cap 15

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capitulo 15   "Todos pasamos por esto"


  Sentí como sus grandes manos se apoyaban en mi cintura y me suben otra vez a la cama, acercándome a su cuerpo.
Me abraza por detrás, rodeándome con sus fuertes brazos. Yo intento dejar de llorar, dejar que Donghae me proteja pero resultaba casi imposible, las lágrimas estaban decididas a caer una tras otra.
Apretó los ojos con fuerza contra el pecho de Donghae, sollozando.

-No llores, preciosa- Dice pasando sus dedos delicadamente por mi espalda desnuda.

-Dong-hae- Tartamudeo- Yo lo lamento, lo lamento mucho

El me abraza aun más fuerte, en un gesto protector.

-No te lamentes, todos pasamos por este momento.

Imagine a Donghaey a todas las chicas con las que se habrá acostado. El... tan sexy... tan cruel, ¿quien le diría que no? Y él tampoco podía negarse, después de todo, estaba en todo su derecho. 

De repente, imágenes de rubias con grandes pechos me viene a la imagen, luego otras morenas con labios hinchados también me invaden. Y todas hacen lo mismo; lamer el desnudo cuerpo de Donghae una y otra ves 

Parpadeo varias veces borrando esa horrible imagen.
Entonces recuerdo que Donghaey yo estamos juntos, verdaderamente lo estamos.
Aun Donghae no ha preguntado la pregunta sobre si acepto ser su novia o no pero en estos momentos, es lo último que me importa. Tal vez sea solo cosa de esperar a que uno de los dos nos llamemos novio o novia y todo se transforme en oficial.
Pero aun así, Donghaeme ha elegido. Me ha preferido antes que todas las perras con las que puede acostarse. El verdaderamente lo ha hecho, y no hay nada que me alegre más.

-Gracias- Digo retirándome y limpiándome las lagrimas- Gracias por entender.

El sonríe y me besa la frente tiernamente.

-Te quiero.

El me abraza por un largo instante, luego me obliga a acostarme en la cama. Coge el primer pijama del closet y me ayuda a vestirlo. Luego se acuesta junto a mí, abrazándome por la cintura y susurrándome una bonita canción al oído.
Poco a poco el sueño me va consumiendo y a los minutos caigo inconsciente sobre la almohada.

Cuando despierto a la mañana siguiente, el otro extremo de la cama esta vació. Estiro mis dedos buscando, inconscientemente, el calor de Juan. Pero solo encuentro las sabanas arrugadas y frías, lo que me dice que Juan se ha marchado hace ya mucho tiempo. "¿Qué hora es?" Me pregunto desesperadamente.
Miro a mi reloj de muñeca e intento concentrarme en los números que solo dan vuelta y vueltas. Levanto la cabeza, mareada y veo a mi habitación doble. Parpadeo varias veces, intentando reincorporarme.
Entonces toda la cena sube hasta mi boca, obligándome a vomitarla en el colchón.
Me limpio la boca con la manga de mi pijama y me siento en la cama. Cierro los ojos con fuerza y respiro hondo, inhalando y exhalando varias veces.
De a poco el dolor desvanece y todo comienza a volver a su lugar. Cuando dejo de ver mi cómoda doble, me levanto de la cama, tambaleándome.
Doy un saltito cuando mis pies descalzos tocan en frio suelo. Me coloco una vieja sudadera y bajo hasta la cocina, agarrándome del barandal de la escalera para no caerme. Tengo el típico dolor de cabeza de una persona que ha bebido alcohol excesivamente pero solo recuerdo haber bebido dos o tres copas de vino en la cena. "Tal vez la carne estaba cruda..." Me digo a mi misma para tranquilizarme.
Doy un tumbo y caigo sobre la mesa central de la cocina, tendida sobre ella. Veo el grifo y parece estar a millones de kilómetros de distancia, cuando en realidad, solo son dos metros. Estiro mis dedos, intentando llegar hasta él pero me doy cuenta que es estúpido.
Apoyo mis manos sobre la mesa y vuelvo a ponerme de pie, mi garganta esta tan seca como un desierto y siento que me desmayare en cualquier instante. Por lo que saco fuerza de voluntad y abro al grifo, colocándome debajo de él y bebiendo toda el agua que logra entrar a mi delgado cuerpo.
Cierro el grifo y ahora con un mejor estado, abro el refrigerador y saco una manzana. Tomo un cuchillo y delicadamente le quito la cubertura rojiza. Luego me la llevo a la boca, pedacito por pedacito. Luego de una hora, la he comido completamente.
Comienzo a sentirme mucho mejor y ahora sí, miro al reloj que no da vueltas.
11: 56 AM.

