Ryan caminó apresuradamente hacia el despacho del capitán.
Tenía que saber qué hacía él allí.- ¿ Capitán Lagross ? - tocó la puerta un par de veces y aguardó a su orden pacientemente.
- Adelante- Ryan empujó la puerta con fuerza y la cerró después de entrar. El capitán la miró confundido - Heming, ¿ necesitas algo ?
- Yo .. - dudó ella retorciendo sus dedos nerviosa - Evans...
- Si... - le animó a seguir hablando.
- Y-yo creía que él estaba en la cárcel. Salió en las noticias.
- Y así era. Cumplió condena hace unos días y le dieron a elegir entre trabajos comunitarios o el ejército. Ya sabes que escogió - le explicó y frunció el ceño - ¿ Tienes miedo de él, es eso ?
- Sí - admitió con un suspiro.
- Tranquila, Ryan. No te va a pasar nada - la tranquilizó dándole una palmadita en el brazo.
Pero cuando ella salió del despacho no estaba tan segura.
(...)
- Así que soldado Heming - le habló una voz mientras abría la puerta de su camarote. Con solo oírla, sintió escalofríos- No tenía ni idea de que te habías alistado a la marina de los EU.
- Ni yo de que hubieras salido de la cárcel. ¿ Has pasado una estancia agradable durante estos años ? - espetó con rabia. ¡ Tan solo había sido condenado a cinco años ! Vaya mierda de justicia. Aún recordaba el momento en el que el abogado defensor alegó que el acusado era menor de edad, sin familia, y con un problema obsesivo diagnosticado, y que por ello se le debía de imponer una sanción leve.
- Me lo imaginaba bastante peor, la verdad - rió divertido, y ella contuvo las ganas de partirle la boca de un puñetazo. También era relativamente nueva, y no quería meterse en problemas.
- ¿ Qué quieres , Evans ? - suspiró cansada cruzándose de brazos.
Nick acercó tanto el rostro al suyo que casi podía olerle el aliento. Trago saliva e intentó ocultar lo asustada que estaba.
- Aún nada, pequeña Ryan. Aún nada- susurró, provocándole escalofríos.