...PEQUEÑO...

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Había Pasado una semana desde que comenzaron a trabajar a medio tiempo. Claus por el hecho de que le costaba bastante levantarse de mañana tomo el turno de tarde y a Adam no le gustaba mucho la soledad en el departamento, asique tomo el mismo horario. Todo iba bien pero a la mañana del lunes siguiente Claus no se encontraba en el cuarto, lo que hizo que Adam se preocupara, no quiso llamar a nadie pensando que estaba exagerando sobre donde podía estar. Entro y salió del departamento varias veces, hasta que encontró a Claus en una de las plazas ya había pasado la hora del almuerzo y estaba algo soñoliento.

_ ¿Claus?... ¡Claus! ¿Estás bien?

_ ¿Cómo sabes mi nombre? Dime ¿Quién eres? – La voz de Claus se escuchaba quebrada, algo afónica incluso.

_ ¿Cómo has dicho? Claus, soy yo Adam.

_Tu eres amigo mío ¿verdad? Del yo que es mayor.

Adam entendió que era aquel altérelo del cual habían platica tiempo atrás. Aquel que era su etapa de niño.

_Sí, soy tu... compañero de departamento, dime ¿Qué edad tienes?

_ Once, no, diez... quizás ¿9? – Claus no mostraba el rostro pero Adam noto tristeza en su voz.

_Vaya, y de seguro no has desayunado o almorzado, deja que te prepare algo.

_ ¡¿Pueden ser milanesas con puré?! – Levanto la mirada que tenia lagrimas asomadas - mi madre quiere que coma cosas más finas pero Adela es la encargada de la cocina y como mi amiga me invito esa comida.

Adam creyó reconocer esa mirada fuera de Claus, y por algún motivo se entusiasmo al pensar en prepara aquella comida.

_ ¡Vamos! - le extendió su mano.

_ ¡Sí!

Llegaron al departamento y Adam comenzó a preparar el almuerzo mientras Claus desayunaba.

_Claus ¿no quieres cambiarte? Esa es la ropa que llevabas ayer ¿no?

_ ¿Puedo elegir como vestir?

_Claro.

Claus salió impulsado al cuarto a ver qué combinación podría crear, y Adam aprovecho para llamar a ambos trabajos.

_Señor Andrew buenos días, Quería disculparme y pedirle si podría faltar hoy a trabajar.

_ ¿te ha pasado algo?

_ No, no es nada, es que debo cuidar a... un sobrino.

_ Creo que podría permitirlo, solo por el aumento de clientas que has logrado.

_ De verdad gracias.

_ Pero es una pena, hoy era tarde de cosplay. Muchas clientas esperaban verte de seguro.

_ ¿Cosplay? Bueno si es popular quizás mañana pueda repetir ese platillo, yo ayudare en lo que pueda.

_ Ja ja ja ja, Claro, lo repetiremos exclusivamente a tus clientela. Ja ja ja.

_Debo colgar, gracias otra vez señor Andrew.

Adam ve que Claus está saliendo de la habitación algo confuso.

_ ¿Qué pasa Claus?

_ Mi ropa no me gusta, es muy seria y nada fresca. – Claus se cruza de brazos.

_Bueno, la comida ya esta lista, En la tarde podríamos comprar algún conjunto que te guste. Ayer recibí mi pago, algo debe alcanzar.

_ ¡¿En serio?! ¿Y por qué?

_ Bueno, no sabremos cuanto tiempo estarás y quiero que tú, o sea Claus pueda hacer lo que realmente le guste. Pero el no habla de esas cosas ¿tú serás más abierto conmigo verdad?

_ ¡Sí! ...oye Adam ¿yo te conozco verdad?

_Antes me contaron que jugábamos de pequeños, pero no logro recordarlo, lo siento.

Se sientan a comer y Claus no deja de mirar a Adam con expresión de intriga, soltando cada tanto una risa. Luego se levanta de su silla dejando esta caer por detrás de él.

_ ¡Ya sé! ¡Tú eres Peter Parker!

_ ¿Qué?

_ ¡Yo era Bruce Wayne! ¡¿No lo recuerdas?!

_mmmm... ¡Claro! Las vacaciones en aquella casa de campo, yo conocí a un niño, dijo que quería ser Batman y que lo llamara Bruce, asique yo dije que era spiderman...

_ ¡Peter Parker eres tú!

Adam se sonrojo, pues no podía creer no haberse dado cuenta antes de quien era Claus en su niñez.


Prometidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora