Capítulo 12

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TERCERA GOTA.

Yo puedo ser uno y otro. Puedo hacer lo que sea necesario por ambos, mi amor.

"Únicamente la lamparita de la mesa esta encendida, hay un vaso de leche tibia sobre la repisa y el pequeño de ojos azules está entre las cobijas.

- ¿Cuál me contarás esta noche Nina? -le preguntó su nieto, tendido en la cama contemplándola con sus grandes ojos azules.

Ella le sonrió, le acaricio apenas el cabello y se sentó a un lado de su cama.

-Esta será una historia nueva cariño -respondió, preparándose para comenzar-. ¿Quieres escucharla?

Louis asintió con su rostro siempre serio, atento.

-Empieza ya Nina, si terminas de contarme esta historia nueva rápido, te quedará tiempo para volver a la del ángel.

- ¿Te gusta mucho esa verdad?

El menor asintió como toda respuesta, solo esperando. Su abuela guardo silencio un momento más antes de iniciar.

-Muy bien...esta es una leyenda que solía contarme mi abuela cuando era yo una niña, Cielo -ella paso la mano por el cabello de su nieto, despejandolo apenas porque sabe que a él no le gusta mucho el contacto físico-. No es una muy bonita, ni tiene un final feliz. ¿Quieres escucharla aún así?

Louis afirmo con el rostro plano y un resplandor de interés en sus ojos. Nina se preparo para empezar con el relato.

-"Era de madrugada, el cielo estaba despejado y los árboles se movían desprendiendo sus hojas con el susurro del viento. Los habitantes de la tribu T-ajey estaban reunidos alrededor de la fogata, esperando el momento propicio para iniciar con uno de los rituales más importantes y peligrosos de todos, el de la unión de almas..."

-Es de la tribu que siempre me cuentas Nina. A Jay no le gusta que me cuentes historias sobre eso -interrumpió el menor.

Nina sonrió con calma - ¿Entonces deberíamos obedecerla?

El pequeño Louis negó, fijando su mirada en los enormes ojos claros de su abuela. -Jay es irritante.

-Lo es -la mujer mayor soltó una risita, meneando la cabeza en negación antes de continuar-. Muy bien, ¿Dónde me quedé, Cielo?

-Ritual de almas, Nina.

El pequeño niño de ojos azules estaba muy atento.

-Gracias cariño. "...habían tres parejas alrededor de la fogata, y el jefe de la tribu elevo sus manos al cielo en el momento justo, cuando el susurro del viento se detuvo y la luna brillo intensamente sobre el lago, despejando completamente las sombras. Las palabras de unión estaban siendo pronunciadas con devoción por el jefe, los presentes observaban asombrados como una luz blanca empezó a emanar del cuerpo de las próximas parejas...

-Fue entonces cuando sucedió. Una mujer, de hermosos ojos que brillaban con puntos de todos los colores de las piedras preciosas, se desprendió de su pareja, arrastrando el hilo de la unión con sus pasos. Ella era muy joven, la nieta del jefe; él no podía detener el ritual porque cosas horribles pasarían si se interrumpía la unión, y con la mirada confusa, el jefe de la tribu miro a su nieta, interrogándola sin palabras por sus acciones. El mensaje era claro en las facciones del hombre mayor, "No retes la voluntad de los dioses"... En ese momento, el cazador de la tribu, el hombre más fuerte y peligroso, lleno de heridas de guerra, salió de entre las sombras y degolló al jefe. El horror en el rostro de los integrantes de la tribu podía casi tocarse, cuando la joven hizo algo mucho peor...

hermano (ls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora