Capítulo 34

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HELENA (P.D.V)

Tenía que conseguir que Maikel recordase algo. Tenía que conseguir que me contara lo que sabía sobre Natasha y qué era lo que había intentado hacer.

Recordaba perfectamente como le había disparado para dejarle fuera de juego y poder cogerlos tanto a él como a Nikki de manera fácil. Pero en el último momento había aparecido Christopher y se había llevado a Nicole, dejando a Maikel allí con nosotros. No lo culparía por nada del mundo por lo que había hecho, si no salvaba a uno de los dos, ambos caerían en manos de Natasha y él no iba a permitir que ella nos tuviese a todos. Por eso, tenía que despertar a Maikel y que él me ayudase a despertar a Christopher. Antes había pensado que no debía despertarlos, pero si lo hacía, tendría una ventaja sobre Natasha. Ni loca podría enfrentarme yo sola a Natasha si los tenía a todos de su parte. Además, si Christopher despertaba, él podría arrojar un poco de luz sobre la supuesta muerte de Nicole. Él podría decirnos por qué él estaba aquí y Nikki no.

-¿Te pasa algo? –Preguntó Maikel dejándose caer a mi lado en el sofá de la sala.

Llevaba aquí sentada por al menos diez minutos con la tele puesta pero sin ver ningún programa en específico. Únicamente estaba sentada pensando mientras todos los demás se entrenaban en el gimnasio.

-No, ¿por qué? –Pregunté sin mirarle. Aún le daba vueltas al hecho de que tenía que despertarlos de alguna manera.

Sabía que Nicole era el punto débil de Maikel. Sabía que tenía que jugar con ello para poder despertar a Maikel. También tendría que usar el recuerdo de Natasha matando a sus padres. Tenía que usar toda la información que tenía en mi poder sobre por qué Maikel odiaba a Natasha y así, despertarlo. Tenía que reavivar ese odio.

-Estás aquí sentada tu sola. Y llevas bastante tiempo mirando el suelo –Rio.

Levanté la mirada y la clavé en él. Maikel no estaba bien, se le notaba a kilómetros. Tenía ojeras bajo sus azules ojos y estaba pálido. Lo había estado observando estos días y había notado que comía menos que los demás. Algo lo estaba preocupando enormemente y sabía por qué estaba preocupado. Maikel y Nicole eran inseparables y el hecho de que le comunicasen su muerte, era algo que estaba destruyendo a Maikel, pero notaba que él se negaba a creer tal información. Lo vi en sus ojos cuando le comunicó a Christopher su muerte. Maikel dudaba que Nicole estuviese muerta y tenía que aprovecharme de esa duda.

-Solo... pensando –Dije mientras me incorporaba y me acercaba a él.

Tenía que aprovechar este jodido momento. Teníamos que salir de aquí y decirle la verdad sobre todo sin levantar sospechas. La casa estaba llena de micrófonos y de cámaras y no podíamos hablar en cualquier lugar.

-¿En qué piensas? Debe ser muy importante si te mantienes apartada de todos nosotros.

Me acerqué a él y me senté sobre su regazo y puse mis brazos alrededor de su cuello.

-¿Qué haces? –Preguntó haciendo su cabeza hacia atrás. Veía la confusión en su mirada y la incomodidad.

No me sentía insultada por el hecho de que Maikel me rechazase. Sabía que sus pensamientos siempre habían estado dirigidos a una sola persona incluso cuando él nunca había reparado en ello. Maikel siempre había estado completamente enamorado de Nicole y ella de él, por mucho que ambos se empeñasen en comportarse como amigos. Además, yo solo me sentía atraída por Christopher y el único rechazo que me dolía era el suyo.

-Vamos a la habitación –Dije mirándolo fijamente mientras colocaba sus manos en mi cadera y les daba un leve apretón.

Maikel frunció las cejas ante mi apretón.

Los Romanov #2: TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora