Después de la tormenta, viene la calma.Bueno, entonces, después de la calma, ¿comienza una nueva tormenta?
Era algo que estaba a punto de comprobar.
Luego de un calmado período de dos largos meses de supuestas vacaciones, llenas de emociones, fiestas, golpes, triunfos, hip hop y otras cosas; allí estaba nuevamente, sentada en una de las incómodas sillas de la universidad, en la clase de álgebra tres. Soy bastante buena en matemáticas, me emocionaba el hecho de poder sacar los resultados sin necesidad de trazar una sola línea en mi cuaderno, a pesar de que el profesor me exigiera hacerlo en las pruebas. Normalmente entraba muy emocionada a la cátedra, pero a medida que el reloj avanzaba, mis neuronas se agotaban y mis mitocondrias comenzaban a dormirse. Quedaban pocos minutos para que se acabase esa estresante asignatura y poder salir a respirar un poco de aire fresco. El campus de mi universidad se caracterizaba por estar prácticamente en medio del campo, llena de árboles, grandes extensiones de terreno cubiertas de césped, uno que otro riachuelo corriendo por ahí, en fin; aire puro para mis fosas nasales. Anticipé el sonido del timbre y me levanté unos dos segundos antes de que éste tocara. Tomé mis libros y mi casco, y salí del salón para esperar a mis amigas.
- ¿Les cuento algo? – preguntó SunHi.- No entendí nada. - sonriendo como si estuviese orgullosa de eso. Pensé que iba a llegar con algún chisme, pero no.
- Buscaré un tutor para esta clase. De verdad que me pierdo en un simple pestañeo. – comenzamos a caminar hacia la cafetería.
- Por favor. No le veo lo complicado a matemáticas. Te dan todo para que llegues al final. La ecuación, las reglas, los signos, ¿qué más quieren? – pregunté extrañada.
- El resultado. – respondieron al unísono. Yo les miré con una ceja alzada sin poder creer su comodidad.
- Por cierto. Lindas botas, HaNi.
- Si, te ves más...alta. – se burló SunHi.
- Chistosa.- susurré.- Me las regaló Hyorin y me obligó a ponérmelas. Se levantó temprano y prácticamente eligió que ropa yo debía usar hoy. Como cuando yo estaba en secundaria, en mi emocionante y feliz primer día de clases, así de amistosa estaba ella por la mañana. – comenté con algo de burla. Al parecer mi hermana buscaba la manera de acercarse a mí, tratando de revivir viejos momentos de mi niñez, que, por muchos años, no pudo observar por sus estudios.- No me arrepiento de las botas, en realidad están muy bonitas. Son un lindo regalo de disculpa. – miré hacia mis pies viendo las hermosas botas de cuero negro con un taco de cinco centímetros. Eran cómodas, y combinaban con mi chaqueta y mi casco. Un buen estilo, sin duda.
- Lo son. – Comentó SunHi.- Y, además, con esa chaqueta de cuero, vistes correctamente para enfrentarte a lo que viene ahora. – Nos sentamos a una pequeña mesa en una esquina de la cafetería, dejando nuestros libros sobre ella y, mi casco, en el suelo.
- ¿Qué es lo que se nos viene, chica psicópata? – pregunté sin entender mucho lo anterior.
- Los chicos nuevos. – canturreó emocionada. – Ahora tenemos la clase de prevención, ¿no?
- ¿Y qué tiene que ver su ropa con esos muchachos? – Soyu, tan lenta como siempre.
- ¿En qué crees que se van a fijar ellos cuando entren al salón?, ¿en nuestros pensamientos? – contraatacó con otra pregunta. Bien jugado, pensé.
- Aun así, no me interesa hacerme amiga de esos chicos, ni siquiera conocerlos o saludarlos. De seguro son unos cuicos, creídos y machistas, como la mayoría de los hombres en este basurero. – dije indiferente.
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Honda DN-01
FanfictionEscuchaba el rugido de su moto cada noche. La maravillosa máquina soltaba un aullido que se comparaba con una buena base de hiphop para mis oídos. Jamás pensé que me encontraría con él, y mucho menos esperé que sobre esa moto se encontrara una perso...