Ignacio

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-¡Mamá!- gritó Ignacio y se levantó de su cama- ¿Mami?- cuando vio a su madre preparando el desayuno se le acercó por detrás y le preguntó:- Mami, ¿dónde está mi muñeco?

-¿Llevarás tu muñeco a la escuela?

-Sí, mami.

Aura no muy convencida sacó de un cajón el destartalado muñeco con forma de calabaza y se lo dio.

-El Señor Naranjo me va a ayudar a hacer amigos nuevos- dijo Ignacio y se sentó en una de las sillas.

Ignacio estaba nervioso por su primer día en la escuela primaria. Tuvo que cambiarse de escuela porque la anterior tuvo que cerrar. Es decir que en esta nueva escuela no tendría ningún amigo, no conocería a nadie y no sabría ni siquiera donde quedaba el baño.

Le aterraba la idea de no hacer amigos ese primer día.

-El Señor Naranjo es muy viejo para ir a la primaria- le dice Aura y ve a Noah entrar a la cocina con las llaves del auto en la mano- ¿Lo llevas vos?

-Sí, no te preocupes, amor- le sonríe Noah y le da un beso en los labios.

-Papi, ¿el Señor Naranjo es viejo para ir a la primaria?

-Sí, Nachito- le dice y agarra al peluche entre sus manos- está todo arrugado- dice haciendo referencia a la tela arrugada- está viejo.

-Pero se va a quedar siempre ¿no?

-Sí, mi vidita- Aura le guiñó un ojo y puso sobre la mesa una taza con chocolatada y otras dos con café con leche- ahora comé, que al Señor Naranjo no le va a gustar que llegues tarde al colegio.

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¡Feliz día del padre! Yay!