Guerra de Niñeros

Capítilo 49. Mejores Amigos

Chase

—¡Esto es inaudito!—gritó la castaña comenzando a caminar lejos de mi.

—Cora, espera—pedí siguiéndola.

—¿Porque me persigues? ¿Acaso tengo un imán en el culo para que te me pegues tanto?—preguntó con brusquedad.

—¿A dónde vas?—pregunté evadiendo su absurda pregunta.

—A reclamarle a mi madre, a eso voy—dijo echa una furia.

—Maldición Cora, no puedes hacer eso.—dije realmente preocupado. Sé que Cora es una desquiciada de mierda y hará todo lo posible por sabotear la boda de nuestros padres.

—¿Y quién va a detenerme? ¿Tú?—preguntó con sarcasmo.

Miré a mi alrededor desesperado cuando vi la puerta del armario. Sé que esto es una misión suicida pero no tengo de otra. Tomé la mano de la castaña la cual abrió su boca para reprochar pero antes de que pudiera hacerlo la metí dentro del cuarto al igual que a mí.

—¿¡Qué demonios te pasa Walker!?—exclamó viendo como cerraba la puerta con llave y me interponía entre ella y Cora.

—Me escucharás y dejarás que te explique todo de una buena vez—dije respirando pesadamente ya que padezco de claustrofobia y el estar aquí en una habitación tan pequeña me pone realmente mal.

—No eres nadie para darme órdenes, ahora muévete o usaré la fuerza bruta.—amenazó acercándose a mi.

—Ya eres bruta de naturaleza—le dije y ella abrió su boca para responder pero luego la cerró.

Sonreí con soberbia.

—¿Qué quieres?—preguntó cruzándose de brazos sentándose en el suelo. Yo hice lo mismo pero en el lado opuesto a ella.

—Contarte la verdad—dije con simpleza. Cora me miró confundida pero no dijo nada, solo me dejó hablar.—Aunque no lo creas, tú y yo éramos mejores amigos.

—Si claro—bufó con sarcasmo.—No recuerdo ser amiga de una persona tan detestable.

—Pero yo sí lo recuerdo, y si por primera vez en tu vida te quedaras callada y escucharas a las demás personas sabrías que no estoy mintiendo.—reproché con severidad. La castaña frunció el ceño y apretó sus labios en una línea fina. Solté un suspiro y continué.—Fue hace muchos años atrás, cuando tú madre todavía no te había enviado al instituto en Europa. Mi papá y tu mamá acababan de hacerse socios, y como ambos son padres solteros siempre tenían que andar con sus hijos. Tú y yo éramos muy buenos amigos, lo recuerdo muy bien.—Sonreí con nostalgia ante los recuerdos de nuestra infancia.

Todo era tan perfecto y tan dulce en esos tiempos.

12 años atrás

Estaba emocionado, muy emocionado. Le había hablado a Cora sobre la linda chica que había conocido en el parque y ella vendría a jugar con nosotros hoy. Le gustan las muñecas y los ponys, a Cora no, le gusta usar vestidos y lazos en el cabello, a Cora no, le gusta usar zapatillas cerradas y de colores pasteles, a Cora no. No son tan iguales, pero son niñas, las niñas se supone que se lleven bien siempre.

—Hoy vendrá Janet—dije sonriéndole a la castaña la cual jugaba con mi carrito color azul.

—Que bien—respondió Cora haciendo los ruidos que hacen los autos.—Brum, Brum, ¡cuidado vas a chocar! ¡Ahhhh!

—¿Te llevarás bien con ella?—le pregunté mirándola con atención.

—Lo que digas Chase—dijo sin prestarme mucha atención.—¡Bip, Bip!