Capítulo 4: Te sigo amando

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Una nueva vida, un nuevo comienzo. Era lo que me estaba ofreciendo mi padre, un nuevo comienzo con trazos del pasado que permanecían latente en mi, pero al fin y al cabo una oportunidad para renacer, comenzar desde cero.

Miles de pensamientos pasaban por mi cabeza, algunos me decían que debía aceptar su oferta mientras que otros se negaban a la simple idea de volver a la bahía. Era un sentimiento extraño, un tanto bipolar, que se situaba entre el miedo y las ganas de volver allí, pero también con la esperanza de quizás volver a ver a Max. Y aunque me había prometido a mi mismo olvidarme de ella no sabia hasta que punto iba poder cumplir con mi compromiso. Ella siempre había sido mi debilidad, mi talón de Aquiles. Yo era capaz de hacer cualquier cosa por ella, incluso ahora sabiendo que no teníamos nada.

Por otro lado estaba Alex, mi querida amiga con derechos. Desde un comienzo cometí el error de no aclarar nuestra relación y definirla como una relación de interés sexual. Y aunque yo mismo fui el que dejo que los sentimientos se apoderaran de nuestra relación estos nunca habían sido parejos, su entrega hacia mi siempre había sido superior que la mía hacia ella. Alexandra era una mujer maravillosa, tierna y afable, era solo que ella no era Max, mi cuerpo no reaccionaba a sus caricias, ni a sus besos como lo hacia con Max. Y de cierta forma eso me hacia sentir culpable, al hacerle entender que esto era amor verdadero o al menos que estaba cerca de serlo. Además me había comprometido con ella, yo mismo le había pedido una última oportunidad creyendo que esto seria para mejor, pero ahora mis propias convicciones jugaban conmigo y me hacían pensar si esto era realmente lo que quería..

Trate de centrar mis pensamientos sentándome sobre uno de los sofás que estaba en el edificio. Necesitaba tener al menos por un minuto mi cabeza en blanco, sin ningún pensamiento que la nublara, pero la mano de mi padre sobre mi hombro me trajo de vuelta a la realidad.

- Te noto preocupado Nathan, todo bien?

Dijo demostrando cierta "preocupación"?.

- No es nada, es solo que de verdad crees que sea capaz de hacerme cargo de todo esto!

Le respondí levantando mis manos aludiendo a la serie de edificios. Y de verdad nunca me había visto a mi mismo como un "hombre de negocios" me era casi imposible imaginarme como un serio y solitario empresario en el lugar que alguna vez había sido mi hogar. Volver allí se estaba transformando en uno de mis mayores miedos.

De pronto mi padre se puso delante de mí captando mi atención

- No, no es eso.

Afirmo seriamente.

- Hay algo más, lo puedo ver en tu mirada.. Sientes miedo de volver a tu pasado y encontrarte con algo o alguien, no es así. Todo esto es por volver a Arcadia Bay?

Me cuestionó fijando su mirada.

- De que estas hablando?

Le respondí desentendido, tratando de ignorar lo que decía.

- Vamos Nathan puede que últimamente no sea muy cercano a ti, pero soy tu padre y te conozco bien.

- No, tu no me conoces!

Le respondí un poco alterado alejándome de el.

- Ok, solo calmate, todo esta bien.

- Nada esta bien!

Le rectifique quedando nuevamente frente a el.

- De verdad crees que por ofrecerme tu empresa de un momento a otro eres el mejor padre del mundo! No tienes idea todas las veces que necesite un simple consejo de tu parte y no estabas allí. Y no me vengas ahora con la mierda de "te conozco por que eres mi hijo" si de verdad supieras lo que es la maldita paternidad hubieras sido un PADRE y hubieses estado cuando te necesitaba.

Sigues Siendo Mi Obsesión (Caulscott fancic, 2da parte de Eres mi obsesión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora