Capítulo 12. Get along

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Desperté con el estúpido sonido insistente de la alarma. Me revolví entre las sábanas resistiéndome a salir de mi transe onírico. No quería despertar, no quería abrir los ojos, no quería levantarme, no quería nada.

- ¡YoonGi, cielo! ¡Llegarás tarde a la universidad!

¿Y para qué voy a la universidad?...

- ¡El desayuno está listo! ¡Baja a comer! -gritó la misma voz de mujer desde la primera planta de la gran mansión.

¿Para qué comer?...

- ¿¡Necesitas dinero para combustible!? -otra vez los gritos...

Me resigné a que no podría volver a dormir y opté por abrir los ojos. Débiles rayos de sol se fugaban a través de las cortinas azules de mi nuevo cuarto.

Nuevo cuarto, nueva casa, nueva vida... Una nueva vida que para mí no tenía sentido. Una vida en la que todo funcionaba sistemáticamente todos los días. Una vida rutinaria en donde sólo existía, no vivía. Todos avanzaban por su camino, mientras yo me sentía estancado, siempre en el mismo lugar.

Luego de vestirme perezosamente y poner los gigantes libros de cálculo en mi mochila, bajé a paso lento hasta la cocina en donde me esperaban ciertas personas que se hacían llamar mis parientes.

- Buen día YoonGi. - saludó mi chillona tía mientras ponía un sartén con huevos revueltos al centro de la mesa de madera importada desde Inglaterra.

- Hola. - saludé fríamente al sentarme.

- ¿Qué tal amaneciste? - preguntó un hombre sentado de cabecera de mesa leyendo un periódico a la vez que sorbía un poco de café, bueno, era mi tío.

- Normal. - contesté perdido en mi taza llena de café graneado inglés.

- ¿Tienes suficiente combustible para la semana, YoonGi-ah?

- Sí, tía. Está bien. - susurré de mala gana algo hastiado de tantas preguntas.

Unos gritos ahogados en llanto se escucharon desde el interior de la gran casa, más bien, del cuarto matrimonial.

- Uh. Hye despertó. - chilló mi tía.- Cariño no leas el periódico mientras desayunamos. - regañó mientras corría apresuradamente hacia su habitación. Escuché un bufido del gran hombre a mi lado y caí en la cuenta de que sí éramos familia.

- Y bueno ¿Llegarás tarde hoy de nuevo? - consultó mientras se deshacía de las grandes y grises hojas para enfocarse en mí y en su comida. Asentí mientras sorbía un poco de café. Vaya, sabe mejor de lo que huele. ¿Me mantendrá despierto? Ni un café lo ha logrado. - ¿Qué es ahora? ¿Otro trabajo grupal? - indagó. Suspiré pesadamente.

- Tenemos que hacer algunas investigaciones.- mordí la pequeña tostada con mantequilla sin hacer contacto visual.

- Sabes que si no quieres estar en casa puedes decírmelo. - Asentí nuevamente con desinterés.- ¿Ya desempacaste tu última caja?

- No he tocado las cajas. - solté después de terminar mi tostada.

- ¿Ni una sola? - asentí. Se quedó callado por unos segundos no sé con qué cara porque no lo miré. - Si quieres puedo ayud...-

- Se lo pediré a Hoseok y a Jimin.- le corté antes de que terminara su frase.

Todo quedó en silencio luego de eso. Seguí tomando mi café, sin apetito como para servirme otra tostada, mirando de vez en cuando la hora en el reloj esculpido en madera colgado sobre una pared de la cocina. Aún tenía tiempo.

Honda DN-01Where stories live. Discover now