Me pongo de pie y subo escaleras arriba. La habitación es un gran desorden, la cama distendida completamente y ropa esparcida por todos lados. "Luego lo ordenare... ahora a busca mi móvil" Me digo a mi misma.
Levanto la ropa del suelo, revuelvo la cama y tiro todos mis libros abajo. Pero no encuentro nada. Enfadada, me llevo ambas manos a la cabeza y me obligo a recordar todo lo que sucedió anoche desde que llegue a casa: Ryeowook condujo hasta aquí. Entramos a casa. Me quite los zapatos y apoye mi bolso sobre.... ¡la mesada de la entrada! Doy un brinco y bajo las escaleras rápidamente, voy hasta la mesa de la entrada y enseguida localizo mi bolso. Lo abro de un tirón y saco mi móvil, suelto un chillido de felicidad. Mi vida completa se encuentra en él, no puedo permitirme perderlo.
Reviso mis llamadas pero ninguna de ella es de Harry por lo que decido llamarla yo misma:
Luego de varios tonos, una voz me responde:
-Hola, soy Donghae.
-¡leeee!
-Y este es mi buzón de voz, deja tu mensaje y prometo escucharlo más tarde. Adiós

Un infernal pitido me aviso que ya está grabando, tozo varias veces para acomodarme la voz y luego me digno a hablarle a la contestadora:
-Donghae, soy Belen, creí que te quedarías a pasar la noche aquí y cuando desperté no estaba junto a mí. Estoy un poco preocupada, llámame lo más pronto que puedas. Besos... te quiero.

Me dejo caer sobre el sofá, angustiada. No comprendo porque Donghae se ha marchado temprano. Si quiera recuerdo si paso la noche junto a mí. Comienzo a creer que Donghae me oculta algo.Aunque mi corazón solo me dice que estoy exagerando y que debo relajarme, que todo estará bien.

Decido confiar y dedico todo el día para mí y mi belleza. Primero me depilo completamente con cera caliente, un grito tras otro.
Luego me hago un tratamiento restaurador en el cabello y finalmente preparo la tina con agua caliente y le agrego flores tropicales, aceites, sales y velas aromáticas. Me sumerjo en el agua caliente mientras de fondo mi música favorita suena.
Me relajo de tal manera que cuando mi móvil comienza a sonar, me llevo un gran susto.
Cojo una toalla y me seco las manos, luego tomo el móvil y me lo apoyo en mi oído seco.

-Diga- Hablo mientras me enjabono las piernas.

-Bonita, habla Donghae -Yo sonrió inconscientemente- Lamento llamarte a esta hora pero tuve un problema familiar a la madrugada y me vi obligado a carlos paz, estoy de regreso a Cordoba. ¿Cómo estuvo tu día?

-Vomite la cena de anoche, ¿puedes creerlo?- Escucho una risa en el fondo.

-Sabía que Pipe no era un buen cocinero...

-Ya lo creo- Ambos estallamos en risa- Pero dedique todo el día para mi, una día de relax. Lo cual es grandioso, verdaderamente lo necesitaba.

-Me alegro por ti, princesa. Estoy a cuarenta y cinco minutos  de tu casa, ¿quieres que vaya?

-Sí, me haría bien verte- Admito.

-A mi también y debo contarte un par de cosas, en cuarenta y cinco estoy ahí.

-Vale, te quiero.

-Yo más, hermosa.
Y cuelga.

Me quedo diez minutos más en la tina, disfrutando del agua que aun sigue caliente.
De repente recuerdo que hoy es la fiesta de Alejandra, lo que significa una gran catástrofe: alcohol, peleas, drogas y a la mañana, todos en el hospital. No debería importarme lo que les suceda a esas estúpidas personas que caen en la hermosa trampa del alcohol y las drogas. Pero por alguna extraña razón quiero ir, quiero emborracharme junto a Donghae y luego dormir juntos. 

Quiero que vivamos nuestra primera aventura de alcohol y saber que a la mañana siguiente todo estará bien y seguiremos siendo felices juntos    

ENAMORADA..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora