Prometidos.

...REUNIÓN...

Adam vestía una camisa blanca pantalón oscuro de vestir y corbata gris. Mientras Claus usaba un traje todo gris del mismo tono que la corbata de Adam. Se fueron en taxi a lo que era una de las casas de campo de los Jefferson.

Al bajar del taxi Adam reconoció la casa, era aquella donde conoció a Claus de pequeños. Un mozo los recibió, pero de inmediato Claus dijo que no los anunciara todavía.

Se sentaron junto a los padres de Claus, quienes no dijeron mucho luego de saludar.

_ ¡Espero estén pasando una buena noche! – La tía Elizabeth había aparecido por detrás de su mesa hablando de modo muy altivo. - ¡Yo pensé que...! –se detuvo al ver a Adam, un rostro nuevo en la fiesta.

_Ho-hola – Dijo Adam asomando su mano lentamente para saludar.

_ ¿"Hola"? ¿Y tú quien eres, niño?

_Me llamo Adam, Adam Cook. – Se dispuso a bajar el brazo, puesto que la mujer no parecía querer saludarlo. Un instante antes de que lo bajase por completo la mujer lo sujeto bruscamente.

_ ¡Muy ingenioso hermanito! Me has hecho reír. – El padre de Claus quedo en silencio, pero se podía ver como sujetaba con rabia su copa. - ¡Explícate ahora! ¡¿Qué significa el anillo en las manos de Claus y de este niño?! – la mujer soltó el brazo de Adam con desprecio. Lo que produjo conmoción entre los invitados.

_Tía, por favor no vuelvas a tratar a Adam de ese modo.- Claus se encontraba de pie frente a la mujer que se comenzó a acomodar el cabello.

_Dime hermanito – volteó ignorando a Claus - ¿De verdad piensas que este truco barato dará resultado? ¡¿O es que no hubo mujer que quisiera estar con alguno de tus hijos y tuviste que contratar a un muchacho?!Ja ja ja ja ja.

_ ¿A que se refieren? – Pregunto Claus enfadado.

_ Cómo si no supieras.

_No, no lo sé tía ¿Tú me explicaras?

_Claro que te explico sobrinito. Tu padre contrato a este chico para que la herencia del abuelo Jefferson quede de su lado de la familia.

_ ¡Eso no es posible! ¡El abuelo Jefferson falleció hace tres años y el trato con los cook fue...!

_Cállate Claus.

_Si padre. – Claus toma asiento, voltea a ver a Adam quien esta arrugando una servilleta bajo la mesa.

_ ¿Con qué un trato?

Adam aparto su silla con calma, y dio unos pasos hacia atrás.

_Se trata de un matrimonio arreglado... ¡Pero yo realmente quiero mucho a Claus! ¡No importa el porqué siguieron con ese plan a pesar de que ambos éramos chicos, estoy realmente feliz de haberlo conocido! ¡Yo... yo...! – Adam no entendía a que o a quien defendía, ni porque sentía tanta vulnerabilidad, lo único que pudo hacer fue salir sin mirar a nadie.

_Mira la escena que has causado hermanito, toda la familia está viendo cómo se ridiculiza ese chico.

_Tía, respeta a Adam y a mí, por favor.

_Claus tiene razón, el será el heredero, deberías ser más amable si es que eres inteligente.

_Padre yo no...

_A pesar de cuando haya revelado su testamento el abuelo Jefferson, nosotros incluso los primos, todos sabíamos cuáles eran sus planes. Derek es un idiota y Marcus tomaría el poder total sobre la herencia si se enteraba, tú no dejas de ser manipulable Claus. Desde tu nacimiento planeamos tus actitudes, y en cuanto te cases me transferirás tus acciones a mí.

_ ¡Haz lo que quieras con ellas, y con todo esto!... iré a buscar a Adam.

Claus salió de allí por poco corriendo en busca de Adam, sin embargo la propiedad era inmensa. Se detuvo a pensar y solo un lugar le parecía lógico, aunque no sabía el porqué.

_Adam, estas allí arriba ¿cierto?

Adam se asomo por una de las ramas de un árbol lejos de la casa.

_ ¿Lo recordaste? –Dijo entre lloros.

_ ¿Recordar que cosa? Ven, baja de allí.

_ Si no lo recuerdas ¿porque estás aquí?

_No lo sé, solo me sentí impulsado hacia aquí, ahora baja.

_Mejor sube tú.

Claus pensó que quizás así sería mejor y asintió con la cabeza, dejo su saco en una de las ramas bajas del árbol y comenzó a subir. Ya habían quedado a la misma altura pero un cuarto del tronco los separaba.

_ Adam ¿Qué debo recordar?

_ Quizás no sea importante, pero al encontrarme con tu alter-ego él me reconoció. - Claus ante lo dicho hizo silencio y miro Adam para que prosiguiera. – Nosotros nos conocimos en esta casa, pasamos juntos un verano. Y cuando algo pasaba íbamos a este árbol, yo no entendía porque te enfadabas tanto con tus padres y tampoco me lo decías con claridad.

_ Si es importante. Dijiste que serias honesto conmigo ¿Por qué no lo mencionaste?

_ Ambos nos llamábamos con el nombre de un superhéroe, por eso no me di cuenta antes de que tu alter-ego apareciera y lo mencionara.

_ Y al volver yo, tampoco lo hiciste.

_ No sé, quizás te dejaba mal el no poder recordarlo tú también.

_Mmmm... Peter Parker ¿verdad?

_ ¡Sí! ¡¿Lo has recordado?!

_ No del todo, pero tengo unas notas que escribí de pequeño, y están hablando de ti.

_ ¿En serio?

_Sí – Claus se corrió y dio un salto hacia la rama donde estaba Adam, casi cae asique Adam lo sujeto y él pudo estabilizarse. – Decían sobre que pude encontrar quien sería mi mejor amigo, y que con él podía sentirme yo mismo.

_ ¿y ahora es así?

_No...- Adam quien tenía una sonrisa, al escucharlo tan serio giro la vista hacia un costado por un momento pero intento no cambiar su expresión. – No es así porque...

_Está bien, yo te quiero Claus pero es verdad que no puedo compararte con mis otras amistades. Quizás es porque yo no soy un amigo para ti. – Adam miraba el cielo intentando no sacar lágrimas.

_ ¡Joven Claus! ¿Dónde está? – Los empleados comenzaron a buscarlo por toda la propiedad.

_ ¡Mierda! Deje el saco abajo, así ellos nos encontraran enseguida.

Adam no entendía del todo cual era el problema, no obstante tampoco quería ser encontrado. Claus hizo una seña de silencio e indico la rama donde antes estaba. Adam giro a verla entonces Claus beso su mejilla, y bajo dejándose caer.

_Aquí estoy ¿Qué es todo ese alboroto que han armado? – Dijo recogiendo su saco.

_ Señorito Claus, su padre lo está buscando.

_ ¿Qué hay de mi madre?

_Ella... Ella esta alcoholizada joven Claus.

_ ¿Por qué no me sorprende? Iré en un minuto. – Claus quiso mirar hacia donde estaba Adam, él seguía igual a hace un momento, de hecho no se movía en lo absoluto.