hermano (ls)

Capítulo 16

Grito desesperadamente, y me siento aturdido. Yo solía creer solo en ti y era feliz. Me hiciste una promesa con el dedo meñique, pero al final... Tu también cambiaste. No sabía que estar solo sería así de difícil.

OCTAVA GOTA.

(solo un poco más y él no abrirá mas los ojos)

Mark nunca esperó ver algo como lo que sus ojos presenciaban. Louis, su hijo, estaba completamente fuera de sí.

Cuando recibió la llamada de Niall, entre los balbuceos y gritos desesperados, pudo captar las palabras clave que más le han causado impresión escuchar en los años difíciles que lleva de vida. Harry. Desaparecido. El chico, el pequeñito con el que solo hace dos noches había tenido una interesante charla, que lo había invitado la noche anterior por vídeo-llamada -a escondidas de Louis, lo cual no dejaba de parecerle gracioso-, a su obra escolar y también a la reunión de cumpleaños "sorpresa" la noche del veinticuatro; ese rizado hipnotizante y dulce, estaba desaparecido.

Un Tomlinson de quince años desaparecido. A Mark le habría gustado perder el control, como se lo podía permitir cuando tenía la edad de Louis, aún más demente cuando tenía los quince años del pequeño genio maligno que adopto como hijo, pero entonces, está la situación que presencian sus ojos. Alguien tiene que ser el adulto ahí.

Tras hacer unas llamadas y poner a sus hombres a recorrer la ciudad, intentar comunicarse con Louis -sin resultados-, y lograr contactar nuevamente con el rubio, se entero de que además de todo, debía preocuparse por el castaño, quién al parecer ya había estado molesto por algo que no le explico a Niall -motivo por el que este lo siguió para asegurarse de que nada grave sucediera-, y al entrar al Moona Coffe y encontrarse con que Harry no estaba enloqueció y su comportamiento se salió de control. Mark decidió también ir al local que tan recientemente había adquirido para poner orden.

El rubio había querido quedarse, preocupado por lo que Louis haría; pero al final se fue a buscar a Harry por orden de Mark.

Entró, verificando que no había ningún cliente. Joe, el muchacho de confianza que había contratado para vigilar que todo marchara bien, le había prácticamente saltado encima con cara de fantasma, asustado, diciéndole que él había mandado a que todos los presentes en el café se fueran por "inconvenientes tecnicos"; lo que en realidad estaba sucediendo, es que Louis llevaba encerrado en el área de descanso con una de las empleadas cerca de diez minutos.

Resumida la situación, Mark despidió a Joe que estaba más que aliviado de poder irse, y forzó la puerta para poder dialogar con Louis.

-Muchacho. ¿Puedes soltar ese cuchillo un momento? -suspiró, cuando la respuesta fue un sonido desapasionado y un pedazo de brazo chocando contra la pared a su lado-. Louis, intenta calmarte un poco. Cualquier cosa que esta... ¿Mujer? Podría haberte dicho, ya no será. Creo, que aunque estuviera viva, sin su lengua, le sería imposible hablar.

Tomlinson miro fijo a la lengua arrancada en su totalidad colgando de un clavo en la pared, junto a un celular y diez dedos.

-Hijo, deja de jugar con eso, no hay absolutamente nada más que puedas hacerle a ese cuerpo.

Y era cierto. Totalmente cierto.

Louis volteó, sus ojos tan desorbitados, iluminados con locura y desequilibrio. Era esto, lo que Mark nunca creyó ver. Este tipo de cosa, no poseía ninguna razón.

Harry, sin embargo, difiere en ese sentido.

-Lárgate Mark. ¡Fuera de aquí! Esta perra dijo que mi niño estuvo por besarse con otro. Era mentira, una jodida mentira, porque mi peque no quería eso, él nunca me engañaría, él es mío -rugió, clavando sin piedad el cuchillo una y otra vez en la cabeza deformada de lo que alguna vez fue un bonito rostro femenino -. ¿Y eso es lo peor que pudo haber hecho esta maldita mujer? No, porque además, tenía que descuidarlo, perderlo de vista cuando sabía que yo venía hacia aquí, ¡Y ahora no se donde está mi hermanito! ¿Dónde está mi peque? ¿Dónde?