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Un ahogado grito intentaba salir de la boca del demonio pero en solo conseguía escupir sangre ante el shinigami que no podía parar de reír estrepitosamente.
- No vas a salir de esta - Undertaker retorcía el arma en el interior del demonio que escupía sangre intentando coger aire. Unos golpes a la puerta interrumpía la situación.
- Oye... ¿Pasa algo? - Con un ágil movimiento el peliblanco saco el arma del interior del demonio y adoptó la forma de gato de nuevo.- ¿hola?
- No es nada - Sebastián quitaba corriendo la alfombra y la colcha empapadas en su sangre - creo que he cogido frio
- Vale...asta mañana - Ciel no muí convencido volvía a su cuarto encontrando su felino compañero sobre su cama. Ciel pasaba su mano por el pelaje del animal mientras se recostaba en la cama - Sebastián Michaelis... - a penas un susurro salió de sus labios - Taker ¿no es raro? Se llama igual que el mayordomo del edificio abandonado... - se tapó con las mantas metiendo al gato con él - Ese sitio es una caja de sorpresas ¿no es interesante? Es como si ya supiera de antes la historia del lugar - su voz se atenuada y los ojos del menor se cerraban poco a poco cayendo rendido en un sueño profundo.

Ciel estaba enbuelto entre calidas mantas y el suave olor del té junto a algunos rayos de sol lo despertaban suavemente.
- Buenos dias bocchan - la cariñosa voz del hombre que amaba sonaba cerca y notaba como se metia en la cama junto a el, su piel era suave y de un olor agradable .
- mmmm ... - ciel se removía abrazándose al torso desnudo del mayor, sin siquiera abrir los ojos sabia que el otro lo miraba con cariño y el solo anhelaba quedar ahí acurrucado a la calidez del mayor eternamente . Las manos del otro acariciaban suavemente la espalda del menor y le daba un pequeño y tierno beso en la frente. - Despierta dormilón - Era un sentimiento cálido el que lo llenaba, hubiera querido quedarse así por siempre...pero no fue así... Ahora lo rodeaba el frío el hombre de antes estaba ahí, no conseguía ver su rostro pero sabía que era el mismo, el hombre corría intentando hacer algo, parecía desesperado. Un extraño sentimiento lo encarga, como si fuese muy alarmante ver ese hombre así, aun así confiaba en él.
"esta humedo" pesaba Ciel que mirando a su alrededor se daba cuenta de que todo el suelo estaba cubierto de sangre, desde las paredes asta el suelo, incluido el.
"es frio" nota como cada vez su cuerpo queda más gélido y pesado. Ciel se desespera intentando moverse, por algún motivo quiere decir unas palabras pero la voz no le sale, apenas se escuchaba unos gorgoteos. El hombre presiona con fuerza el vientre de Ciel
- Tranquilo, ya estoy aquí - llega a escuchar tenuemente notando como las lágrimas del hombre lo bañan "no es tu culpa" quería gritar pero solo salían gorgoteos de su garganta y la vista se le nublaba "¡no es tu culpa!" todo se volvía penumbras y sentía como una punzada lo atravesaba al notar ese hombre abrazarlo y llorar desconsoladamente - ¡No me dejes! - "¡NO ES TU CULPA !" ...después nada, la más aterradora nada...

Ya era tarde...

- ¡NO FUE TU CULPA! - se despertó de un salto gritando, estaba empapado en sudor y lágrimas. Había sudado tanto que asta las sábanas estaban caladas. Miro el reloj, eran las 5:45 am y el ya estaba totalmente despierto. Dejo salir un pequeño suspiro y remoloneo un poco ¿quien era ese hombre? Ciel asta el momento, en sus 16 años de vida había sido total y absolutamente asexual y antisocial, pero ese hombre... Solo recordarlo le dejaba un agradable sentimiento, sentía la necesidad de abrazarlo, de tocarlo y consolarlo, pero no sabia nombre ni rostro además era un sueño.
- Miaaaau - El gato miraba curioso con sus grandes orbes esmeralda y golpeaba suavemente la cara del muchacho con la suave zarpa
- No te preocupes, ya sabes, otra pesadilla... Aunque esta... Era diferente... - Ciel se tapó los ojos con el antebrazo intentando recordar - tengo que recordar quien era el...¿es extraño enamorarse de un sueño? - finalmente se levantó y comenzó a cambiarse despacio como dándose tiempo para recordar. Entre cambiarse y recoger algunas cosas eran las 7 y decidió bajar a desayunar encontrándose con el invitado en la cocina, Sebastián estaba cocinando y por la luz que entraba por la ventana se percibía solo la silueta. Una silueta alta y delgada, con su cabello recogido hacia atrás con pinzas y un pantalón de pijama sin camisa. Un extraño dolor invadió al menor, era una mezcla de nostalgia, urgencia y familiaridad. Como si tuviese que recordar algo con urgencia. Se sujeto la cabeza tratando de recordar que era.
-¿estas bien? - la voz del mayor lo sacó de sus pensamientos
- Si ,es que no he dormido bien - Ciel reía quitando hierro al asunto mientras el otro le servía el plato - ¿has hecho todo esto tu solo? ¿Y con lo que había en la nevera?
- Es como agradecimiento - quedo pensativo un momento el menor antes de reaccionar
- Es mucho - Ciel saco otro plato echando una cuarta parte del pato que Sebastián había preparado - no tengo tanta hambre, puedes comerlo tu si quieres - comió su parte lentamente y enseguida salió al prado seguido por el mayor - Me voy a ir un rato, puedes limpiar los abrevaderos o algo - mientras hablaba ensillaba la yegua y antes de que Sebastián pudiese reprochar ambos habían desaparecido camino a la mansión, Ciel siempre había sido un buen jinete y por algún motivo el nuevo Ciel amaba montar. Sebastián suspiro resignado viendo como aquel gato plateado salía por detrás del menor a toda velocidad

Kuroshitsuji : EtéreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora