Cartas bonitas para la chica bonita

DÉCIMA NOTA

Un viernes normal, con un finde por delante aburrido como todos. Entré a clase como siempre y esperé a que llegara el recreo.

¡Marta! -escuché detrás mia. -Espérame. -dijo Sandra.
-Vale.

La esperé y entremos juntas.

-Ya viernes eh Martita. Creía que nunca llegaría.
-Para ti, para mi se me a pasado rápido.
-El finde si pasa rápido.
-La verdad si, pero me da igual como nunca hago nada.
-Entonces, ¿vamos a ir a ver la peli?
-Este finde no ahi ninguna chula, mejor el que viene.
-Vale. Olle, te veo inquieta, ¿qué te pasa? Pareces nerviosa.
-Nada.
-Lo de Austin, ¿verdad?
-Si.
-Ves es que eres un libro abierto para mi.
-Aparte de que era obvio.
-Yaya tu siempre quitando mérito.
-Es la verdad.
-Bueno si, no le des más vueltas a eso.
-Vaale.

(...)

-Uff que nervios -dije abriendo la puerta del patio.
-Pues si.
-¿Qué pasará?
-Pues no se.
-Fff.
-Lo mejor es relajarse y ya está.
-Mejor.

Nos comimos el bocadillo y está casi por terminar el recreo cuando Alberto aparece.

-Hola chicas.
-Hola -dijimos las dos al unísono.
-Que, ¿a pasado algo con Austin?

-Emm... pues si -dijo llorando y el labio sangrando. -Ha venido y me a dicho quien avisa no es traidor, me pegó una paliza y se fue en su unicornio volando con el viento en su cara y con la melena al viento.

-¡MARTA! -dijo Sandra sacudiéndome.
-¡¿Qué?! -dije alarmada.
-En que pensabas, te has quedado embobada.
-En nada en nada.
-Bueno sigo contando lo que a pasado con Austin. Hoy a venido y me a dicho que te dejara en paz, que no intentara alejar de el y le dije que yo me junto contigo porque quiero y hago lo que yo quiera no lo que un mocoso me dijera, después me empujó y casi me caigo, entonces ya me arté y le empujé yo también calló encima del banco por suerte vino hacia a mi a pegarme pero me adelanté y bueno ya lo veréis solo espero que no diga nada porque si no ya está avisado.
-Que has echo ¡qué! -dije enfadada.

Salí corriendo hacia la clase, también porque estaba sonando el timbre y escuche detras mia ¡Marta espera! era la voz de Alberto. Ya era tarde ya entré a clase. No pude avanzar me quedé de piedra. Sandra entró corriendo y asfixiada y me dijo

-¡Pero a ti qué te...! -dijo callandose cuando vio a Austin. -Dios.
-Tu hermano se a pasado un pelin. No era para tanto, no tendria que averle roto la nariz.
-Hala no exageres, solo le sangra y punto, pero si, se a pasado un poco. Mira otra carta, pobre.
-Voy a leerla.

Hola Marta, ya 10 cartas guau. Espero que la disfrutes, supongo, porque yo no mucho. Solo quiero que sepas que te adoro siempre te querré, que lo sepas linda :)
Te piensa el chico invisible.

-Pobre, que pena me da -dije con lágrimas en los ojos.
-Pues si -dijo también con lágrimas en los ojos.
-¿Me das un abrazo?
-Siempre.

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Oh oh, Alberto la a liado bastante.

¿Qué pasara con Austin? ¿Y con Marta?

Gracias por leer ésta historia.