Un pensamiento de amistad

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Ya de camino a casa de Ershin, los 2 artistas iban con cascos de luna negra, para ocultarse.

Ya eran las 4 pm y el clima era excelente nubes grandes creando pocos huecos celestes en el cielo, un viento gentil pero nada caluroso y un clima templado no muy cálido, lo que mas se sentía era el viento.

Estaban en un puente largo sostenido por gruesas cuerdas de metal, y columna gigante de acero.

Ershin se quedaba un poco admirado debido a la gran estructura, en una calle se detuvieron por el trafico. No había pasado mucho tiempo ya que estaban cerca de su hotel.

— Oye dime cuando te enteraste, que tu padre era el caballero plomo — decía Shannon con algo de curiosidad.

— Desde hace mucho tiempo — nótese el sarcasmo.

— Desde hace 2 días, Tinta sabia mucho de la vida secreta de mi padre —

Ershin, en todo el camino evito ciertas preguntas de Shannon, usando la excusa "yo te digo un secreto, tu dime uno tuyo" . Servía de mucho esa palabra ella respetaba mucho la privacidad y tampoco queria decir mucho de su vida.

Cuando al fin llegaron había un pequeño estacionamiento, con solo 4 lugares para carros y se podria decir que para motos eran solo los lugares de bicicletas pero podías dejarlo sin preocupación, ya que era un sector medio fino no pensaban mucho en motocicletas.

Era un lugar, fresco por la sombra de edificio, que lo cubría, solo por estar al lado oeste del hotel. Es suelo era de la misma pista los bordes amarillos, al igual que los espacios y un pequeño rincón para bicicletas y motos. Se sentía mucho en viendo y las paredes de hotel era ligeramente iluminadas por el atardecer y las hojas caídas pero sin color anaranjado daban un ligero aspecto otoñal.

Dejaron la moto en el estacionamiento, Ershin saco su llave, del bolsillo de su jean, el pensó que tenia suerte y si su bolsillo tenia cierre, dudo mucho que aún estará por todo lo que había pasado.

Abren la reja y los recibe el casero del hotel en donde vivia Ershin, el casero no pudo evitar impresionarse ante la figura de Shannon, ruda con su traje de motociclista, pero por su física daba un encanto femenino. Pensó que a Ershin le gustaban las mujeres con un aura de peligro.

Subieron al cuarto de Ershin, y en solo unos segundos Ershin lanzó un gran suspiro de cansancio y alivio, todo el aire hogareño le pego. Dando una gran  fatiga y con la costumbre rozandole su cuerpo, se tiro en su sillon ni bien entró.

— Por fin, en casa creí que no volvería nunca — el cuerpo de Ershin estaba tan cansado que ni gritaba.

Shannon empezó a ver la casa y se veia algo lujosa, de las normales. Aun así se tiro al ver el sofá y por su fatiga se tiro, encima de Ershin.

— ¡Oye Shannon! ¿¡Pero que haces!? — Ershin reaccionó al sentir el bien escultural cuerpo de Shannon.

— Muevete... solo dejame descansar — la voz de ella poco a poco se oía soñolienta.

Ershin se movió de su sofá y termino yéndose, del sofá. Pero al verla fue a su cuarto y cogió la primera sabana fijándose de no ser tan cálida. Y bajo de nuevo solo para taparla.

— Shannon no se si me oyes, pero el sofá en donde estas dormidas, puede cambiarse a una cama — Ershin igual le pesaba el sueño.

Al final no reaccionaba, Ershin pensaba mucho en cargarla y cambiar el modo del sofá. Pero con solo pensar en tocar a Shannon, su mente pensaba sólo en las sensaciones de lo que se sentiría tocar a una mujer y el golpe que recibiría.

Se armó de valor, y empezó a agarras sus brazos con una presión confiable. En eso ella reacciono pero solo esperaba que haría Ershin al tocarla. Se llevo una sorpresa al ver que él, la estaba cargando en su pecho inclinándose y levantando los muebles con sus pies para cambiar el modo de la cama.

Cuando termino, la dejo delicadamente, recostada y la arropó con la sabana. En eso en simplemente quiso dormir y cayó en la cama reclinable. Sin taparse.

— Duerme bien Shannon —  fueron las últimas palabras de Ershin antes de dormirse completamente.

* * *

Eran las 8 pm y Ershin tenía un sueño tan profundo como un oso. Shannon ya estaba levantada y tenía un cuchillo en su mano, el brillo del filo era muy tenue no se distinguía mucho por la noche pero las intenciones de ella eran asesinas, sus ojos al verlo para abajo el estado tan indefenso de Ershin. En esos 10 minutos muy largos en sus pensamientos sobre matarlo decidió renunciar y en vez dejo el cuchillo en la cocina.

— Se que en algún tendré que capturarte... Pero me salvaste la vida dos veces — fue la ultimas palabras de Shannon para luego arroparlo y ella dormirse igual.

(Notas de autor)

Si lo se deje mucho tiempo esta novela y fue mas por cosas de estudios, traducciones de mangas. Pero por fin tuve la suficiente inspiración para poder continuarla.

Tinta roja vol 1 (one-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora