Nota de la autora: Gracias por vuestra paciencia y seguimiento de la historia. Por problemas de salud he estado ausente. Me reincorporo para actualizar las historias que tengo pendientes. Gracias por estar ahí y por los comentarios. Intentaré contestar lo antes posible. Un abrazo.
..........
Mientras tanto en El Gran Comedor, Severus Snape hablaba con Minerva McGonagall sobre el inicio de las clases.
-Creo que nunca había tenido tantas ganas de empezar- resolvió el pocionista sin dejar de mirar a cierta pelirroja.
-Oh, Severus, a mí me ocurre algo parecido. Por cierto, ¿te importa si me quedo un rato con el pequeño Teddy?
-En absoluto, además empieza a estar cansado y yo no sé qué hacer con él si se duerme.
-Gracias, yo me ocupo. Disfruta de la velada-dijo McGonagall alejándose con el pequeño Lupin en brazos en dirección hacia Dumbledore.Severus Snape empezaba a estar cansado de la fiesta. Lily apenas se había acercado a él y le crispaba ver desde lejos como James Potter la agarraba de la cintura.
Recordaba su conversación con Remus y no pudo evitar sentir un pesar enorme instalado en su corazón. Para Lily, James Potter había sido su novio, amigo, marido y cómplice por mucho tiempo. Habían convivido e intimado juntos y tenían un hijo en común. Si a eso le añadías que James había sacrificado su vida por ella y Harry, la cosa, realmente, estaba complicada para inclinarse a su favor.
Volvió a mirar a su amada. Sonreía ante todos los asistentes a la inauguración sin separarse de su marido y de Black. Sus besos con ella empezaron a parecerle lejanos.-Buenas noches, profesor Snape-dijo una voz dulce y desenfadada.
El pelinegro retiró la vista de donde la tenía y respondió con educación al saludo.
-Buenas noches, señorita Lovegood.
-Hace una noche maravillosa, ¿no cree?
-Eso parece…¿Qué hace aquí y no bailando o hablando con sus amigos?Luna Lovegood sonrió con tranquilidad a la vez que miraba a su alrededor quedamente.
-A los que nos toman por locos no nos dejan un sitio especialmente cómodo, señor.
Snape no pudo evitar cierta tristeza ante aquella declaración de la joven. No sólo por ella sino porque él cabía perfectamente en esa definición.
-¿Le apetece dar un paseo?-interrumpió la chica rubia los pensamientos del profesor.
Él con un gesto de cabeza le concedió la afirmación y echó a andar fuera del Gran Comedor con la muchacha.
Aquello no pasó desapercibido para Lily quien sintió cierta incomodidad. Le gustaría estar en el lugar de esa chica y corretear con él por los pasillos para terminar besándose en algún cuarto lo suficientemente oscuro para que nadie les interrumpiese. Un momento…¿y si a esa chica le gustaba Severus? ¿Él la besaría?-pensó la pelirroja.-James voy a dar un paseo…
-Espera, preciosa, te acompaño-dijo Potter con la voz bastante tomada.-Canuto, vuelvo luego, deja algo de Whisky de fuego para mí.Así pues, el matrimonio Potter salió del Gran Comedor con una esposa muy enfadada con todos los hombres del planeta y un marido con una tasa de alcohol demasiado elevada.
Mientras, Remus Lupin se separaba un poco de Hermione para tomar aire. Habían perdido la noción del tiempo. No sabrían decir cómo habían llegado a la torre de astronomía ni cuánto llevaban besándose.-Me encantas, Remus-dijo la castaña acariciándole el cuello al hombre.
Él sonrió y se limitó a concentrarse en el tacto de ese ángel que le agasajaba con sus manos.
-Gracias por esto-añadió ella abrazándole.
-Oh, Hermione, si alguien ha de agradecer soy yo. Eres tan especial, pequeña…
-No quiero que esto sea un sueño. Sé que puedo hacerte feliz. Puedo haceros felices a ti y a Teddy.Un escalofrío recorrió el cuerpo del hombre-lobo. Sonaba tan bonito aquello de una segunda oportunidad…Sin embargo, en su corazón seguía volando su loquita. Su Thonks.
-Herms he de ser honesto contigo. Me encantas y eres muy importante para mí, pero sigo enamorado de Thonks. Ojalá pudiera decirte que mañana no será así, pero no es algo que esté en mi mano. Lo que tenía con ella era demasiado fuerte para evaporarlo. No quiero ser injusto, bonita, me gustas, pero no puedo amarte como debería. Al menos, no de momento.
Hermione tuvo que reprimir las ganas de echarse a llorar, pero se contuvo y se abrazó más a él, quien la atrajo hacia su pecho y la besó en la coronilla.
-Canuto y yo hemos decidido ir a ver todos los partidos de liga de Quidditch. Al parecer hay un buscador que…
-James, ¿vas a dejar de hablar algún día de Sirius y de ti? Hay más cosas por si no te has dado cuenta: nuestro hijo, Hogwarts, Remus, amigos,…nosotros.James la miró divertido como si el tema no se le prestara grave en absoluto, lo que hizo que Lily se cabreara más de lo que estaba.
-No pongas esa cara, Ly. Sólo intento divertirme con mi hermano Black, nada más.
-Ya no eres un adolescente, James Potter. Hay responsabilidades y deberes. ¿Dónde está mi marido? ¿Dónde ha quedado el hombre que soñaba con ser grande y hacer grandes cosas?
-Buafff, Lily, qué aburrida te has vuelto. En cuanto a mis responsabilidades y bla bla bla, creo que he cumplido. ¿No te das cuenta? ¡Estamos vivos! Hemos tenido que pagar por esta guerra con 17 años de nuestra vida estando muertos. ¿Es eso justo? Sólo teníamos 21 años, pelirroja, por Merlín. Se suponía que ésos iban a ser los más felices de nuestra vida. ¿Qué hay de malo en que yo quiera recuperarlos? ¿Qué tiene de malo que quiera ser ese chaval joven que un día fui? ¡No hago daño a nadie!Lily sonrió amargamente. Demasiada frivolidad por parte de James.
-Eh, Lily-dijo James poniendo sus manos en la cara de la mujer-. Tienes que dejar de preocuparte. Nuestro hijo es un hombre y no nos necesita. En cuanto a nuestros amigos, entenderán que necesitemos tiempo para adaptarnos, nena. Hogwarts ya no nos necesita. Somos libres y podemos hacer lo que queramos. Vámonos de aquí. Canuto, tú y yo. Los tres.
-¿Qué? No, no, no. James, ahora soy profesora aquí. Me encargo de los estudios muggles, además prometimos a Remus ayudarle con su hijo. ¿Y Canuto ahora es parte de nuestro matrimonio?
-No te metas con Sirius. Es nuestro amigo, más que eso, mi hermano y padrino de Harry. En cuanto a Lunático, parece muy amiguito de la serpiente maloliente. Y tu puesto, Dumbledore entendería perfectamente que te marchases. No le debes nada, al contrario. Nos lo deben todo, Lyl. Somos héroes.
-¿Cómo puedes ser tan petulante y desagradecido? ¿Te estás oyendo?Lily Potter echaba chispas por los ojos mientras miraba a su marido. Era el colmo de los colmos. Así que airada se dispuso a dejarle ahí plantado en el pasillo, pero un agarrón la detuvo. James la acercó a él, poniéndola entre su cuerpo y la pared.
-Mi pelirroja…Estás muy sexy cuando te enfadas.-dijo él acercando su boca a la de su esposa.
Sin embargo, ella estaba cabreada y dolida y le apartó la cara cuando fue a besarla.
-No te resistas, cielo, sé que te gustan mis besos. Hace mucho que tú y yo no estamos solos.
-¿Por qué será? Ah sí, debe ser por eso de que te pasas los días de juerga con Sirius.
-Pobrecita mía. Ven, voy a compensarte-añadió James besando con efusividad a Lily.
-James, déjame, ahora no quiero.
-Claro que sí, pero te encanta juguetear.James se acercó más ella para que no pudiera resistirse a sus encantos, pero ella no parecía muy dispuesta a entregarse fácilmente.
-Te estoy diciendo que te apartes. Además, has bebido demasiado y sabes que detesto el olor a alcohol.
-Lily quiero hacerte mía ahora.
-Pues yo no. ¡Quítate!
-No, eres mi mujer. Voy a hacerte mía, te guste o no.
-¿Qué? Ni lo sueñes….¡ayyy!
James dio un mordisco demasiado fuerte en el cuello de la pelirroja causándola una pequeña marca.
-Suéltame, James. Me haces daño.
-Shhh, vas a pasarlo bien.
-Por favor…-le suplicó Lily a un James irreconocible para ella.Continuará…
![](https://img.wattpad.com/cover/61087519-288-k738207.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Todos los muertos resucitan: Lily, James, Sirius...
FanfictionCuando Harry derrota a Lord Voldemort, una misteriosa magia blanca atraviesa su cicatriz provocando una reacción inesperada: la resurrección de los muertos emparentados con él. James, Lily y Sirius vuelven a la vida de forma inexplicable. Severus Sn...