hermano (ls)

Capítulo 14(II)

La revolución esta en tu mente, está aquí. Este es mi golpe de estado, un boomerang que va de boca en boca, yo soy el objetivo. Esto es un Spoiler, soy tan astuto. Un terrorífico asesino.

SEXTA GOTA.

El auto se detuvo frente a una casa grande y bonita, parecía bastante acogedora solo viéndola desde el interior del Mini Cooper. Quizá era por la presencia de su acompañante, que todo parecía incluso más como estar en una constante calidez. Suspiró y desvió la mirada de la casa hasta Niall.

¿Se estaba volviendo loco?

-No puedo creer que vine contigo.

Niall, que no había dejado de parlotear sin sentido durante todo el camino hasta la casa, sonrió más ancho y le saco la lengua a Liam, en un gesto bastante juguetón.

-Pero aquí estas Liam. ¿Por qué no te animas? Quiero que estés conmigo, cuidar de ti -se acercó, moviendo sus manos con suavidad sobre el pecho de Liam, moviéndose con habilidad para recostar su cabeza contra el pecho fuerte-. ¿Te quedaras conmigo Liam? ¿Lo harás?

El castaño grande reacciono rápido, atrayendo fuertemente el cuerpo de Niall contra el suyo, arrastrándolo del asiento del conductor hasta sentarlo en sus piernas. La posición no era cómoda, pero se sentía bien, prohibido, pero bueno, muy bueno para él.

Entre sus brazos, tan cerca de Liam, Niall podía escuchar el latido de su corazón. Es extraño, porque así, siento que quiero estar contigo por siempre.

- ¿Por qué quieres que me quede contigo, Niall? -murmura Liam-. ¿Qué quieres de mi?

-Nada imposible -se aleja lo suficiente para mirarlo a los ojos-. Solo, quiero estar contigo. Como cuando me querías.

La mano grande y rasposa de Liam acuna la mejilla del rubio, cubriéndola por completo, sintiendo apenas la piel que sobresale de la cicatriz. Lo mira fijo, su respiración es fuerte y caliente contra los labios rosa pálido de Niall.

-Chico tonto -dijo, beso sus labios con extremo cuidado, apenas rozándolos-. Yo siempre te he querido.

Niall suavizo su mirada, con un poco de tristeza. Su voz empezó a sonar mucho más baja e infantil.

-No es cierto. ¿Sabes? Yo creí que me dejarías ahí esperando por ti, que saldrías corriendo hasta él. Después de todo, se que es a él a quien tu quieres. Tu lo dijiste.

Liam endureció su expresión.

- ¿Era eso lo que querías? ¿Qué eligiera entre ambos? ¿Por eso no hiciste nada para impedir que él supiera que saldría antes de la cárcel? -junto su frente con la de Niall, conteniendo su furia-. Seguramente tu si te habrías ido con él, también lo amas.

-Seguramente -suspira el rubio contra los labios de Liam-. Pero aunque no lo creas, yo hice una elección.

Ambos se buscaron con los labios en el mismo momento, y sus ojos no se cerraron; los ojos azules de Niall eran como el cielo claro de un buen día de verano, poblado de brillantez y aire cálido. Sus labios eran suaves, delgados y dulces, la forma que tenían de besarlo, como si fuera una necesidad, exigiendo de si hasta la última gota de cariño, de atención, lo volvía loco. No podía guardar compostura nunca con Niall, no podía negarse a nada que quisiera, simplemente nunca había podido resistirse a su belleza, a la forma que tenía de seducirlo y de tomar el control.

Cuando Niall detuvo el beso, enredando sus brazos en su cuello y sonriendole con las mejillas rojas y los ojos cálidos, Liam se sentía mareado. Tan estúpido.

- ¿Me has elegido a mi, verdad? -preguntó Niall.

Liam carraspeo, con su voz perdida entre un tono miserable y manejado.