Capitulo 8 La pelicula
Disclaimer: Inuyasha no es mío, los personajes aquí utilizados son de Rumiko Takahashi
Advertencia: Posibles faltas ortográficas que se me escapen.
Salió de sus pensamientos para dirigirse hacia su habitación y cuando miró a su derecha ahí estaba el, a unos pasos de ella, mirándola como la primera vez. Se acercó a ella y se dedicó a observar la luna mientras apoyaba las manos en las barras o pasamanos del balcón.
- Sesshomaru
- Por qué una luna? – dijo con su tono sereno intentando ocultar su curiosidad
- Porque es misteriosa y solitaria pero no deja de ser interesante
- Hmmp- dijo sin despegar sus ojos de la ya mencionada
- Qué te pasó ayer?
- No es algo que tengas que saber- le contestó pero sin el minino tono de enojo o ironía- Como te fue hoy?
- Muy bien- la morena no pudo evitar emocionarse y contarle con lujos y detalles como había sido su día.
- Ya es hora de dormir, buenas noches- dijo mientras se dirigía hacia el interior del lugar
- Buenas noches- respondió susurrando, dio una última vista a la luna y se dirigió hacia su habitación, mañana será otro día.
Al día siguiente se levantó bastante temprano para hacer el desayuno, no solo lo hacía porque Izayoi se lo pidió, la verdad era que no le molestaba hacerlo. Para cuando el mayor terminó de prepararse, ya todo estaba listo en la mesa, café, pan tostado, jugo, huevos y frutas. Koga pasaba a buscar y a llevar a Kagome mientras que Sesshomaru se iba en su vehículo a su trabajo.
Transcurrió así por un mes y varios días, Sesshomaru llegaba tarde del trabajo ya que se estaba acercando el fin del año, mientras Kagome llegaba temprano y se iba mucho más temprano.
El 31 de diciembre Kagome salió mucho más tarde ya que hubieron muchos casos en el área a la que pertenecía, tenía pensado preparar algo para cuando Sesshomaru llegara, pero por lo visto el llegaría más temprano que ella. Cuando ya había salido no quiso molestar al joven Koga ya que ese día era para el estar junto con Ayame, así que cuando iba de camino a casa no pudo evitar comprar una película de terror que había visto, no era muy buena para ellas pero esta le había llamado la atención.
Cuando llegó al apartamento se dirigió a la cocina a beber un poco de agua y cuán grande fue su sorpresa al ver a Sesshomaru cocinando
- Sesshomaru?
- No eres la única que sabe cocinar
- Quieres que te ayude? Compré una película
El mayor solo le dedicó una ladeada sonrisa, los últimos días habían comenzado a tolerarse más el uno al otro, él se dio cuenta de que su compañía no era tan mala y ella comenzó a entender su actitud y su frialdad. Pasaron el resto de la noche preparando la cena, no era la mejor de todas pero era mejor que nada, luego de haber cenado se dispusieron a ver la película para ir a dormir.
A media noche, Kagome no podía dormir, hizo de todo para tratar de conciliar el sueño pero no podía, algo le aterraba. Así que como última instancia se dirigió a la habitación de Sesshomaru. Luego de haber tocado por lo menos 5 veces, respondió.
- No puedes dormir?
- ...
- Para que rayos compraste esa película si eres una miedosa?
- No soy miedosa – dijo alzando la voz, a las 3 de la mañana
- Si lo eres, piensas que el monstruo está en tu habitación
- Quien te crees que soy? Tengo 24 años- efectivamente era eso lo que estaba pensando
- Pareces de 4 - dijo mientras se dirigía a la cocina seguido de Kagome- mañana no tienes trabajo?
- No
- Mañana saldremos
- Quieres salir con una niña de 4 años?
- ... - no dijo nada, apagó la luz y se dirigió a su habitación
- Hey, no me dejes- dijo Kagome mientras corría detrás de el
Al día siguiente, salieron a hacer las compras del supermercado y de las cosas que faltaban, pasaron todo el día comprando, al terminar se sentaron en una cafetería a tomar algo, todo transcurrió en silencio hasta Kagome se queda mirando fijamente a Sesshomaru y le dice
- Eres tan parecido a Inuyasha y a la vez tan distinto
- No sé cómo pudiste enamorarte de un idiota como el
- En los sentimientos no se puede mandar
- Claro que si, deshazte de ellos y ya
- No es tan fácil como dices- dijo mientras ocultaba su rostro detrás de su flequillo
Con Kagome era la única persona con la cual se podía quitar un poco su capa de frialdad ya que en estos días con su carácter y su forma, le había demostrado que era una persona que valía la pena tratar y al ver que fue el que ocasionó ese cambio en ella, se sintió la peor persona del mundo. Se acercó a ella, tomó su rostro en sus manos y le dijo "No mereces estar así por un estúpido que no te supo valorar" se acercó a sus labios y ...
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El hilo rojo del destino
FanfictionEl, un alto empresario de una cadena de hoteles, frío, calculador y arrogante, de cabellos plateados, mirada fría pero con ojos color miel parecidos al sol. Ella, una camarera de la cafetería de su familia, estudiante de la carrera de medicina, cabe...