capitulo XXI

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Ella protestaba incansablemente, no compartia el plan que había ideado. No queria separarse de mí, queria que recapacitara que debiamos salir todos juntos o quedarnos unidos en la cueva. Pero no separarnos, no le parecia una buena idea.

Eso para mí no era una solución viable, si intentabamos salir todos a la vez nos darian caza como a conejos, a las pruebas me remito. Me arme de valor, la bese en la boca para despedirme de ella por si las cosas no salian como yo esperaba, y no volviamos a vernos. A continuación informe a mis hombres de mi plan y requeri cuatro voluntarios para que se quedaran conmigo, como era de esperar se presentaron más de los necesarios, sabiendo a lo que se enfrentaban. Una muerte casí segura. Elegi a los que  mayor punteria decian tener, a los demás les ordene que se prepararan para salir corriendo en cuanto nosotros abrieramos fuego, no debian mirar hacía atras bajo ningún concepto y por supuesto no detenerse por nada ni nadie. Tendrian que llegar a la subestación lo antes posible, contarle al capitán todo lo que estaba sucediendo aquí para que tomara las medidas oportunas. Yo intentaria retenerlos lo maximo que nos fuera posible, pero si nos veiamos superados por el enemigo haria volar toda la maldita mina con todo lo que se hallara dentro en ese momento, así que les recomende que no perdieran el tiempo.

Les desee suerte a los compañeros que se iban a quedar conmigo, nos dispersamos para cubrir todos los flancos por donde los Necromorph nos tenian cercados. Cuando los cinco estuvimos en la posición que asigne a cada uno, recargamos nuestras armas al maximo de su potencia, solo entonces  fue cuando les hice una señal para que salieran corriendo como alma que lleva el diablo. Al mismo tiempo que mis hombres comenzaron a desplazarse hacia la salida de la cueva empezamos a disparar a discreción sobre esas criaturas con una unica intención de desviar su atención hacía nosotros y que ellos pudieran huir, ya que su destrucción sabiamos que era una ardua tarea. Pero no cejariamos en el intento, disparabamos indiscriminadamente hacía todos lados.

Enseguidas se percataron del engaño al que les estabamos sometiendo, cerraron filas e intensificaron su ataque. Algunos se volvieron hacia los que intentaban marcharse lanzandoles las dichosas esferas de energia, provocando numerosos heridos e incontables muertos, ya que literalmente eran reducidos a cenizas. Nuestro esfuerzo por cubrir la retirada estaba siendo infructuoso, no conseguiamos contenerlos por más que les disparabamos ellos nos lo devolvian con creces no eramos capaces de hacerles frente. Mis hombres caían sin posibilidad de defensa alguna era una lucha muy desigual, comenzaba a pensar que no había sido una buena idea la de separarnos, ahora solo me quedaba esperar que alguno lograra escapar con vida, sobre todo Shanon o todo esto no habría servido de nada.

Alguién me gritó que le lanzasemos las mini bombas que llevabamos como ultimo recurso, seria la unica solución para que algunos de nuestros compañeros tuvieran alguna posibilidad de huir con vida, aunque lo más probable era que a costa de la nuestra. Gire la cabeza hacía donde provenia la voz, le alze el dedo pulgar dando mi conformidad. Si debiamos morir no veia mejor ocasión que esta, dar la vida para que otros pudieran continuar con la suya. Era un orgullo para mí poder hacerlo, al fin y al cabo para eso estabamos, para proteger a los ciudadanos de mi país. Además era la ultima opción que nos quedaba o ninguno tendriamos futuro, ya no me refiero solamente a los que nos encontrabamos allí en ese momento si no todo aquel que volviera a entrar en la mina. No  quiero ni pensar lo que sucederia si alguno de estos Necromorph escapase de aquí consiguiendo entrar en la base Atlantis. De ahí podria viajar hacía la Tierra ,seria la exterminación de toda la raza humana, eso no podia permitir que ocurriera, asi nos costase nuestra propia vida, era un pequeño precio que habria que pagar por la insolencia cometida, creer que somos lo seres más poderosos de todo el universo. Pero esa decisión no me correspondia tomarla a mi solo tenía que ser consensuada por todos llegado el momento.

Vi como Shanon salia de la cueva, detrás de ella lo hacian varios de mis hombres, tres o cuatro lograron sobrervivir, no pude verlos con claridad. Pero en ese momento sentí un gran alivio, primero por saber que ella estaba a salvo y segundo por que nuestro inminente sacrificio no seria en vano. Les dimos unos minutos más para que se alejaran todo lo que les fuera posible y no les alcazanse la onda explosiva. Aquí abajo, en estos tuneles se multiplicaria bastante e incluso se podria derrumbar todo dando al traste con el plan.

Mientras tanto seguiamos disparando, en ningún momento habiamos dejado de hacerlo. No conseguiamos matar a ninguno pero al menos los teniamos entretenidos, ahora que no tenían nada que hacer con los que huyeron los Necromorph centraron toda su atención sobre nosotros. Un centenar de esos monstruos se acercaban poco a poco a la posición donde nos encontrabamos, el compañero que estaba a mí derecha gritaba despavorido, lo estaban devorando entre cuatro de esas cosas. Fue una imagen que jamás me hubiera gustado presenciar, de un solo mordisco eran capazes de desmembrar brazos y piernas para a continuación comerselos vorazmente. Se desangraba rapidamente pero aún seguia vivo cuando otro Necromorph  con el apendice que le sobresalia a la altura del antebrazo se lo clavo en la cabeza atravesando sin ninguna dificultad el casco produciendole la muerte y poniendo así fin a su sufrimiento. El cuarto se entretenia jugando con las entrañas de mi compañero, en cierto modo sentía una admiración hacía esas criaturas, esto puede parecer extraño que lo diga pero solo me refiero a su determinacion ante el enemigo. Supuse que ahora vendrian a por mí, no me encontraba a más de veinte metros de distancia de ellos. Lo unica diferencia era que ya había visto como actuaban, yo no estaba dispuesto a terminar así, no seria el segundo plato de ningún ser extraterrestre. Ya me había despedido de todos mis seres queridos, es decir de Shanon, nada me ataba a este mundo. Hacía ya tiempo que estaba preparado para morir pero si tenia que hacerlo vendrian conmigo al infierno todos los que pudiera llevarme por delante.

A los dos supervivientes que aún permanecían conmigo les dije que habia sido un honor combatir a su lado, que recordaran que los Rangers no morian sino que se reagrupan en el infierno. Que nada les iba a imponer yo, pero que actuaran en consecuencia a la situación que nos encontrabamos. No podian pensarlo demasiado por que ya no disponiamos de mucho tiempo, teniamos al enemigo encima. Levantaron el dedo pulgar manifestando su conformidad conmigo. Inmediatamente sacamos las mini bombas que con anterioridad me informaron rapidamente de su funcionamiento y sin perder un minuto las activamos. Cada uno las lanzamos hacia el grupo de Necromorph que más cercano teniamos, nos fuimos lo más rapido que eramos capaces de correr adentrandonos aún más en el interior de la cueva para intentar escapar de la explosión, mientras mentalmente contaba los segundos que faltaban para la detonación. Un instante antes consegui refugiarme en un agujero que estaba excavado entre las rocas. Las bombas explosionaron produciendo una luz cegadora en toda la cueva. Las paredes comenzaron a desplomarse encima de los Necromorph como si de un castillo de naipes se tratasen. Los que no habían muerto destrozados por la explosión se debatian entre la vida y la muerte debajo de las enormes rocas que se desprendieron de la cueva debido a la inmensa detonación que habíamos provocado. Solo nos quedaba rematarlos, pero eso ya era más complicado pues todavia teniamos que averiguar que había pasado con los mios.

Yo me hallaba aturdido, pero vivo. Los oidos me zumbaban incluso me sangraban un poco, de la onda expansiva, no pude escapar del todo, fue devastadora. Por lo demás me encontraba relativamente bien. Tras un breve chequeo de mi indumentaria comprobe que el traje se me rasgo un poco en la pierna, esperaba que no fuera nada grave. Sabia que por ahí podria infectarme con el virus alienigena, ahora echaba de menos la cinta americana, con ella casi lo arreglabamos todo. El otro problema que se me presentaba era que el traje ya no me protegeria de las altas temperaturas que hacían en el planeta, ni de las bajas cuando se ocultaba el Sol, perfectamente podiamos llegar estar a 90 grados bajo cero. Pero no había mal que por bien no venga, lo unico que debía hacer era correr más rapido cuando saliese de aquí. No me quedaba otro remedio que tomarme las cosas con humor.

Verifique que el soporte vital funcionaba perfectamente, no sufrio ningún daño con el derrumbe, es más, aún las bombonas de oxigeno permanecian practicamente llenas. Lo necesitaria para mover todas las rocas que se amontonaban delante de la entrada del agujero donde me refugie y ahora no me permitia salir.

 


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