Esa misma noche había una fiesta en la playa, según lo que Amber había comentado en el almuerzo.
Una fiesta para darle la bienvenida al verano, esas fiestas siempre eran organizadas por Alejandra pero este año, el comité del baile se hizo cargo y prepararon ellos mismo la fiesta.
Yo estaba aliviada, una fiesta en la playa sin drogas, alcohol o sexo sonaba casi perfecta.
Estaba consumido en mis pensamientos, mordisqueando el lápiz mientras el Sr. Connor explicaba, por décima cuarta vez, El gobierno de rosas.Mi compañero, Mike, dormía profundamente a mi lado. De hecho, toda la clase dormía.
Salvo yo y otro chico detrás de mí que tarareaba una canción de J. Balvin
.
La última clase de los viernes se tornaba una tortura, incluso para el profesor, que balbuceaba cosas insignificantes sobre el tema.Me deje caer sobre el asiento, mirando al gran planisferio que colgaba detrás del profesor.
Viajar por el mundo era uno de mis sueños más anhelados, conocer otras culturas y paisajes, salir de la rutina... vivir una aventura. Y junto a Donghae, ¿por qué no? Juntos disfrutaríamos los paisajes más bellos del mundo, las playas paradisíacas y las ciudades cosmopolitas... ¿existía algo más perfecto que eso?
Me sobresalte cuando el timbre sonó, aunque sentí un gran alivio al saber que por fin había terminado la última clase.
Tan solo quedaba una semana más y todo terminaría, por fin me graduaría.
Los alumnos de la clase se levantaron confundidos, sin poder entender del todo lo que sucedía.
El muchacho detrás de mí, soltó una risita y se marcho con pasos rápidos.
Yo tome mi bolso y aun riendo por los zombis de mis compañeros, me marche.Conduje a casa escuchando a todo volumen mi banda favorita. Todos mis gustos sobre música eran en el mismo idioma, en mi idioma natal, el Ingles.
Estaba tan distraída en la música que me sorprendí de la rapidez con la que regrese a casa, pensé que tal vez había conducido con demasiada prisa y que recibiría una infracción policial. Pero decidí no preocuparme, no arruinaría mi viernes.Abrí la puerta cantando, aun, el estribillo de Painful love de Lee min ho.
Era media tarde, por lo que me encontraba completamente sola.
Colgué mi bolso y corrí escaleras arriba, quite mis tacones y los guarde en mi closet. Recogí mi cabello y me puse ropa cómoda mientras ponía a llenar la tina caliente. También me prepare un té con limón y miel, mi favorito. Cuando el agua estuvo lista me desnude y me introduje a la humeante agua, relajándome.
En la radio comenzó a sonar, Corre – Jesse y Joy, una de mis canciones favoritas.Así que
Corre, corre, corre, corazón
De los dos tú siempre fuiste el más veloz
Toma todo lo que quieras
Pero vete ya
Que mis lágrimas jamás te voy a dar
Cante en voz alta.
Me sumergí en el agua por última vez, haciendo que todos los ruidos desaparezcan y solo oiga mi corazón latir con calma.
Ese sonido que tanto me gustaba oír, un sonido pacifico y tranquilo, que decía que todo estaba bien.
Me quede sumergida en el agua por varios segundos más, hasta que mi cuerpo no lo resistió y me vi obligada a volver al mundo.
Me envolví con una toalla blanca. Mirarme ahora al espejo era todo un placer, tenia kilos de más y ya no se podía notar con tanta facilidad mis costillas.
Yo estaba fascinada con mi nuevo cuerpo, recuperar peso fue un gran desafío. Aunque ahora, todo el esfuerzo valía la pena.
Solo vestía la parte inferior de mi ropa interior cuando mi móvil comenzó a sonar:-Diga- Hable mientras agarraba mi móvil entre mi cuello y mi oreja y comenzaba a mirar mis vestidos casuales.
-Hermosa- Hablo Donghae sensualmente.
Sonríe y tome mi móvil en mi mano para oírlo mejor.
-Te he dejado un par de mensajes- Me informo.
-Estaba dándome un baño caliente, mi teléfono estaba en perfil silencioso- Recordé- Lo lamento.
-No te preocupes, solo decía... En fin, ¿quieres ir esta noche a la fiesta en la playa?
-Estaba esperando que lo preguntes- Bromee- ¿Quieres pasar por mi?
Siento como sonríe del otro lado de la línea.
-Mi motocicleta y yo estaremos en tu casa a las siesta, ¿si, princesa?
-Sí, príncipe- Suelto una leve risita.
-Debo colgar, te quiero.
-Y yo a ti.
Mi cabeza estaba apoyada en el perfecto lugar entre su cuello y su hombro, los brazos de Ryeowook me rodeaban. Ambos sentados sobre la arena mirando como los fuegos artificiales iluminaban el cielo nocturno, derramando un torrente de colores sobre el mar. Los destellos de luz eran tan bellos que te hacían olvidar por momentos, el gran ruido de la explosión.
Era veinte uno de diciembre, lo que significa que el verano comenzaba por lo que el clima estaba cálido, aunque si no fuera por la chaqueta negra de Donghae que me cubría, ya estaría titiritando de frió debido a la brisa del mar.
Los fuegos artificiales terminaron y la multitud comenzó a gritar y aplaudir, Harry y yo no fuimos la excepción.-Podría pasar años así...- Susurra sensualmente Donghae a mi oído.
Me acerca a él un poco más y con el dedo pulgar me toca delicadamente el labio inferior, su tacto hace que mi corazón comience a latir con fuerza. Cuanto Donghae más se acerca, mas pierdo el control de mi cuerpo, me entrego completamente a él. Sus labios rozan los míos.
-Te quiero.
Y nuestros labios se ponen en contacto otra vez. Sé que todo el instituto está en la playa pero eso no me privara de besar a Donghae, de sentir esos perfectos labios junto a los míos.
Sus manos que me acarician delicadamente la espalda, haciendo que la excitación me invada. Nos retiramos luego de varios minutos, Donghae me mira con dulzura.-Vamos por algo de beber- Digo, poniéndome de pie- Tus besos me dejan sedienta- Bromeo.
El asiente y se pone de pie, caminamos por los puestos de comida tomados de la mano. Hablamos sobre animales marinos y Donghae pregunta por mi favorito, al cual respondo delfín, el responde que le agradan los tiburones. Ambos reímos y seguimos caminando hasta llegar al puesto de bebidas.
-Dos coca- cola por favor- Ordena Donghae a la muchacha que está de espaldas- ¿Así que crees que las ballenas son mejores que las ostras?- Pregunta gracioso volviéndose hacia mí.
-Las ballenas, comen y nada, comen y nada- Digo movimiento mis caderas, divertida- ¿Y las ostras, que hacen, Lee?
Donghae se ríe, divertido.
Apoya ambas manos en mis caderas y me acerca hasta el, yo rodeo su cuello con mis brazos.
Cuando estamos por besarnos, la mesera tose y eso nos interrumpe.
Yo me giro y veo a la rubia de grandes senos y le sonrió falsamente.
Donghae se da vuelta para tomar nuestro pedido pero cuando se gira, la rubia abre los ojos como platos, anonadada.-¿Dong-hae?- Tartamudea.
Donghae la mira de pies a cabeza, luego la sonrisa se borra de su rostro.
-Natalie...- Habla casi maldiciendo, noto el odio en su voz.
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