Cerró la puerta del taxi, se apartó el pelo de la cara, e inspiró.
Sonriente, cruzó la pasarela del barco y se encaminó a su cuarto.
Muchos la saludaban por el pasillo, y ella contestaba de vuelta. En realidad, lo había echado mucho de menos.
Empujó la pesada puerta del camarote y se quedó mirando la habitación ; justo como la recordaba. Solo que mucho más ordenada.
- ¡ Ray ! - gritó una voz a su espalda y la abrazó con fuerza por detrás.
Ella se volvió hacia su amigo y lo apretó contra si.
- ¡ Matty !
- Cómo te he echado de menos pequeña - sonrió tirando su pequeña maleta encima de una de las camas - ¿ has visto ya a los demás ?
- Que va, ¿ vamos al comedor ? - sugirió.
- Claro - aceptó él.
(...)
- Hola Baicon - saludaron sentándose junto a él.
En todo el comedor los amigos se saludaban y se contaban las últimas nuevas de las vacaciones.
- ¿¡ Sabíais que los R-hocks ganaron la final del campeonanto de hockey sobre hielo ?! - chilló enfadado sin responder a su saludo.
- Sí, claro - respondieron divertidos mirándose entre ellos.
- Genial, mi equipo favorito gana el mundial y mis mejores amigos no se dignan a decírmelo - masculló molesto levantándose de la mesa.
- ¿ Sabes Baicon ? - le gritó Matt mientras el grandullón se alejaba a preparar algo en la cocina - ¡ Te veo más delgado !
Obtuvo por respuesta un corte de manga acompañado de un bufido.
Ryan estalló en carcajadas. Amaba estar de vuelta.