Capítulo 11: Verdades amargas

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Mi hermano? como podía ser que de un día a otro tuviera otro hermano a parte de Kristine. Mi familia siempre había sido pequeña, bueno al menos la mía. Los Prescott se caracterizaban por tener una gran descendencia en hijos, pero mi padre había roto esa tradición teniéndonos solo Kristine y a mí o al menos eso era lo que creía hasta ahora.

Pensándolo bien, Kevin tenia casi mi misma edad. Lo que significaba que durante más de veinte años mi padre había mantenido oculta su existencia. Pero porqué traerlo de vuelta ahora, después de tanto tiempo?

Dios, esto era tan confuso, de un minuto a otro todo tenia extrañamente sentido. Sus conversaciones ocultas, la manera en que el lo trataba, la manera en que el trataba de integrarlo a mi vida diaria. Ahora todo tenia una razón y se veía más claro, pero de todas formas no dejaba de ser extraño.

- Nathan, estas ahí?

Pude escuchar a través del teléfono, era Max. Aun seguía hablando conmigo.

- Nathan?

Dijo nuevamente, pero esta vez con un tono de voz más fuerte.

- Si, si estoy aquí Max.

Le respondí saliendo de mis pensamientos.

- Escuchaste lo que te dije, estas bien, quieres que vaya a tu oficina?

- No, no. Estoy bien. Dime estas segura que Kevin es hijo de mi padre?

Le cuestione rápidamente.

- No lo sé Nathan..

Dijo Max dejando escapar un suspiro.

- Solo encontré un recibo por un examen de paternidad a nombre de el y tu padre. No hay resultado, no hay nada.

- Pero buscaste bien?

Insiste, subiendo mi tono de voz.

- Claro que lo hice, pero no hay nada. Nathan, solo.. solo te pido que no actúes de forma impulsiva con tu padre y menos con Kevin.

- Porqué, acaso los estas defendiendo?

Le cuestione un tanto molesto.

- Claro que no Nathan, es solo que creo que aveces la gente tiene sus razones para mentir, para ocultar la verdad. No crees?

Dijo Max generando sentido en lo que decía. Cuantas veces yo mismo le había mentido a tantas personas, incluyéndola a ella. Con el fin de preservar algo, de no corromperlo con la verdad.

Bueno, al menos quería pensar que era así. Aunque la vida me demostraba por más que uno se esforzara en esconder la verdad, está tarde o temprano quedaba expuesta a los demás. Como pasaba ahora con mi padre. Me pregunto como reaccionaría Kristine al saber esto, o mi madre que de forma tan abnegada había estado siempre a su lado. Dios, cuanto drama veía en el futuro de mi familia.

Decidí decirle a Max que pasaría por ella en la noche, me asegure de memorizar la dirección de su casa. Luego de unos minutos me levante de mi escritorio y comencé a ordenar algunos papeles que estaban repartidos por toda mi oficina. Odiaba ver este lugar desordenado, hacia parecer que el trabajo jamas iba a terminar. Bueno en eso estaba cuando de pronto la puerta de mi oficina se abrió, era Kevin quien se asomo tímidamente por la puerta.

- Disculpa Nathan, solo venía a decirte que me voy. Termine mi turno.

Dijo retirándose rápidamente por la salida.

- Espera!

Dije en un tono fuerte llamando su atención. Necesitaba sacarme esta duda que me carcomía por dentro. Kevin camino unos pasos y se puso nuevamente en la entrada de la puerta, levantando levemente sus cejas, como preguntándome "qué es lo que pasa?", pero yo no fui capaz de decírselo y solo le dije que lo olvidará. El me miro más que extrañado, pero luego se fue.

Sigues Siendo Mi Obsesión (Caulscott fancic, 2da parte de Eres mi obsesión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora