"Con amor, la vida es mejor"

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  Decidí dejar que Donghae  conduzca y nos lleve a un lugar seguro. Estábamos escapando del instituto en el peor momento posible, la adrenalina corría por mis venas y sentía que mi corazón se saldría del cuerpo en cualquier momento.


Cuando salimos del aparcamiento del instituto, respire hondo y me deje caer sobre el asiento.

-Con suerte tendremos dos semanas de castigo- Le aseguro.

El sonríe.

-Yo tendré dos semanas de castigo, no te dejare hacerte cargo.

Me sonrojo ante su valiente y caballeroso acto


  -Pero Kiseop  nos nombrara a ambos, puedo apostarlo.


La sonrisa de borra de su cara.

-¿Siempre es tan...idiota?- Pregunta volviéndose hacia mi.

-Solo en cuanto se trata de mi y sus malditos celos- Le confieso- El es un gran chico... o lo era.

Donghae  no dice nada porque diga lo que diga, siempre insultara a Kiseop y yo no tengo, aun, el derecho de insultarlo. Kiseop me ayudo en mis peores momentos y aun se lo debo. Y aunque Donghae me haya salvado, aun recuerdo todo lo sucedido. 


Por lo que decido cambiar de tema:

-Podemos vaguear por la cuidad en auto durante todo el día o simplemente ir a mi casa y pensar cómo salir de esto.

Donghae vuelve a sonreír.

 
-Buen punto, preciosa.

-¿Agua o jugo?- Le pregunto a Donghae mientras me dirijo a la cocina.


-Jugo, gracias- Responde.

Saco dos vasos de la alacena y les sirvo jugo de naranja recién exprimido. Con el pie cierro la nevera y camino hasta el living con las manos ocupadas. Lee donghae esta recostado sobre uno de los sillones.

Apoyo ambos vasos en la mesa y me recuesto junto a él.

Estamos a centímetros de distancia y puedo notar fácilmente la cicatriz en su frente. La cicatriz de aquella noche en que lo encontré inconsciente y golpeado. Una cicatriz que guarda el recuerdo de mi desesperación al ver que su cuerpo no reaccionaba.

La toco con el dedo indice delicadamente.

-Es el recuerdo de la noche que me salvaste- Dice con un tono dulce.

-Un mal recuerdo, ¿no lo crees?

El sonríe y niega con la cabeza.

-Es un gran recuerdo y me gusta, me recuerda lo dulce que eres.

Yo sonrió pero enseguida recuerdo el beso que Donghae me dio y como me manipulo. Como me insulto al decirme que no sentía nada. Y enseguida recuerdo los cortes, la sangre, el dolor...

-Belen...- Dice Donghae tocándome delicadamente la mejilla con sus dos dedos centrales- Yo lamento lo sucedido ese día.


-¿Lamentas haber jugado conmigo, Lee Donghae?- Pregunto corriendo la cara.


-No- Dice volviéndome la mirada- Lamento no haberte seguido besando, lamento haber dicho que no sentía nada cuando fue el beso mas magnifico que en mi vida.

Creo que es un sueño, que Donghae  no acaba de decir eso.


Pero con solo verlo a los ojos, sé que es verdad. Que está arrepentido. Y no puedo contenerme, me lanzo hacia el, abrazándolo con fuerza.

-Gracias- Susurro en su oído- Gracias por enseñarme lo que es el amor.

El se retira y me mira a los ojos.

-Gracias a ti, preciosa.

Y me besa.

Es el primer beso que no tiene interrupciones. Solos los dos. Es un beso que me despierta algo en el interior, un beso que me hace sentir cosquilleo en el estomago. Un beso que me hace desear mas. Es el primer beso en el que siento amor, amor en su estado puro. Donghae se mueve rápidamente y eso hace que mi pulso acelere cada vez mas. Sus labios saben a menta, menta fresca pero a la vez dulce, dulce como el azúcar. Donghae comienza a bajar los besos hasta llegar a mi cuello y entonces mi cuerpo deja de responder, se entrega completamente a Donghae y el placer que me hace sentir. Es como si el mundo se detendría cada vez que sus perfectos labios se posan en mi piel.

-¡Lee Donghae! Me dejaras un chupón- Chillo divertida.

  -¿Y cual es el problema? Ahora eres mía- Dice sobre mis labios y vuelve a besarme.

Yo correspondo el beso con rapidez. Succionando el éxtasis de sus perfectos labios, sintiendo el calor en mi cuerpo. Paso mi mano por el cuello de Donghae y lo atraigo mas a mi, poco a poco me voy recostando sobre el sillón hasta quedar tendida. Donghae apoya una mano cerca de mi cabeza para no apoyar su peso sobre mi, yo sonrió y lo atraigo otra vez hacia mis labios. Quiero detener el momento, quiero que este beso dure para siempre...


  -Belen aquí tienes....¡¿Belen?!- Chilla una voz frente nuestro.  


Donghae   se retira con rapidez y ambos nos alejamos, me acomodo la camiseta.

  Miro a Gretel que esta boquiabierta frente a nosotros, con una bandeja con te en sus manos. 


~~Gretel es como si fuera mi abuela, pero no es mi abuela~~.

  -¿Que rayos sucede aquí?- Pregunta la anciana alterada- El no es Kiseop.

 Donghae se ríe por lo bajo.


-Termine con Kiseop, Gretel- Le informo de mala gana.  


 -Oh, que rápida eres para conseguir un chico nuevo- 


Dice irónica.

-Yo me iré...- Dice Donghae poniéndose de pie 

-No, Donghae, no debes...- Digo poniéndome de pie yo también.

-Te llamare mas tarde, lo prometo- Me da un cálido beso en los labios y se marcha. 


  Mira a Gretel quien señala la puerta, el asiente y se dirige a la puerta. Segundos después se escucha la puerta cerrarse.

-¿Que rayos te sucede, Belen?- Me grita furiosa-

¿Que diría tu madre si te viera revolcándote con un extraño muchacho en sus propios sillones? ¿Crees que estaría feliz?

-Déjame en paz- Le pido odiosa mientras me acomodo el cabello y examino la marca que Donghae  me ha dejado en el cuello.

-¡Debo cumplir las órdenes que tu madre me ha dejado!- Me informa levantando la voz- Ella me dijo que nada de fiestas o chicos, excepto que sea Kiseop que era tu novio. Pero en ningún momento acepto que otro chico entre a la casa.

-No todo lo que mi madre dice debes hacer, Gretel- Digo y comienzo a subir las escaleras pero antes me vuelvo y con una gran sonrisa le digo: Ah y soy virgen, idiota.

Ella abre los ojos incrédula de que la haya insultado y yo sonrió, satisfecha. Las palabras no le salen, esta anonadada. Yo subo las escaleras rápidamente y cuando entro a mi habitación, cierro la puerta con fuerza.

El ruido retumba por toda la casa. Dejo escapar una risita de felicidad y me tiro a la cama, feliz.

-Al fin sucedió... al fin me beso- Digo en voz alta abrazando con fuerza mi almohada. Aun incrédula de que Donghae por fin me haya besado. Que por fin había sentido esos labios.


Esos perfectos labios.    

ENAMORADA..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora