Todos los muertos resucitan: Lily, James, Sirius...

El renacer de los merodeadores

James y Sirius paseaban por los jardines de Hogwarts sonriendo y bromeando. Daba gusto poder andar al lado de tu mejor amigo después de tanto tiempo sin temor a que Voldemort apareciese a incordiarlos. Ron y Harry se cruzaron con ellos y les saludaron.

-James, ¿sabes que Harry tiene problemas con el alcohol?-declaró Sirius muy serio.
Harry se alarmó y le miró como si su padrino se hubiera vuelto loco. James miró con preocupación a Harry y con interés a Sirius.

-¿Por qué dices eso, Canuto?-preguntó James

-Porque se pasa el día pegado al Ron

Canuto y Cornamenta estallaron en carcajadas como si fueran un par de adolescentes realizando la broma más graciosa del mundo. La cara de Ron se tiñó de un color similar a su pelo y Harry sonrió forzosamente mientras cogía a Ron de la chaqueta y se alejaban de los merodeadores.

Remus Lupin estaba sentado en medio del campo de Quidditch, pensando en la conversación que había tenido con Hermione. No sabía que había pasado, pero la castaña estaba bastante triste y por alguna razón él se sentía culpable de ese pesar. Se levantó y se dirigió hacia el castillo para buscarla. En el camino se encontró a sus amigos incondicionales. No paraban de reír y de comportarse como dos pícaros mozos e inevitablemente al verlos así su melancolía se aflojó durante unos instantes.

-Lunático, ¿quieres que mañana vayamos a Hogsmeade a tomarnos una buena ronda de cervezas de mantequilla?-preguntó James.

-Me encantaría, pero no sé si podré. El pequeño Teddy me necesita y...realmente no estoy con el mejor ánimo. No quiero amargaros.

-No, no. Querido Moony, creo que has olvidado quién somos. Somos los merodeadores.

-Éramos, Sirius. Olvidas que Peter nos traicionó.

-Oh, por Merlín, Remus. Peter nunca llegó a ser tan importante y lo sabes. Ahora estamos nosotros tres, aquí y ahora, vivos.

-Pero...

-Nada de peros. Al pequeño Teddy estará dispuesto a cuidarle todo el mundo. Tú sólo relajate y confía en nosotros-añadió Cornamenta a la vez que le tendía la mano para que el hombre-lobo la estrechara.

Al apretrón de manos se unió Sirius y añadió: ¡Por el renacer de los Merodeadores!

Mientras tanto Hermione lloraba en el baño de prefectos. Estaba cansada después de todo lo que había pasado en los últimos meses. Harry apenas le prestaba atención, aunque no le culpaba, no todo el mundo puede recuperar a sus padres de la noche a la mañana. Ron era lo más parecido a un muro cuando le hablaba; con la notable diferencia de que el muro prestaba más atención.

Todo el mundo andaba inmerso en sus problemas y buenas nuevas y allí estaba ella...llorando como una niña. Gimió y se enfadó aún más consigo misma por cómo había salido corriendo tras hablar con Remus.

-Hola-dijo una voz muy dulce a sus espaldas.

Hermione se giró y vio cómo Lily Potter se acercaba a ella con pasos suaves. Le sonrió y se sentó a su lado sin poner un mal gesto y desprendiendo una gran calma.

-Hola-saludó por fin Hermione.

-Déjame adivinar, amor no correspondido.

Los ojos de Hermione se abrieron sorprendidos a la vez que se tropezaban las palabras al borde de la lengua. Lily sonrió, le puso una mano en la rodilla y añadió:

-Tranquila, no se lo diré a nadie-dijo guiñándole un ojo.-¿Por qué no estás con Harry y Ron? O es que...

-No, no...ellos...sólo son mis amigos-respondió la castaña algo cortada.-¿Y usted qué hace aquí?

-Por favor, tutéame Hermione. James y Sirius estaban por ahí y me puse a pasear y a recordar mi época de estudiante. Yo también venía al baño de prefectos cuando me sentía mal-

-¿Eras prefecta?

-Sí, no me gustaba mucho porque tenías que andar pendiente de todo el mundo, pero reconozco que tenía sus ventajas. Además en aquella época me pasaba los días discutiendo. Unas veces con James y otras con Sev.

-¿Sev?

-Oh, perdona. Pensaba en alto-rió la pelirroja-Sev, creo que tú lo conoces más como profesor Snape.

-Ah, claro,qué tonta soy. Por cierto, ¿cómo se encuentra? Harry estaba bastante preocupado por haberte contado todo lo que había pasado sin decirle nada.

-¿Qué? ¿Pero qué tiene de malo? Es muy bonito descubrir que alguien como Severus es un héroe y que es capaz de luchar por el bien. Ese y muchos otros gestos son muy bellos. No todos los hombres se comportan así. ¿Por qué crees que le moleste tanto que el mundo conozca sus sentimientos?

-Bueno...supongo que al profesor le resulta violento hablar contigo sabiendo que te has enterado de que está enamorado de ti.

Hermione seguía hablando, pero Lily Potter ya no le prestaba atención. ¿Había dicho que Severus Snape estaba enamorado de ella? Un montón de recuerdos empezaron a agolparse en la mente de Lily y también en su corazón. Ahora pesaban los años no vividos ¿o los que pesaban eran los vividos de mala manera?

Continuará...