Capiitulo 6
¨Naraa BELUU¨
Ril me seguía abrazando aunque ya no susurraba cosas bonitas en mi oreja y agradezco que lo haya dejado de hacerlo porque verdaderamente no funcionaba, no me hacia sentir mejor.
-Beluu...-Llamo ambar dulcemente.
Yo me levante lentamente, secándome las lagrimas
- Te llevare a casa, vamos.
Asentí y me puse de pie, me puse los tacones otra vez y comenzamos a caminar hacia su auto. Ella rebuscaba cosas en su bolso y yo miraba mis manos cuando alguien nos llamo por detrás.
-¿Belen?-Pregunto una voz varonil que conocía perfectamente.
"¿De todas las personas del mundo justo con el me tengo que encontrar, Dios?" Pensé rabiosa. Me di vuelta lentamente y me encontré con esos ojos marrones y ese bonito cuerpo vestido con un traje negro.
Ril retrocedió unos pasos hasta alejarse por completo.
-Belen yo quiero decirte que...- Dijo Donghae acercándose a mi, lo que yo retrocedí unos pasos.
-¿Creíste que la canción me haría olvidar de que jugaste conmigo, Donghae?- Pregunte odiosa- Pues déjame que contestarte que no.
-Yo, yo..
-No puedes de un día para el otro dedicarme una canción que hablaba de... amar- Respire hondo- Nosotros jamás podremos amarnos y tu tren ya paso, me di cuenta que no eras lo que quería.
Sus ojos volvieron a tornarse marrones oscuro, borrando cualquier rastro de esperanza.
-Lo lamento pero llegaste tarde- Dije dándome la vuelta y marchándome. Había cumplido con mi promesa, había vencido a Donghae.
Dolía, claro que lo hacía. Pero a veces, no necesitamos todo lo queremos y yo necesito amor pero necesito un buen amor, como Kiseop.
Llegue a casa con mis zapatos colgando de mi mano derecha y algunas lágrimas que caían por mis ojos. Prendí las luces de la casa y cerré la puerta con llave. La fiesta oficialmente había terminado.
Subí a mi habitación lentamente pero al pisar el primer escalón un flashback me invadió la cabeza
-¡Te odio!- Grito mi madre a mi padre en la cocina. Yo tenia 6 añitos y me encontraba haciendo los deberes en el living pero perfectamente podía ver a mi madre y a mi padre discutiendo.
-¿Puedes dejar de gritar, Clau?- Dijo mi padre intentando tranquilizarse.
-¿Que sucedió con el hombre del que me enamore?- Las lagrimas caían por el rostro de mi madre.
-Intento trabajar, deja de gritar- Dijo el volviendo a tomar su carpeta de trabajo.
Mi madre incrédula de que no se apiade de ella al verla llorar, se acerca a la mesa y con odio tira todo al suelo. Haciendo que mi padre se sorprenda.
Mi padre enfadado se pone de pie inmediatamente y le planta una abofeteada en la mejilla izquierda a mi madre. Haciendo que ella caiga al suelo. Yo me sorprendí de tal manera que las lagrimas comenzaron a correr por mis ojos.
-No te vuelvas a meter con mis cosas...- Dijo rabioso.
Mi madre asintió, débil. Y el se marcho de la casa con un gran portazo. Yo corrí junto a mi madre preocupada, tirándome al suelo para ayudarla. Jamas había visto a mi padre golpearla.
-No te preocupes, Rocio- Dijo poniéndose de pie- El amor a veces es violento y cruel pero por esa razón no deja de ser la cosa mas maravillosa del mundo.
Salí del flashback y tuve que sostenerme de la escalera para no caerme. Había olvidado por completo ese día. Mi padre golpeo a mi madre pero ella sin embargo seguía pensando que el amor era lo mas maravilloso del mundo. Y así es como hoy siguen juntos siendo una pareja.
Y esa noche dormí inquietamente ya que la estúpida frase no me dejaba en paz, "el amor a veces es violento y cruel pero por esa razón no deja de ser la cosa más maravillosa del mundo"
Pero yo ya había terminado cualquier relación con Lee Donghae lo nuestro era historia.
A la mañana siguiente me levanto agotada, con odio y confusión.
Aunque desgraciadamente recuerdo perfectamente la noche. Anoche me sentía orgullosa de haber cortado cualquier relación con Lee Donghae pero ahora comenzaba a sentir la necesidad de odiarlo u amarlo, la necesidad de tenerlo en mi corazón otra vez.
Me convencí que no era lo correcto y que debía seguir con mi vida, retomando mi vida. Pero sabia que eso seria estúpido, mi vida jamas volvería a ser la misma.
Mi pijama consistía en un short y una musculosa que tenia rayas por lo que me puse la campera a juego y mis "pantuflas" azules. La luz del sol a las diez de la mañana entraba por la ventana del living.
Era un domingo calmo y solitario. Entre a la cocina algo odiosa por estar sola otro domingo pero feliz de no tener que oír los matutinos chillidos de mi madre. Abrí la heladera de par en par y busque con la vista algo atractivo pero era lo mismo de siempre; frutas, ensaladas, lácteos y alguna que otro pedazo de carne.
Saque un pera y le di un mordisco mientras encendía mi computadora móvil y revisaba mis e- mails.
El timbre de entrada sonó sacándome de mis pensamientos.
Suspire hondo y me levante de la silla, di algunos pasos mientras me acomodaba y destrabe la puerta. Abriéndola de par en par.
-Buenos días- Dijo Pipe
-Buenos pa ti- y ellos- dije
-¡Oh Beluu!- Gracias por recibirnos- Dijo tomándome la mano y conduciéndome hasta donde los otros se encontraban- El es Eunhyuk, va al instituto- Presento.
-Hola, Beluu- Dijo amablemente mientras nos estrechábamos las manos.
Tenia el pelo corto pero unos bellos ojos cafés oscuros, traía una musculosa que dejaba ver su cuerpo.
-Hola- Dije asintiendo amablemente. Parecían ser chicos agradables.
-El es Antoni- Continuo.
-Un placer- Dije estrechándome la mano con el moreno de ojos negros, traía una remera blanca y una camisa de Jean doblada al medio brazo.
-Y finalmente el es Siwon, el no concurre al instituto- Concluyo.
Conocí a Siwon, el mas grande de los cuatro chicos. También era muy bonito.
Una vez finalizada la presentación tomamos asiento los cinco en los sillones beige.
