-Vamos a ver a Ignacio- le dijo Noah a Aura ayudándola a levantarse.
Amos caminaron detrás de la enfermera hasta llegar a un ventanal que dejaba a la vista una habitación repleta de pequeñas cápsulas donde había un centenar de bebés.
-No pueden tocar al niño, dentro de unas semanas ya podrán alzarlo, pero por el momento es mejor prevenir posibles contagios de enfermedades mediante el tacto- dijo la enfermera que había puesto su mano en el hombro de Aura para tratar tranquilizarla.
-De acuerdo- Aura suspiró y se acercó a la ventana tratando de localizar la incubadora donde yacía el pequeño y débil Nacho- mirá, sus ojitos todavía están cerrados- susurró y acercó su rostro aún más a la placa transparente que la separaba de su niño.
-Es tan lindo- dijo en voz baja Noah y pasó su brazo por sobre los hombros de Aura, besó su cabello y la separó discretamente un poco de la incubadora.
-No veo la hora de tenerlo en brazos.
-Dentro de poco podrá tenerlo entre sus brazos, señora. Ahora lo mejor es que se recueste en la camilla y que descanse- le sonrió amablemente la enfermera y Aura asintió poco convencida.
Los tres volvieron a la habitación y Aura se recostó pidiéndole a la enfermera un poco de agua.
-Es tan hermoso- susurró Aura cruzando sus brazos sobre su pecho- es nuestro hermoso hijito, no me cansaré de decirlo.
Noah rió y se sentó en una de las sillas más cercanas a la camilla.
-Creo que deberíamos dejar pasar a Dixon y a tus padres, después de todo, nuestras ansias de ver a Ignacio evitaron que ellos pudieran cerciorarse de que estés bien.
-De acuerdo- Noah salió de la habitación y casi al instante volvió junto con George, Solange y Dixon.
-¡Mi niña! ¿Cómo te sentís? ¿Tenés dolor? ¿Cómo está mi nieto? ¿Pudieron verlo?- Sol la atiborró con preguntas.
-Sí, mamá. Estoy bien, no tengo dolor- mintió, ella estaba algo adolorida, pero consideraba que no era algo que mereciera atención- Ignacio está bien, supongo que dentro de un rato me dejarán alimentarlo.
-¡Gracias a Dios!- exclamó la madre de Aura y corrió a abrazarla con fuerza- ¡Ese pequeño revoltoso! Estaba ansioso por nacer y por ser un hombrecito.
-Seguiré recalcando que será jugador de fútbol- rió Dixon junto a Noah.
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Hola! Bye! XD okno. Tengo mucho para estudiar así que subo temprano :3
Nos leemos mañana!!! :*

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Ignacio
ChickLitSer espectador muchas veces es algo hermoso, porque se puede apreciar la escena. Sus primeras y calmas respiraciones, su primera sonrisa deslumbrante, sus primeras risas melodiosas, su primer macana, su primera palabra pronunciada con suma ternura...