Prólogo

964 66 12
                                    

¿Qué tan lejos serías capaz de llegar para alcanzar tus sueños?

¿Tanto cómo tu propia vida te lo permitiese?

¿Estarías dispuesto a arriesgarlo todo para conseguir aquello qué anhelas y añoras?

Pues este es el caso de Sedit Freeman, quién desde el primer momento estuvo decidida a darlo todo para cumplir sus sueños. Para una persona común su objetivo, ya de por sí mismo, era todo un reto prácticamente imposible de lograr y para ella, siendo aún una preadolescente y sin mencionar su condición de fémina, resultaba aún más inalcanzable: Ser un SOLDADO de Primera Clase.

Difícil de creer, ¿verdad? Sin embargo, si abrazas tus sueños todo es posible y esta ocasión no sería la excepción. Lo haría por ella y por su familia, porque así como su padre alguna vez lo dio todo por conseguirlo, sin tener éxito lastimosamente, ella también lo haría, daría todo de ella para lograrlo y lo haría por ambos.

Claro que para cumplir esta meta primero debía de recorrer un extenso camino rocoso y lleno de innumerables obstáculos que parecían ser insuperables, pero cruzarlos le sería posible pues nunca estaría sola. Sin saberlo su vida se vería constantemente influenciada por las personas existentes a su alrededor desde el primer momento en que puso un pie en las instalaciones de Shin-Ra, completamente lista para formar parte de su ejército, su futuro ya no dependía únicamente de ella como había pensado que sería desde un principio y hasta el final. Así como tampoco se esperaba todo lo que le sucedería después de su llegada a la multimillonaria compañía.

El destino, siempre tan impredecible, le deparaba varias sorpresas tanto agradables como desagradables que jamás esperó: amor, amistad, felicidad, dicha, rencor, dolor y muerte. Y lamentablemente sólo al final del recorrido podría darse cuenta de que, en ocasiones, no debemos de obtener aquello que deseamos y queremos sino aquello que merecemos y necesitamos. Porque la mente engaña pero el corazón no, y porque todo lo que alguna vez creyó real no resultó serlo.

Como un elemento clave y fundamental para su historia llegará a su vida el gran General Sephiroth, su más grande ídolo de la infancia y su más adorada admiración a quien no puede evitar amar, como todas las chicas de su edad, al compartir momentos inigualables con él. Pero lastimosamente las apariencias siempre son engañosas y aunque aquel ser fue alguna vez la única pieza del tablero que la mantenía con vida y la impulsaba a luchar por sus sueños también le llegó, como al resto de las piezas, su turno de caer al abismo y ser derribada por algo aún más fuerte que su cordura.

Nada es eterno y claramente las mentiras tampoco lo son. Cuando el corazón y la mente cargan con más peso del que pueden soportar y almacenar con el paso de los años, estos órganos vitales, metafóricamente hablando, se van difuminando lentamente y su existencia se vuelve tan lejana y efímera que quién los pierde y los deja desaparecer termina perdiéndose a sí mismo para siempre y condenándose a una eterna soledad.

Este es el caso, por otro lado, de Sephiroth, a quien las crueles verdades sobre su vida y su origen afectaron más que a nadie. Demostrando así ante los ojos del resto de la humanidad que aquel ser irreal de aspecto angelical y solemne que alguna vez fue conocido como el más grande héroe habido y por haber, y alabado como el más admirable ejemplo a seguir por todos los jóvenes era, en realidad, la criatura más peligrosa y desalmada que podría haber nacido y existido jamás sobre la faz de la Tierra.

Y a partir de aquel preciso instante, de aquel nefasto día en que Sephiroth perdió el juicio, el admirable hombre que Sedit alguna vez conoció y amó desapareció completamente sin dejar rastro...

Amigo mío, los destinos son crueles.
No hay sueños, ya no queda honor.
La flecha ha dejado el arco de la diosa.

Mi alma, corrompida por la venganza,
ha aguantado el tormento, para encontrar el final del viaje.
En mi propia salvación y en tu sueño eterno.

La leyenda ha de hablar de sacrificio en el fin del mundo.
El viento sopla sobre la superficie del agua.
En silencio, pero seguramente.

Embrace your DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora