cap 51 "Dolorosa rutina"

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 -Belen- Hablo Lillie tocándome el brazo- ¡Belen!

-¿Qué? ¿Qué paso?- Pregunte sobresaltada, me había desconectado de la realidad por unos segundos.

-No me estabas escuchando, otra vez...- Contesto haciendo una mueca de disgusto.

-Lo lamento, yo...- ¿Qué iba a decirle? ¿Que no la estaba escuchando porque pensaba en como Juan sufría por mi culpa, a miles de kilómetros de distancia? Ella jamás entendería lo difícil que era para mí intentar llevar una vida normal, en otro país y alejada de mis seres amados. Yo intentaba seguir adelante, levantarme cada mañana y tratar de no llorar, de no extrañar a Donghae. De no sentirme sola cada vez que él sol se ocultaba. Pero cada día que pasaba, se volvía más difícil.

-¿Por qué haces esto, Belen?-Pregunto mirándome fijo- ¿Por qué finges que todo está bien cuando ambas sabemos que te estás muriendo por dentro? 

Las duras palabras de Lillie me hicieron llevarme una gran sorpresa. Me sentí una estúpida por haber creído que con un poco de maquillaje y una sonrisa fingida ocultaría todo el dolor que llevaba conmigo.

-Porque es lo que he hecho durante toda mi vida, fingir que todo está bien.

Durante todo el transcurso de la mañana, Lillie se mantuvo en silencio. No hablamos, al menos que sea sumamente necesario. Mis palabras fueron crueles pero sinceras, durante toda mi vida fingí que todo estaba bien y lo seguiría siendo, jamás dejaría que alguien me vea mal, así era yo.
Nuestra última clase del día era la más esperada, la profesora era una reconocida diseñadora de moda que actualmente tenía una revista de moda muy famosa en Estados Unidos.
En su clase aprendíamos a escribir sobre moda, como si fuéramos columnistas de una famosa revista de moda. La asignatura me sentaba más que bien, yo adoraba escribir y más si era de moda.
Aunque ese día estaba des concentrada, las palabras no me salían y la profesora lo capto inmediatamente.

-Deberías relajarte- Dijo la profesora cuando se acerco a mi asiento- Si tienes la cabeza en otro mundo, será imposible que logres escribir sobre este. Concéntrate en el vestido del cual escribes, míralo detalladamente; su color, su textura, si te recuerda a algo, da tu opinión. Sé que puedes escribir más que un simple informe  Belen,  tienes un don especial, úsalo.

"Un don especial" Repetí en mi cabeza.
Desde niña adoraba escribir, era mi manera de hablar. No se me daba bien hablar en persona, me ponía nerviosa y las palabras no salían. Cuando me convertí en popular, de alguna manera sentirme superior me daba confianza. Sabía que si me equivocaba, no se reirían, no tenían permitido hacerlo.
Pero ya no soy esa chica de cinco meses atrás, ahora estoy en otro país y en una universidad donde todos somos iguales.
Mire otra vez el vestido que colgaba en el centro del salón, respire hondo y me concentre.
A los minutos ya había escrito un informe más que completo del vestido, con mis opiniones y hasta con que bolso y zapatos se pueden combinar. Detalle cada parte, pensando como si fuera Belen  de hace cinco meses, esa ricachona y egoísta muchacha que tenía el mejor sentido de moda del universo.
Cuando el timbre sonó; me puse de pie, entregue el informe a la profesora que me guiño un ojo y me marche. No espere a Lillie, hoy quería hacer algo diferente.
En tres semanas, jamás había ido a Starbucks en Estados Unidos y ya era momento que me tome un relajante café.

El Starbucks más cerca, se encontraba a cinco calles de mi apartamento, camine en silencio con la mirada escondida bajos las gafas de sol. Entre en silencio, compre mi café y me senté en una mesa en silencio. Como de costumbre, todo me recordaba a Donghae.

Fue entonces cuando fui absorbida por un Flashback:
-¡Eres un tonto!- Chille limpiándome la crema de la mejilla.

-Eres tan adorable cuando te enojas...- Hablo Donghae aun con una sonrisa de oreja.

-Tonto- Golpee levemente su hombro.

-¡Auch!- Chillo riendo- Me lastimas.

Ambos soltamos una risita y luego nos besamos. Sus labios sabían a chocolate y café, como su batido. Sus besos eran irresistibles, cada vez que sus perfectos labios tocaban los míos yo sentía un shock eléctrico. Mi cuerpo dejaba de responder, cedía completamente a él.

-Te quiero más que a nada en este mundo- Dijo cuando nos retiramos- Prométeme que jamás lo olvidaras.

-Lo prometo.

Salí de flashback casi sin aire, tuve que respirar varias veces hasta recuperarme. Casi había podido sentir sus labios sobre los míos, posándose lentamente. Una punzada de dolor me invadió el pecho, culpa de la melancolía que el recuerdo me había generado. Donghae  estaba en mí, cada parte de mi cuerpo lo necesitaba. El era una parte de mi, al abandonarlo en Córdoba, también había abandonado una parte de mi.

Deje el café sobre la mesa y me marche rápidamente, conteniendo las lágrimas. Ese día no había calzado tacones por lo que corrí hasta mi apartamento, mis hombros golpeaban contra las personas pero no me importo, estaba demasiado quebrada como para disculparme.
Entre al apartamento llorando a mares, necesitaba a Donghae, ahora mismo.

La noche llego rápidamente, yo estaba aterrada, no quería dormir. Temía volver a soñar con Donghae, verlo morir otra vez.
Resultaba doloroso verlo morir y no poder saber si él en la vida real se encontraba bien. Estar a un océano de distancia, era odiosamente cruel. Pero uno no puede luchar para siempre, a las dos de la mañana caí presa del sueño y me dormí profundamente.
La melodía de mi teléfono me despertó, me estaban llamando.

-Diga- Hable somnolienta.

-¡Belen! Soy Becky, tu profesora de literatura sobre modas. Lamento profundamente llamarte a esta hora pero estaba leyendo tu informe del vestido que escribiste hoy y me quede asombrada. Por eso mismo quiero que la semana que viene viajes conmigo a Santorini, Grecia, por una semana y mires todo los desfiles de última moda. Al final, escribirás tu propio informe sobre el viaje y será publicado en mi revista...- Parpadee varias veces, no podía ser cierto- ¿Así que dices?- Las palabras no me salían- Se que es un poco apresurado pero...

-¡Sí! ¡Por supuesto que iré!- Chille con toda la felicidad del mundo, mi primera felicidad desde hace un mes  

ENAMORADA..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora