Capitulo XXXI

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Iba por los pasillos de la estación pensando donde podria encontrar a Parker, la hora que era seguramente que estaría en la sala de control. Ya habría repartido las funciones al personal de seguridad y comprobado que todos los sistemas de la base operaban correctamente. Se habría reunido con todos los jefes de sección para que le entregaran el informe diario de las instalaciones, practicamente estaria echo todo lo que debia haber yo. Era un buen hombre y un mejor suboficial, si decidia continuar en el ejercito, o si lo dejaban después de lo que estábamos a punto de hacer pronto llegaria a ser un magnífico oficial.

Había abandonado el recinto de descanso de los científicos y me adentraba en la del personal militar, como era lógico estaban separados. Me extrañaba que no me tropeze con nadie, era una base inmensa pero no tanto como para no encontrarme con alguien a estas horas del día. No le dí mayor importancia, sería una simple casualidad y continue mi camino.

No puedo explicar la sensación que sentí cuando pase al lado del pabellón de los dormitorios, pero un escalofrío recorrió todo mi cuerpo que me obligo a detenerme por que creí escuchar los aullidos de los Necromorph. Parado frente a la puerta dudaba si entrar o seguir mi camino, algo dentro de mí me decía que ocurria algún suceso fuera de lo normal detras de esa puerta. Saque mi arma y me decidi a entrar.

Introduje la tarjeta de seguridad que me daba acceso a todas las zonas de la base como comandante para abrir la puerta. Asomé la cabeza un poco para ver si había alguién en la habitación, en la primera inspección no logre ver, por lo tanto entre con mucha precaucion. Pues tenía la percepción de que me observaban, aunque por el momento no podia verlo. Extraje mi arma de su funda, le retiré el seguro para tenerla preparada por lo que pudiera encontrarme. Me acerque a la siguiente puerta, que era la que conducía al dormitorio. Cuando estuve lo suficientemente cerca extendi el brazo y abri la puerta. Me agaché para echar una ojeda, al igual que antes desde esa posición no contemplaba nada, pensé que me estaba volviendo paranoico, que todo era fruto de un exceso de sugestión por parte de mi cerebro que me estaba jugando una mala pasada.

Me incorporé recriminándome mi estupidez, esto era inaudíto en mí, hace unos años no me hubiera encontrado en esta situación pues me guíaba por los echos y no por escalofríos o sensaciones me estaba volviendo un blandengue. Lo achaque a esta atmosfera enrarecida, o a la falta de ella, al estar encerrado entre estas cuatro frías paredes de titaneo que habían atrofiado mis sentidos, o al menos mermados.

Me giré para irme, estaba a punto de guardar el arma en su funda cuando por el rabillo del ojo pude una sombra detrás de mí. Me volví todo lo rapido que fui capaz pero no conseguí esquivar el golpe que recibi en el hombro derecho que me lanzó hasta el otro extremo de la habitación. Durante un instante me encontre semiinsconciente debajo de la mesa que me cayo encima, cuando recobre el conocimiento pude comprobar con estupor que era un Necromorph. Para ser más exactos era el cuerpo del cabo Stell, esta afirmación la hago remitiendome a las pruebas visuales que alcanze a ver,  que eran que aún le quedaba algo de su uniforme pegado a la piel, echo jirapos pero se leía perfectamente su nombre. Seguramente en su cobarde huída de la mina fue atacado por una de esas cosas, los más probable que fuese herido, lo que no me explico es como supero los controles de seguridad para acceder a una de las naves que nos transportó hasta la base Atlantis, imaginó que se aprovecharía de su rango para engañar algún incauto para que lo dejara introducirse en la ya mencionaba nave. Desembarcar de ella fue más sencillo, debido al revuelo que formamos al entrar en la base nadie reparo en él. Una vez aquí se encerraria en un cuarto donde sufrió la transformación quedando encarcelado hasta que llegué yo y lo libere de su prisión.

Me incorporé, apunté directamente a su cabeza y le disparé sin cesar. Lo único que conseguí fue hacerle retroceder un poco, lo suficiente para intentar la retirada. Momento el cual aproveche para abrir la puerta y salir corriendo. Sé lo que parece pero una retirada a tiempo da a lugar a volver a combatir. Además la criatura seguia en su cautiverio sin causar ningún problema para la población de la base. Respire profundamente cuando logre salir, mientras detras de mí oía como el Necromorph intentaba derribar la puerta, cosa que sabia que era improbable que ocurriera debido al material tan resistente con el que estaba construida, ya que estaban pensadas para soportar cualquier contratiempo.

Cuando recuperé el aliento destroze el panel de control de la puerta disparándole para que nadie por error pudiera dejarlo en libertad. El subidón de adrenalina me impidió darme cuenta antes de que me encontraba herido en el hombro, ya no sabía como me lo habia producido, si era por el ataque directo del Necromorph o al caer al suelo. Lo que si tenía bastante claro que si era por la primera circunstancia no permitiria la transformación, me volaria la cabeza antes de ser uno de esas cosas. Sería una salida honorable para un soldado, de momento mantendría en silencio esta nueva adversidad para no generar una alarma innecesaria, si acaso se lo contaría a Shanon por si podia ayudarme en calidad de cientifica, claro esta.

Sali de allí a paso ligero hacía la sala de control de la base, que era a donde me dirigía desde un principio, me seguía pareciendo extraño no encontrarme a nadie en mi camino, pero no queria dejar volar a mi imaginación, seguramente tendría una explicación razonable que llegado su tiempo me informaria.

No se lo que le ocurría pero mi tarjeta no me dejaba acceder a la sala de control, lo intenté en varias ocasiones, incluso froté la banda magnética con mi camisa para probar si así funcionaba, pero no obtuve ningún resultado. Lo único que se me ocurrió fue golpear la puerta con ambas manos para atraer la atención de los que se hallaban dentro para que me facilitaran la entrada. A quien llamé la atención fue a cuatro o cinco Necromorph, no tuve tiempo para contarlos, que se me acercaban por mi derecha, más rápidos de lo que yo recordaba y deseaba.

-¿ Ahí alguién, ahi ? , ¡ Por el amor de Dios ! , ¡ Abridme la puerta ! . - grité a pleno pulmón, golpeando la puerta aún más fuerte.

Por fortuna se apiadaron de mí, un alma caritativa accionó el mecanismo de apertura manual. Me tiré al suelo cuando calculé que la puerta subio lo suficiente para pasar arrastrándome.

- ¡ Cerrarla ! - volví a gritar a los pies  que se alzaban delante de mí. Como no podía ser otro mi salvador era el soldado Parker, mi segundo al mando que me ofreció la mano para ayudarme a levantarme del suelo.

Después del asombro inicial por los nuevos acontecimientos acaecidos le pregunté que demonios había ocurrido para que hubiera Necromorph en la base, ¿cómo ha llegado el virus hasta aquí ? Le acribillé a preguntas hasta que el me interrumpió con la excusa de que le estaba acosando, exaltándome demasiado, hasta el punto de perder los nervios.

Su respuesta definitiva fue que no sabía nada, que esta mañana cuando se incorporaba a su puesto de trabajo le atacaron inesperadamente, que como yo llegó a la sala inestremí, entonces ordenó precintar la sala como medida de seguridad obviamente.

Durante unos minutos me mantuve en silencio, pensando o más bien especulando como habíamos llegado a esta situación. Al volver en mí le confesé a Parker y a todos los allí presentes que me estaban escuchando que había encontrado al cabo Stell en una de las habitaciones del pabellón del cuerpo de seguridad convertido en uno de esos monstruos. Escuchaba como algunos asombrados se preguntaba como había llegado aquí si yo lo maté en la subestación. Eso fue culpa mía por no haber añadido más medidas de seguridad que controlaran el acceso a las naves, pero quien podía imaginar que sucederia esto, si parecía que lo habiamos dejado todo bajo control en la mina. Yo me hacía la misma pregunta pero llegue a la conclusión que al matarlo acelere su transformación, de lo unico que me arrepiento es de no haberlo matado antes y abandonado su cuerpo en la mina. No se aún como logro embarcar en una de las naves de la subestación para que lo trasladará hasta aquí, tampoco si lo hizo conscientemente o insconcientemente. Lo que supongo es que cuando desembarcó sin remedio alguno se tuvo que tropèzar con varios habitantes de la base, que ataco y por consiguiente infecto. Así suma y sigue hasta Dios sabe cuantos infectados habra ahora mismo. Esa misma fue la siguiente pregunta que le formule a Parker.

Este no fue capaz de concretar el numero exacto de criaturas que podrían deambular por la base a sus anchas, pero si me hizo saber de que en estos momentos todos los que se encontraban fuera de esta sala podrían estar muertos o lo que para mí es peor transformados. Y si aún no era asi pronto lo sería.

Era reaccionó a creer que había perdido la base de esta manera, le habría fallado a todas esas cientos de personas que confiaron en mí para que los desalojara de esta prisión y los devolviera a sus casas. Eso no lo podía permitir, al menos no sin luchar aunque en ello me fuera la vida e iba a comenzar ya sin más demora, la prisa que me entró era por que recordé que Shanon se encontraba sola ahí fuera, expuesta a esos Necromorph. Ahora que había conocido el amor de su mano no estaba dispuesto a perderlo tan pronto. Se que no procedí correctamente ocultando de mi herida por una de esas cosas a mi segundo, pero me temia, sin dudar a error que me aislarian dejandome a un lado si lo hacia, no podria hacer nada por resolver esta situación.


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