Al alba

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El profesor Snape no podía dejar de removerse en la cama ante la declaración de el Elegido. Todo el castillo era conocedor del secreto que su corazón había ocultado durante décadas. ¿Existía la posibilidad de que Lily no se hubiera enterado? ¿Y si ella le preguntaba sería capaz de negarlo?

-Hola Sev-le interrumpió la pelirroja que ocupaba en ese momento sus cavilaciones.-¿Cómo sigues?

-Bien. Ya apenas me duele nada. Soy... Auch-Severus soltó un quejido ante el intento algo brusco de incorporarse en la cama.

-Tranquilo, Sev.

-Lily yo me preguntaba, es decir, quería saber si tú has oído algún rumor disparatado por ahí.

-¿A qué te refieres?

-Oh, nada, nada. Solo que hay mucho chismorreo y la gente no sabe hacer otra cosa que meter las narices donde no debe y...

Lily empezó a reír de manera espontánea, lo que ruborizó al pocionista lo suficiente para que le fuese imposible seguir pronunciando palabra.

-Lo siento. Yo soy un idio...

-Shhhh, no te menosprecies. Eres un gran hombre, es solo que aún no lo sabes. Ahora por favor descansa. Mañana hablaremos. Tenemos muchas cosas que contarnos y tiempo que recuperar.

Acto seguido ella le besó en la mejilla y salió por la puerta de la enfermería. Él la vio marcharse a la vez que suspiraba y pensaba en sus últimas palabras: "tiempo que recuperar".

Aquella noche no hubo insomnio para ninguno de los habitantes del castillo. Transcurrió un sueño lleno de calma y con millones de expectativas para las diferentes almas.

Aquella madrugada Remus Lupin se incorporó en su cama de la enfermería. Todo volvía a como debía haber sido, con la horrible excepción de Thonks . Su Thonks. ¿Sería capaz de criar a Teddy él solo? No, por supuesto que no, pero sus amigos habían vuelto y le ayudarían. Sin embargo, ¿podría acostumbrarse a estar solo tras haber probado el verdadero amor?

Miró su alianza fijada en el dedo anular. Un breve e intenso amor había terminado. Seguramente su primero y último. Era demasiado mayor para embarcarse en una búsqueda imposible. No sólo era mayor sino que era él: un hombre lobo.

Unos pasos lo alertaron. No había nadie en la enfermería, pero podía oler que había alguien ahí. Un olor a jazmín pobló sus cosas nasales. No podía ser otra que...

-¿Hermione?

Acto seguido la castaña se desprendió de la capa de invisibilidad y quedó frente a Lupin.

-Hola Remus.

-Has madrugado. ¿Qué te trae por aquí? ¿Y qué haces con la capa?

-Necesitaba andar y no quería que nadie me molestara.

-Oh, lo siento. Continúa pues- dijo Remus con una sonrisa cordial llena de nostalgia.

-No, tranquilo. Tú no molestas en absoluto. Además quería hablar contigo.

-Claro. ¿De qué trata?

-Mis padres quieren que me vaya de Hogwarts y me tome un año sabático.

-Ah, gran idea. Desconectar te vendrá bien.

-Sí, eso dicen...Pero no me apetece.

-Entonces no vayas.

-El problema, Remus, es que nada me invita a quedarme aquí.

-Lo pones complicado, Hermione. Si nada te ata aquí, quizás deberías plantearte empezar de cero en otra parte. Hacer un borrón y empezar de nuevo.

Hermione Granger no pudo reprimir un par de lágrimas. Aquella conversación no estaba saliendo como esperaba.

-Hermione , ¿qué...?

-Lo siento. Mejor me voy.

La castaña salió corriendo de la enfermería dejando a Lupin intacto ante el alba que empezaba a disgustarle tanto como la luna llena.

Continuará...

Todos los muertos resucitan: Lily, James,  Sirius...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora