Un día después de aquella llamada, el Capitán junto con el teniente Darren y Ryan fueron llamados a la oficina central de la Marina de los Estados Unidos.
Los tres se miraron entre sí, sabiendo por adelantado de que se trataba. Aparte, estaban bastante confundidos. Ellos eran los únicos que lo sabían.
- Capitán Lymington y compañía, pueden pasar - les informó la secretaria desde su mesa, mirando unas cosas en el ordenador.
Los tres entraron de uno en uno, como condenados a muerte, y cerraron la puerta.
- ¡ Tex Lymington ! - sonrió el Almirante levantándose de su silla para darle un abrazo.
Los tres hicieron inmediatamente el saludo militar, que él respondió con una sonrisa.
- Pueden sentarse. Me alegro de verle , Capitán, una pena que sea en tales condiciones - suspiró arrimando la silla a la mesa- Supongo que sabe el motivo de su visita.
- Lo siento, la verdad es que no - mintió él. Más valía no adelantarse.
- Bueno, se lo explicaré. Uno de sus hombres confesó haber escuchado una conversación entre usted y el teniente Darren sobre una chica, y más tarde vió salir a la señorita Heming de su habitación. Saben , especialemente usted Capitán, que las relaciones están prohibidas en el mismo barco, que pueden entorpecer las misiones que llevamos a cabo.
Ryan tomó una decisión y comenzó a elaborar su mentira con rapidez. En ese momento, su carrera le importaba una mierda.
No quería que él saliera perjudicado.
- Disculpe, Almirante General, pero hay algo en lo que usted se equivoca- Darren y Tex le miraron con los ojos muy abiertos, preguntándose qué demonios estaba haciendo - El Capitán y yo no tenemos una relación. Me encapriché con él desde que lo vi, y yo persigo todo lo que quiero. Seguí al Capitán Lymington hasta sus habitaciones e intenté seducirle, aunque la cosa no salió bien, ya que él no me dejó. Lo siento de verdad, fue una estupidez - y para hacer más creíble su relato clavó la vista al suelo, como si estuviera avergonzada.
- Estoy confuso. El informador dijo que oyó claramente que el Capitán le confesaba al teniente Darren "La quiero" - contraatacó él y Ryan tragó saliva. Pero por suerte, Darren contribuyó a la mentira. Tampoco él parecía querer que todo el esfuerzo de Tex durante tantos años se echara por la borda.
- El delator debió de haber escuchado mal. El Capitán, airado, vino a mi para decirme "Fuera del barco la quiero". Aunque le convencí para que le dejara a la señorita Heming unos días de prueba. Si ella no hacía ademán de volver a retomar el tema, no había razón para hundir su carrera.
- Está bien. Sin embargo quisiera tomar medidas, puesto que no sé cual de las versiones es la real.
Tex apretó los puños y los miró furioso. ¿ Cómo se les ocurría mentir así ? ¡ Seguro que ahora ellos cargarían con la culpa !
- Capitán Lymington y Teniente Darren, continuarán con sus labores como hasta el momento. Señorita Heming, he tomado la decisión de cambiarla de barco. Seguirá con su carrera, espero que no haya inconveniente- Ryan asintió apretando los dientes.A pesar de todo, habían salido bien parados. Aunque todo iba a ser imposible a partir de ahora. Apenas vería a Tex una vez al mes, ni a sus amigos...
Y todo por el estúpido traidor.
- Señor, ha llegado el Capitán Alexander Lagross- informó la secretaria abriendo la puerta tras llamar en ella.
- Que pase- confirmó él.
- ¿ Alex ? - se levantó de la mesa sorprendido.
- ¡ Lymingway ! - rió dándole un abrazo, de capitán a capitán- no te veo desde que trabajamos en el 'Riss' con el General. Quitando las convenciones, por supuesto. Así que eres tú el que se ha enrollado con la soldado..
El moreno de ojos azules recorrió a Ryan descaradamente con la mirada y se volvió hacia su antigüo compañero con una sonrisa divertida.
- Es entendible.
Las mejillas de ella se tornaron rojas como tomates.
- Soldado Ryan Heming, te presento al Capitán del "American Odissey" , Alexander Lagross. Tú nuevo Capitán.
