Negocios Sucios

Ya no más

El sol entraba por la pequeña ventana de ese pequeño cuarto de hotel pegándole en la cara a la aún rendida Su Min que poco a poco fue abriendo los ojos. Después del día y medio que Su Min pasó secuestrada a manos de Jaehyo y los otros sin beber ni comer nada, ya estaba más descansada después de dormir. Estaba enrollada en las sábanas y se reincorporó notando que Zico no estaba allí. "Zico, puedes quedarte a mi lado", recordó esas palabras que le dijo al chico y enseguida sintió vergüenza.

- ¿Cómo es que se me ocurrió decir eso? ¿Acaso me volví loca? – despeinó su cabello con desesperación y Zico entró a la habitación con una bolsa en la mano.

-Ya despertaste. ¿Cómo te encuentras?

-Mejor – dijo sin mirarlo.

-Traje el desayuno, deberás comer para que te termines de reponer y luego irte a tu casa. Pero antes... - Zico se sentó frente ella y tomó sus manos observando las marcas de la soga, ella lo miraba a él – Están mejor, ya no están tan enrojecidas –Su Min sintió nervios en su estómago por el hecho de que Zico se preocupara por ella - ¿Porqué me miras así?

-¿Por qué haces esto por mí?

-Porque eres una persona.

-¿Ah?

-Yo no dejaría a alguien morir si puedo ayudarla.

-Entonces ¿lo harías por cualquiera? – el chico asintió.

-Mírate, estás toda hecha un desastre – Zico apartó un mechón de cabello del rostro de Su Min y ella se alejó alarmada - ¿Qué? Solo te estaba quitando un mechón...Mejor comamos, debes tener hambre.

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-¡Noona! – Pyo al ver a Su Min entrar se abalanzó sobre ella abrazándola - ¿Dónde estabas? Me preocupé mucho... ¿Porqué tienes esa cara?... ¡Tus manos! ¿Qué te pasó?

-Fui secuestrada, pero Zico me rescató – respondió ella.

-¿Secuestrada? ¿Pero cómo? ¿Cómo te dejaste hacer eso?

-Después hablamos, quiero ducharme – después de que Su Min entrara al baño, Pyo se dirigió a Zico y le dio un abrazo.

-Gracias, por ayudarla.

-Era mi deber, por mi culpa fue raptada – Pyo lo miró confundido-Yo tuve problemas con esos tipos en el pasado, ellos fueron los que me delataron y me enviaron a la cárcel. Ahora quieren que haga algo y pensaban chantajearme con Su Min.

-¿Qué quieren que hagas?

-No lo sé, no les dejé que me terminaran de decir. Yo mejor ya me voy, voy tarde al trabajo y no puedo volver a faltar, cuida bien de Su Min.

-Lo haré.

Zico llegó hora y media tarde al trabajo, pero le explicó todo lo que pasó a su jefe, con algunos detalles omitidos, claro, y éste le creyó porque sus golpes proveídos por U-Kwon en la cara eran obvios. Todavía tenía que recuperar su celular, tenía que avisarle a Hyeri porque no pudo presentarse a la cita y también el hecho de que estuviera en manos de ellos podría ser muy peligroso así que llamó esperando a que U-kwon le contestara.

-¿Aló?

-Maldito idiota, devuélveme mi teléfono.

-Aish, pero que grosero, ni siquiera un hola me dices.

-No. Devuélveme el celular.

-Está bien, está bien, no te esponjes. Nos vemos en la plaza en tu hora libre.