...2-AM...

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Aquella noche casi no durmieron, pues sentían tanta calma e incertidumbre al mismo tiempo que no podían siquiera parpadear. Ambos miraban hacia su lado de pared, hasta que Claus giro lentamente y comenzó a hablar.

_ ¿Sabes? Yo fui quien te arrojo de la cama el día que amaneciste en el suelo.

_ ¡¿Qué?! – Adam se dio la vuelta y lo miro fijo y algo extrañado.

_ ¡No pongas esa cara!

_P-perdón.

_ Yo solo quería volver a tomar tu mano –No podía evitar que la mirada de Adam lo pusiera nervioso y alterado - ¡Pero tú te aferraste a mí, eso me puso nervioso y termine soltándote en el suelo! ¡Es tu culpa!

_ Está bien, no me he enojado. – Dijo Adam regalándole una sonrisa.

_Iré a la sala.

_ ¿Qué?

_No podre dormir si sigues con esa actitud. - Claus se levanta, toma su almohada y se marcha.

_ ¿Cual actitud? – Adam lo sigue.

_Esa actitud de calma y paz. - Claus da vueltas alrededor de la mesa y demás cosas del departamento esquivando a Adam que le sigue el trayecto.

_ ¿Y por qué? No entiendo.

Claus se detiene, da la vuelta y observa a Adam detenidamente.

_Aun no pasa por suerte.

_ ¿Qué cosa?

_ Mira Adam... yo no quisiera hacerte daño nunca, y temo el día en que te vea con otros ojos.

_ ¿otros ojos?

Claus se enfada y mira hacia otro lado.

_ ¡Sí! ¡Temo, temo verte con ojos pasionales!

_ ¡Tú-tú-tú-tú dices...!

_ ¡Sí, y mejor no digas las palabras! – Claus cierra los ojos, respira hondo y logra calmarse – Yo te quiero, te amo y si quiero casarme contigo, realmente lo espero... pero ese mismo día, dentro de no sé cuánto tiempo, la noche de ese mismo día ¡Vaya! ¡Ya habremos madurado y tendremos otra idea de demostrar amor!

_ ¡Claus! Falta mucho para eso, y aunque ya tengamos edad para casarnos no significa que cambiemos nuestro pensar.

_Eso espero.

Ambos se miran un momento, Claus sonríe y es inevitable para Adam abrazarlo.

_ ¡Gracias!

_ ¿Por qué?

_ ¡Por esa sonrisa, por todo!

_ Creo que aun así me quedare en la sala.

_ Está bien. – Lo suelta lentamente y quedan frente a frente.

_A-Adam... - Claus no quiere decir más por temor a contradecir la idea antes apuntada.

De pronto suena el celular de Adam que estaba en la mesa del televisor.

_Contesta.

_Sí. – Adam contesta. - ¿Diga?

...

_ ¡Emi! Deben ser las dos de la mañana ¿paso algo?

...

_ ¡¿Estas llorando?!

...

_ ¿Cual es aquella verdad que le has dicho a tus padres?

...

_No te entiendo nada, hay mala señal.

...

Claus va entendiendo lo que quiere decir Emi.

_Adam, pásame el celular.

_D-de acuerdo. Emi te pasare con Claus.

_Emiliano.

...

_ ¡Pues entiendo más de lo que podrías explicarle a Adam!

...

_si.

...

_Claro.

...

_Mira, ven al departamento. Podrás quedarte en mi cama, de todos modos iba a dormir en el sillón.

...

_ ¡Pero ya deja de llorar!

...

_si, de nada.

...

Claus cuelga, le pasa el celular a Adam para irse a cambiar.

_ ¿A dónde vas?

_Iré a tomar una ducha y cambiarme... será una noche de extensas explicaciones.

_ok, yo... creo que preparare algo de comer para Emi.

Adam no sabía porque, pero temía la reacción de Emi al enterarse del cambio en la relación con Claus, y no podía dejar de pensar porque lloraba así.

Prometidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora