Cap. 3 La cena
Disclaimer: Inuyasha no es mío, los personajes aquí utilizados son de Rumiko Takahashi.
- ¿Alguien más aparte de tus padres y nosotros estaremos en esa cena?
- Si, estarán mi hermano y su novia
Y fue como Sango lo dijo, efectivamente Kikyo e Inuyasha estarían ahí.
Al llegar Sesshomaru estacionó el vehículo frente a la gran mansión y le abrió la puerta a la pelinegra para que saliera, todo un caballero, acción a la cual ella respondió con unas gracias y se dirigieron hace el interior de aquella gran construcción. Él podía ser lo más frio y arrogante que sea, pero definitivamente era un caballero, un príncipe criado por una reina.
Se dirigieron hacia una gran sala con grandes ventanas de vidrio, detalles de caoba en todo el lugar y techos altos, ahí estaban Inuyasha y su novia, demostrándose cariño (Besos y abrazos, ya saben chicas :D) hasta que observó quien había llegado con su medio-hermano.
- Kagome – susurró, pero lo suficientemente alto para que su pareja lo escuchara.
- ¿Quién es ella amor?
- Nadie importante, espérame un momento. – y se dirigió hacia donde estaba ella.
- Kagome? – preguntó con curiosidad.
- Hola Inuyasha, ¿Cómo has estado?
- Se puede decir que bien.
- Me alegro mucho por ti – sonrió lo mejor que podía y miró a Sessho que estaba solo observando aquella conversación, y como si supiera leer su mirada interrumpió la conversación.
- Vamos, debo llevarte donde Izayoi.
- Claro, adiós Inuyasha- se despidió mientras seguía al hermano mayor.
Inuyasha quedó embobado, ¿Cómo era posible que aquella hermosa y elegante chica fuese aquella tímida a la cual le rompió el corazón? Kikyo vio la forma en la que SU Inuyasha miraba aquella chica y como ella lo miraba a él y definitivamente no le gustó.
Izayoi y Kagome seguían conversando mientras preparaban todo para la cena, Inu no Taisho estaba en el despacho terminando unos asuntos del trabajo y Sesshomaru recostado de la pared, observaba a la joven mientras hablaba con su madre. Algo en el se rompe al verla, la capa de frialdad que tenía para que nadie lo lastimara, ella solo con una sonrisa la derretía, y definitivamente nunca lo admitiría.
Minutos después todo estaba listo para la cena, así que se dirigieron al comedor, Inu no Taisho estaba en la silla principal, a su derecha estaba su esposa junto con la feliz pareja y del lado izquierdo frente a Izayoi estaba Kagome seguida de Sesshomaru. La cena transcurrió tranquila, Izayoi estaba contenta de tenerlos a todos en casa.
- Inuyasha – dijo en voz baja Kikyo
- Dime
- ¿No crees que ahora sea el momento para anunciarlo?
- Aún no – dijo mientras miraba a Kagome que sonreía divertida a las ocurrencias de sus padres, Kikyo al ver esto se paró de la mesa y añadió
- Con permiso, Inuyasha y yo aprovechando que estamos todos reunidos queremos darles una noticia- dijo mientras miraba a Kagome
- Claro hija, adelante – añadió Izayoi
- Kikyo – dijo Inuyasha
- No mi amor, ya todos deben saberlo – una sonrisa malvada se acercó a sus labios- la noticia que queremos darles es que Inuyasha y yo nos casaremos en unos meses, hace unos días me propuso matrimonio y yo feliz acepte, nos amamos – dijo mientras sonreía para luego besarlo.
Todos felicitaron a la feliz pareja pero Inuyasha aún no podía quitar los ojos de aquella chica que no veía hace meses, ella, en cambio, los felicitó, pidió permiso y segundos después salió corriendo aún sin conocer aquel gigante lugar. Inuyasha se levantó de la mesa para salir a buscarla pero un – ya has hecho suficiente- de parte de su madre lo detuvo.
- Sesshomaru, hijo, ¿podemos hablar un segundo?
El solo asintió y siguió a su madre.
- ¿De que querías hablarme?
- Siéntate que esto será un poco largo- suspiró- mientras no estabas aquí tu hermano se dedicó a los juegos de amor sin importarle si la otra persona era lastimada o no, durante dos meses enamoraba una chica y la trataba como una reina pero al terminar el tiempo le rompía el corazón en mil pedazos y no la volvía a buscar jamás, pero en este caso...
- Se encontraron – interrumpió Sesshomaru- es decir que Kagome fue una de esas chicas y ella si se enamoró.
- Si- las lágrimas comenzaban a caer- tu padre y yo hablamos con él pero no nos hizo caso, tiempo después no esteramos que Kagome era una de esas víctimas y que era la hija de mi mejor amiga de la infancia, no sabía ni como acercarme a ellas hasta que tu padre me convenció que era lo mejor y ayer cuando llamaste para aceptar venir después de tantas llamadas que te habíamos hecho, íbamos de camino hacia allá.
- Entiendo
- Ella es una buena chica y no se merece todo esto y por lo que vimos esta noche ella aún sigue enamorada de tu hermano.
- No te preocupes madre, ella es una chica fuerte, superará todo esto – dijo mientras la abrazaba, se sorprendió de sus palabras pero su madre era la única persona con la que podía hablar sin esa capa de frialdad- ahora vuelve con los demás antes de que Inu se preocupe.
Dicho esto salió de aquella habitación sin dejar que su madre dijera algo, debía encontrarla, había empezado a llover, buscó por todos lados y no la encontraba hasta que en un lado del jardín escuchó unos sollozos. Se acercó y definitivamente ahí estaba ella, en medio de la lluvia y sus lágrimas mezcladas con las gotas que caían desde el cielo, algo nuevo definitivamente nació en el y se prometió nunca más verla llorar así, sabía que luego se arrepentiría pero no podía seguir solo observando.
Caminó entre la lluvia que empezaba a ser más fuerte hacia donde ella estaba sentada.
- Kagome
Ella no respondía solo seguía llorando, conforme se acercaba a ella la seguía llamando pero ella solo continuaba llorando, en un impulso la tomó en sus brazos y la abrazó y sus gritos fueron más intensos.
- Se va a casar – dijo mientras lloraba.
- Lo se
- Y yo me creí el cuento de que me amaba – y las lágrimas se intensificaron más
Izayoi veía esa escena con el corazón destrozado, desde que Kagome había nacido la quiso como la hija que nunca tuvo y verla así lo partía el alma. La historia se repetía.
Sesshomaru la tomó en sus brazos mientras, ella solo se aferraba a su pecho y caía rendida.
La llevó a la habitación que antes le pertenecía e Izayoi se encargó de cambiarla para que no tomara un resfriado, pero ya era tarde, tenía la temperatura muy alta. Sesshomaru se encargó de cuidarla para que su madre pudiera dormir tranquila, Kagome pasó toda la noche diciendo entre sueños palabras como: Boda, corazón, Inuyasha. Pero el que más repetía y que más le llamó la atención él era que lo llamaba, decía su nombre, Sesshomaru.
Cuando se despertó horas después se encontraba en su habitación y por lo que pudo observar ya era de noche ¿Habrá sido todo un sueño? No, definitivamente no lo era, Sesshomaru regresó a su departamento, había estado dos días fuera de la compañía y tenía cosas que arreglar pero antes de irse, se dirigió junto a su madre a la casa de la señora Naomi. Izayoi le explicó todo a lo que pasó a lo que ella asintió. Momentos después partieron.
Kagome bajó a la cocina y ahí estaba su madre cocinando mientras los demás estaban durmiendo.
- ¿Mamá?
- Mi niña, sabía que te despertarías con hambre, aquí tienes la cena- le entregó un plato.
- Gracias – dijo mientras comenzaba a comer en la mesa- ¿No fue un sueño verdad?
- No
- Entonces si se va a casar- y se repetía la escena de anoche, las lágrimas comenzaron a salir, su madre se acercó a ella y la abrazó, mientras ella seguía llorando.
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El hilo rojo del destino
FanfictionEl, un alto empresario de una cadena de hoteles, frío, calculador y arrogante, de cabellos plateados, mirada fría pero con ojos color miel parecidos al sol. Ella, una camarera de la cafetería de su familia, estudiante de la carrera de medicina, cabe...