En un abrir y cerrar de ojos, era viernes y en diez minutos el timbre sonaría indicando que la larga semana ha terminado. Mordisqueaba la punta de mi lápiz, pensativa.
Mis pensamientos deberían ser sobre el ejercicio matemático que tenia frente a mi nariz pero como los últimos días, no podía dejar de pensar en Donghae.
El estaba en mi cabeza y se negaba a salir y, admito, que me encanta que este allí. Jamás me he sentido tan feliz, me atrevo a decir que es el mejor momento de mi vida.
Donghae esta a tres bancos a mi izquierda de distancia y puedo verlo sonreírme, aunque me contengo y sigo con mis ejercicios.
Ya que el director nos perdono una semana de castigo a cambio de que mantengamos distancia dentro de los salones de clases.
Terminamos aceptando. Aunque no cumplimos el acuerdo tan bien, Donghae se dedica a mirarme y yo a fingir concentración.
Donghae no me ayuda mas con las tareas de mate aca en el cole si no ahora me ayuda ah hacerlas en casa.
-¿Puede decirme el resultado, señorita Mayer?- Pregunto el profesor sacándome de mis pensamientos.
-¿Puede repetir la pregunta?- Levante la vista algo nerviosa.
-Dígame el resultado de el ejercicio, por favor.
Con la punta de mi lápiz golpee mi labio, intentando comprender el ejercicio rápidamente pero era imposible, era un idioma desconocido para mi.
Mire a todos lados en busca de ayuda.
-Veinte- Tocio Donghae.
Yo mire a mi hoja en blanco y volví la vista a la profesora.
-Viente- Repetí.
Ella me miro por varios segundos y luego miro a Donghae el levanto los brazos, demostrando "inocencia".
-Correcto.
El timbre sonó.
Todos los alumnos se pusieron de pie al instante y casi corriendo se retiraron del salón. Yo estaba guardando mis cosas para marchame cuando Donghae apareció:
-Hey, bonita- Dice sentándose sobre mi banco.
-Gracias por la respuesta, casi muero de los nervios- Le asegure mientras me ponía de pie y colgaba mi bolso al hombro.
-Era un ejercicio matemático simple pero yo creo tú estabas pensando en otra cosa- Sonríe y me rodea con su brazo sobre mis hombros- ¿Se puede saber en que?
-Oh... en un chico muy bonito- Bromeo.
-¿Un chico muy bonito?- Pregunta arqueando las cejas.
-Si... creo que estoy enamorada- Susurro.
-¿Y quién es tu "enamorado"?
-Donghae, Lee Donghae, ¿lo conoces?
El deja escapar una sonrisa.
-Oh, si lo conozco, es muy guapo y fuerte. ¿Haz visto ese cabello tan sexy que tiene? Es todo un dios griego.
-Y también un tonto- Exclamo riendo.
-Te quiero, preciosa- Dice cuando llegamos al estacionamiento.
Me da un corto beso en los labios- Te quiero mucho.
Vuelve a besarme pero esta vez el beso es mas lento y cálido.
-Y yo a ti, lindo.
El me abraza, sonriendo.
-¿A que hora paso por ti esta noche? Recuerda que iremos a casa de Pipe- Dice tomando mi mano y acompañándome hasta mi auto.
-¿Puedo confiar en tu vieja camioneta, Lee?- Digo juguetona.
-Vamos, Belen, no te fallara.
-Si tu dices...- Le doy un corto beso en los labios- A las ocho en punto búscame, intenta no llamar tanto la atención con tu chatarra.
-¡Hey!- Dice cerrando la puerta del coche cuando yo ya estoy dentro.
-Broma broma- Le doy un beso de despedida- Nos vemos esta noche, bonito.
A las ocho y cinco minutos la vieja y ruidosa camioneta de Juan estaciona en la puerta de casa, no hace falta que me toque timbre, la chatarra hace el ruido suficiente como para escucharla a kilómetros de distancia. Me miro por ultima vez en el espejo y me acomodo el vestido violeta que llevo puesto y me prendo los tacones. Me coloco parte del cabello delante de los hombros, tomo mi bolso y salgo a mi encuentro con Donghae,
El esta apoyado contra su auto, con un jean ajustado negro y una remera de mangas largas color blanca. Y sus botas marrones de gamuza preferidas.
-Cinco minutos tarde- Me acerco y le doy un beso- Es casi imperdonable, señor Lee.
-Lo lamento, my lady- Dice abriéndome la puerta del acompañante.
-Oh, gracias- Bromeo y me subo al auto. La vieja camioneta de Juan siempre esta limpia y huele a menta y pino fresco. El da la vuelta a la camioneta y sube al asiento del conductor. Luego de un gran estruendo, la camioneta se pone a andar. En la radio comienza a sonar The Only Exception - Paramore.
-Amo esta canción- Digo subiendo el volumen de la radio. Donghae sonríe y yo comienzo a cantar la canción que tanto adoro. Me trae buenos recuerdos, recuerdos de mi hermano y yo jugando en el jardín o las pijamadas con mis amigas. Recuerdos que aun conservo.
But darling,
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
Sentía que la canción era dedicada a Donghae, que expresaba mis sentimientos en palabras. El era la única excepción de amor, el era la única persona con la que yo verdaderamente era feliz.
-Tiene una bonita voz- Comento.
Yo reí entre dientes, algo nerviosa.
-No lo creo, solo lo hago por diversión- El flashback me llevo a la noche del baile, la noche que Donghae me dedico la canción. El tenia una voz perfecta - ¡Tu tienes una excelente voz!- Chille llena de felicidad.
Donghae se sobresalto un poco y luego soltó una risa algo nerviosa.
-Pero solo canto en ocasiones, muy, especiales.
-Deberías hacerlo en mas ocasiones, tienes una voz muy bonita.
-Mhmm, no lo se.
-Confía en mi.
Donghae poso su mano en mi rodilla y luego la subió hasta mi muslo. Haciendo que el toque sea suave y tierno, demostrándome su aprecio.
-Gracias.
A los minutos llegamos a la bonita casa de Pipe, una gran casa amarilla con ventanas de gran tamaño. Donghae estaciono frente a la casa y ambos bajamos. El me extendió una mano y yo la tome, entrelazando nuestros dedos.
-¡Chicos!- Tania chillo con felicidad y nos dio un abrazo- Pasen, pasen están todos en el jardín.
Donghae traía dos botellas de cerveza en sus manos y yo la torta de chocolate. Tania tomo la torta y nos hizo pasar a un bonito jardín en la parte trasera. Había una barbacoa donde Antoni, Pipe y Eunhyuk cocinaban mientras bebían unas cervezas y Jessica y Natalie estaban sentadas en una mesa hablando.
-¡Al fin llegaron los enamorados!- Bromeo Pipe acercándose a saludar.
Yo me acerque con las chicas donde colgué mi bolso y tome asiento, Jessica me dio una botella de cerveza. Yo la tome con confianza, sonriendo.
-¿Como ha estado todo con Donghae estos días?- Pregunto Natalie bebiendo de su botella.
-Increíble- Admito- Es mejor de lo que puedo pedir.
-Se ven tan tiernos juntos, es genial que por fin estén juntos.
-Yo estoy feliz, Donghae es... perfecto.
-Estoy muy feliz por ustedes, les deseo lo mejor- Sonríe Angela.
-No sabia que cocinabas tan bien, Pipe, es toda una sorpresa- Bromea Eunhyuk mientras cenábamos.
-Que tu no cocines no significa que yo tampoco, Donghae.
-Yo se cocinar, ¿cierto Amber ?- Pregunta volviéndose a su novia.
-Define cocinar- Bromea ella.
-No te preocupes Amber, Donghae, tampoco cocina- Sigo la broma mirando a Donghae y riendo a carcajadas.
El curva una sonrisa.
-Admito que no cocino pero si soy ordenado y organizado.
-Cierto, cierto.
-Dejen de llorar niñas- Habla una voz. Todos nos volteamos a ver y nos encontramos con Siwon y Amanda.
Donghae mira su reloj: -Una hora y media tarde.
-Lo lamento, tuvimos un percance- Se lamenta Amanda.
Todos se echan a reír, porque saben que ese percance es una hora de sexo en el asiento trasero del auto.
-La próxima vez llévala a un motel- Bromea Antoni a Siwon.
-El asiento de mi auto es mejor.
Toda la mesa se echa a reír y Amanda se tapa la cara con las manos, sonrojada.
Ambos toman siento y todos retomamos la comida con bromas y chistes.
