...CLUB...

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A Claus no le tocaba trabajar ese día, y recordó que Andrew quería hablar con él, Por lo que fue al club de anfitriones.

_ ¡Joven Claus, Bienvenido! ¿Vienes a ver a tu prometido?

_ ¿Cómo sabes eso?

_ Adam tuvo que explicar el porqué falto tantos días a trabajar.

_ya veo, él me dijo que querías hablar conmigo.

_ Te venia a ofrecer empleo.

_ ¿Empleo? ¿A alguien con un carácter como el mío?

_ Debes saber que las parejas venden, y al enterarme de su relación, pues podría ser buen negocio.

_ Cuando hizo aquel ensayo Adam actúo muy serio, no creo que con ese papel sirva de mucho tu idea.

_Pero el ya se ha soltado mucho, actúa más natural... ¿Por qué no entras y lo compruebas? La casa invita.

_ Claro.

En cuanto Claus entra en las mesas más cercanas se produce un silencio, para que luego unas cuantas chicas se aproximen.

_Dinos Andrew ¿Es tu nueva inquisición?

_No tonta, el es menor de edad ¿O no lo notas?

_Adam también. Aunque este chico se ve muy serio.

_Damiselas, él es Claus, el prometido de Adam. – En ese momento se escucha un coro de gritos eufóricos, que hicieron que Claus se tambaleara.

_Lo ves, si trabajaras aquí las clientas, nuestras damiselas, estarían más que contentas.

_ Dijiste que me enseñarías cómo trabaja Adam.

_Él está allí. – Andrew señalo a una de las mesas más llenas del lugar. Claus siguió su camino intentando hacer oído sordo a las chicas que hablaban con Andrew sobre que él se quede con ellas en sus mesas.

Mientras avanzaba se daba cuenta de que los chicos tenían un traje diferente al que Andrew le había descripto. Incluso se detuvo, pues pensó ver a Jack Sparrow en una de las mesas. Más adelante vio una cartelera que escribía "Tarde de Cosplay + función especial". Claus tenía una leve idea de lo que era cosplay, pero no quería pensar en que traje encontraría a Adam, finalmente llego a la mesa.

_¡Cla-Cla-Cla-Claus! ¡¿Qué haces aquí?! – Adam tenia puesto un traje celeste de Alice in wonderland.

Claus quedo inmóvil, se empezaba a sonrojar para terminar estallando de risa.

_ Ja ja ja ja ja ja Adam, créeme que no te queda mal, ja ja ja ja ja.

_ Es por faltar demasiados días, ahora mi traje es una temática diferente a la de los demás.

_ja ja Tu lis- ja ja Tu listón de cabello esta flojo. Ja ja ja. Deja que lo acomode Ja ja.

Apenas Claus se acerco a Adam todas las mujeres de la mesa se emocionaron, algunas se levantaron de sus asientos.

_Entonces en cierto lo que dijeron adelante. ¡Tú eres el prometido de Adam!

_ ¡Es increíble! ¡Apuesto a que fue a visitarlo aquí por celos!

_ ¡sí~, seguro vino a proteger lo que es suyo!

Adam no se movía, y Claus no sabía cómo reaccionar pues eran cada vez más las chicas que se arrojaban donde ellos estaban.

_Adam disculpa. Ahora me voy. – Claus pide permiso entre las clientas, alguna parecían desilusionadas.

Una de ellas le da un golpe en la espalda a Adam diciendo –Ve por él, aquí esperamos –Adam ante el golpe sale impulsado, y queda dando brincos en un pie.

_ Estoy en horario de trabajo, y ya he faltado muchos días.

_ ¡Invítalo a esta mesa!

_ ¡Sí! ¡Hazlo!

_D-de acuerdo.

Adam sigue las indicaciones de su clientela y va atrás de Claus.

_ ¡Claus! ¡Claus detente! – Adam acelera el paso y logra detener a Claus. – No puedo caminar tan rápido con estos zapatos.

_Adam yo solo vine a ver que quería Andrew. Ve y sigue trabajando.

_Pero...

_No quería causar alboroto... Adiós. – Cuando Claus se da la vuelta Adam nota que el también usaba anillo.

_ ¡Claus!

_ ¿Qué quieres?

_Disculpa, quise detenerte porqué de algún modo me sentí contento. –Adam volvió a mirar la mano del anillo sin darse cuenta, y aunque duro un segundo Claus lo noto.

Claus acomodo el listón en la cabeza de Adam, quien no podía dejar de mirarlo con ojos abiertos. Luego Claus soltó aire y sujeto los hombros de Adam.

_Adam, yo creo que...

_ ¡Adam, no demores tanto! Tus clientas esperan y ya es casi la hora de la función.

Se escucho la voz de Andrew proveniente del salón.

_ ¡Sí señor Andrew! – Dijo Adam volteando el rostro, pero sin dejar de mirar a Claus. – Lo siento.

Claus se hizo a un lado, pensando en que lo que quería decir podía esperar. Pero en él se sembró una duda, y no podía dejar de pensar en las posibles reacciones que habría en la reunión familiar.

Prometidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora