Book Keepers

{05} Fazio Astori y Hayanne Moro

—Tuvimos muchas diferencias —me respondió Hayanne después de un largo rato, hace años atrás cuando la cuestioné sobre la razón del por qué odiaba tanto a mi Comandante.

Nunca me atreví a cuestionarla sobre aquellas diferencias, preferí dejarlo como estaba, ya que la simple pregunta recuerdo que la hizo ponerse muy nerviosa e incómoda de una manera que nunca la había visto.

Así ha seguido hasta hoy, hasta la sala de defensa 07 en donde mis dos generales se enfrentarán en un duelo cuerpo a cuerpo a petición del rubio Rosenstock. Mi mentora se ha cambiado su uniforme negro con líneas rojas a una franela de tirantes pegada a su figura y unas mallas grises. Se ha quitado los zapatos dejando a la vista el color rosado con flores blancas en sus uñas, y se ha agarrado su rubia melena en una coleta alta, dejando unos cabellos rebeldes cayendo por los lados.

A mi lado, ella hace ejercicios de calentamiento y flexibilidad antes del combate, mientras que yo me encargo de fulminar a Józef con la mirada, algo que él no parece advertir al tener aquella sonrisa de complacencia pegada a su rostro.

¿Cómo se le ocurre meterles en la cabeza a dos personas llenas de rencor como Hayanne y Fazio la idea de combatir cuerpo a cuerpo? ¿Por qué? ¿Qué consigue con esto?
Todos en la base sabemos la terrible relación que se tienen la rubia y el pelinegro, así que ¿para qué ponerle más leña al fuego?

—No mires así a las personas Kassy —regaña Cyprian a mi lado—, es una falta de respeto. Si quieres hacerle algo mejor jala la palanca del baño cuando se esté bañando.

Dejo escapar una sonrisa mientas lo golpeo levemente en el codo. —No lo comprendo Cyprian —pronuncio—, ¿cómo puedes estar de acuerdo con esto?

Mi hermano adoptivo se encoge de hombros despreocupado. —Conozco bien a Józef —comenta en su defensa—, sería incapaz de crear una controversia como ésta sin razón alguna. Estoy seguro de que sabe lo que hace, y no importa qué sea, siempre es para bien de los demás.

Bufo enojada. —No para el mío.

Cyprian me da una mirada de compasión, sabe que ahora ya no puede contradecir lo que digo, porque tanto él como yo, y como todos los presentes en la base, saben el profundo odio que me guarda Józef Rosenstock.
Un sentimiento que comenzó desde el día en el que seleccionamos nuestros nombres permanentes.

—Kassy no creo...

—No interesa —lo corto—, no creas que me sigo sintiendo mal cada vez que lo escucho, después de tantos años, me he acostumbrado.

Al principio fue muy difícil debo admitir, pero bueno, antes era una pequeña niña que no había madurado aún, lamentándome noche tras noche por haber perdido a alguien que consideraba de mi familia.
Fue duro, pero me recuperé y entendí que no puedes depender por completo de nadie.

Ya he dejado de preguntarme el por qué me detesta Józef, y después de cómo ha actuado conmigo en todos estos años, puedo decir orgullosamente que me importa muy poco.

—¡Al centro los contendientes! —exige Rosenstock impasible, no entiendo qué pretende, tan solo sospecho que tiene que ver con la relación que tienen Fazio y Hayi. ¿Estará tratando de que hagan las paces? Eso podría ser una posibilidad, me digo, mas si es así, ¿por qué un combate? ¿Por qué no una sencilla plática que involucre sentimientos y palabras?