Cartas bonitas para la chica bonita

SAN VALENTIN DE AMIGAS (parte dos)

-¡¡AHH!! -gritemos Sandra y yo al unísono cuando Alberto nos despertó con una jarra de agua fría en la cara.
-¿¡Pero a ti qué te pasa!? -dije secándose la cara con las manos.
-Ya es hora de levantarse -dijo a carcajadas.
-¡Son las 9 de la mañana querido hermano!
-Yo te mato. Me voy a resfriar por tu culpa.
-Que exagerada eres.
-Vamos a secarnos anda.

Fuimos al baño, Sandra enchufó el secador y unos fuimos secando el pelo y la cara, Alberto mientras se reía sin parar.

-Chicas, no soy tan malo os e preparado el desayuno, esta abajo en el salón.
-A saber lo que nos a preparado.
-Bueno si no queréis los churros con chocolate me los como yo.
-No no no. Vamos Sandra, deprisa.
-Voy.

Bajemos corriendo como locas a por el desayuno tan rico que Alberto nos preparó. Nos sentemos y empecemos a comer.

-Mmm... ¡Qué ricos!
-¡Pues si!
-Muchas gracias Alberto -dije un poco vergonzosa.
-Ya no me quieres matar, ¿verdad?
-No, ya no -dije riendo.

Terminemos de desayunar y ya que hacía un poco de sol salimos al jardín, nos sentemos en el césped y empecemos a hablar.

-¡Casi se me olvida!
-¿El qué?
-Has perdido la apuesta.
-¿Qué... qué apuesta? -dijo Sandra haciéndose la loca.
-La que has perdido, haber cual era la sorpresa más chula.
-Bueno la mía no la has visto.
-Pues damela.
-Hasta esta tarde no.
-Y aparte no creo que sea mejor que la de él.
-Pero yo le ayude.
-¿A qué?
-A llevarte allí.
-¡Sin tu ayuda no se hubiera podido hacer la sorpresa! -dije sarcástica.
-Ves.
-Ni que me fuera a perder. La que te pierdes antes eres tu.
-Pero le ayude.
-Que si que si, lo que tu digas. Y, ¿qué sorpresa me vas a dar?
-Ahh. Tienes que esperar a esta tarde.
-Joo, y no me lo puedes dar por adelantado -dije haciendo una mueca.
-No.
-Puff, vale. ¿Y ahora, qué hacemos?
-Ya es San Valentin y para esta tarde tengo unas pelis de amor para llorar juntas -dijo un poco riendo.
-Me parece bien, pero ahora qué.
-Ahora...
-Quieres ver al hamster como se baña -dijo Alberto dirigiéndose a nosotras con dientecillos en la mano.
-¡Si!

Vamos dentro corriendo y Sandra saca un cacharrito como con arena dentro.

-¿El solo se baña?
-Si. Parece que se está rebosando.
-¡Mira! Que mono -dije a carcajadas al ver lo que hacía.

Nos pasemos un rato con el hamster y otro rato hablando.
Ya era la hora de comer.

-¿Qué vamos a comer?
-Creo que espaguetis.
-Genial, me encantan.

Nos sentemos todos a comer.

-Marta, ¿te gustan los espaguetis? -preguntó la madre.
-Si, están muy ricos -dije con una sonrisa.
-Me alegro.
-¿Y te lo estás pasando bien? -dijo el padre.
-Me lo estoy pasando genial.

Terminemos de comer y subimos arriba.

-Me vas a dar ya el regalito.
-Espera un poco más pesada.
-Dámelo ya, porfa porfa porfa.
-Vaaale.
-Biieen -dije con voz de niña chica.
-Cierra los ojos.
-Vale -dije cerrando los ojos.
-Abrelos a la de una, a la de dos y... ya. Se que te gusta mucho esa peli y también se que te gusta leer, así que te e comprado el libro de 'Bajo la misma estrella'.
-¡Qué guay! -dije abrazándola.
-Sabía que te gustaría. Aún que halla perdido la apuesta.
-Ya, pero me a gustado mucho.
-Bueno, ahora después quieres que hagamos palomitas y nos pongamos unas super pelis verdad.
-Sii, palomitas.

Estuvimos echándole un vistazo a mi libro nuevo y hablando un para que hiciéramos un poco la digestión para después las palomitas.

-¿Qué peli quieres ver primero?
-¿Cuáles has elegido?
-De amor y amistad. El club de los incomprendidos, 3 metros sobre el cielo,...
-La primera que has dicho.
-Vale.