- Ryaaan - escuchó una dulce voz en su oreja.
Ella se removió entre las sabanas y apartó de un manotazo aquel sonido.
- Un ratito más - ronroneó haciéndose una bolita en la cama. Por nada del mundo quería despertarse.
- Está bieeen - accedió y Ryan sonrió contenta, preparada para echar otra cabezadita.
- ¡ AHH ! -gritó incorporándose de un brinco de la cama al sentir el agua helada. Tal fue su reacción que acabó espachurrada contra el suelo.
- JAJAJAAJ - se desternilló su compañero mirándola.
- ¡ Matty ! - se quejó molesta, pero como no tenía fuerzas para una pelea, obligó a sus pies arrastrarse hacia el baño. Parecía un zombie.
- Cualquiera diría que ayer no dormiste - abrió la puerta y se lavó la cara, sin importar que su amiga estuviera a cinco pasos haciendo pis.
- Y no lo hice - se levantó Ryan tirando de la cadena y apartando a Matt de un empujón para usar el lavabo - estuve toda la noche despierta.
Su amigo la miró con la ceja levantada y ella se puso colorada.
- ¡ No, no por eso !
Él la siguió mirando igual.
- ¡ Que no , Matty ! - insistió como un tomate y se echó agua en la cara para despertarse un poco.
- ¡ Estás saliendo con alguien ! ¿ Y no vas a contarmelo, pedazo de perra ? - gritó ofendido señalándome.
- Te equivocas- replicó ella, y con el uniforme bien puesto huyó hacia el comedor.