.

—Ya siéntate—lo empujé haciendo que cayera sobre el sofá. Él me miró indignado pero yo solo lo ignoré.—Habla—me senté en el otro sofá que quedaba frente al de donde Chase se había sentado.

Chase se quedó unos segundos en silencio y luego lamió su labio inferior. Fruncí el ceño. Ese gesto, sé que lo había visto antes.

—Lauren me pidió como condición que arreglara una cita para ella y Martín—soltó al cabo de un tiempo.

—¿Una cita para dos canguros? ¿Acaso está loca?—pregunté—Eso es ridículo.

—Estoy consciente que es ridículo ¿crees que no lo sabía?—preguntó—Pero seamos honestos, Niall está en la misma posición que Lauren y si no accedemos a su propuesta no serán los mismos nunca más.

No respondí al instante. Sabía que Chase tenía toda la razón, pero era demasiada orgullosa como para admitirlo. Acomodé un mechón que se había escapado de mi despeinada coleta improvisada antes de hablar.

—Está bien, como sea—choqué ambas palmas de mis manos contra mis muslos y las moví de arriba a abajo—Si, de acuerdo—volví a asentir.

Ambos nos quedamos en silencio por un momento hasta que Chase carraspeó.

Guerra de NiñerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora