Un grupo de semidioses se tomaban un descanso de tanto pelear, ¿y que mejor que irse de vacaciones a algún lugar del mundo?
Al principio todo era buena idea, hasta un día en el que un encuentro extraño cambiara la vida de dos mundos.
Desperté con una mano en mi hombro, lo último que recordé eran las túnicas de gala. Pero evidentemente ya no estaba ahí. Vi a Annabeth y a Hazel al frente mío. Enfoque mi vista y estamos en un lugar demasiado malo para ser verdad, el callejón Knockturn. Definitivamente no me gustaba ese lugar para nada, en realidad todo en este callejón es relacionado a las artes oscuras.
—Chicas, ¿ que hacemos aquí? —, pregunté sentándome para luego ponerme de pie y tambalearme un poco. Note que tenía mis gafas, era Harry de nuevo.
—Larga historia—, replicó Annabeth —Ahora sácanos de aquí—, exclamó viendo un tanto preocupada a su alrededor.
Ví q mi alrededor, las calles estrechas se encontraban alrededor nosotros; veía gente caminando por ahí de manera lenta que dirigía algunas miradas sospechosas a nosotros tres.
—Ya, ya está bien—, respondí. Note un golpe en mi cabeza continuo, pero lo ignoré; en todo caso habría sido por cambiar nuevamente de cuerpo —Agárrense de mis manos—, dije tomando la mano de Hazel y de Annabeth
Pensé en cuán incómodo sería para ellas. El desaparecer no era fácil, en especial al no estar acostumbrado. Sentí que caía al piso, lo cual no me pareció normal, siempre caía de pie. Ya estábamos de vuelta en el callejón Diagon pero estábamos en la tienda de calderos. El golpe de la cabeza era más fuerte y sentía que iba a explotar.
Connor
Harry despertó al momento que una chica rubia (casi blanco) de cabello largo con ojos grandes y azules, aretes de rábanos y aire soñador entró a la habitación.
—¡¿Que?!—, dijo Harry despertando sobresaltado obviamente en el cuerpo de Percy.
—Hola Harry—, saludó Travis.
—Bonito bigote— terminé la frase.
—No soy Harry —, respondió emocionado —, Estoy en mi cuerpo, soy Percy—, aclaró mientras que con sus manos recorría su cabello y su rostro y empezaba a dar saltos pequeños sobre su sitio.
—Hola Percy—, saludó la chica de aire soñador parándose en una de las sillas y probándose una túnica como la nuestra. Pero la de ella tenía un logo diferente azul, el cual tenía un reluciente cuervo.
—¿Hola?—, preguntó Percy con una mueca dibujada y el ceño fruncido seguro pensando quién se supone que era ella.
—Tienes un bonito bigote—, respondió ella lo que me pareció tierno de su parte en seguir la broma.
—¿Bigote?—, preguntó Percy pero ahora tocándose el rostro con un tanto de desesperación.
—Obviamente está hecho con plumón—, aclaré pero antes de que mi hermano completara la oración entró Ginny de manera sobresaltada y preocupada.
—Harry, fui al baño unos minutos y la volver perdí a Percy a Annabeth y a Hazel—, explicó con rapidez y nerviosamente.
—¿Qué?—, preguntó Percy, pero no era porque no había escuchado, en sí todos lo escuchamos y entendí. Si Annabeth se perdía obviamente Percy iba a —,¿Como que perdiste a Annie?—, Frank lo miró mal —, ¿¡Y a Hazel!? —, pero en ese momento supe que Frank no lo miró de mala manera sólo por Hazel, si no por la actitud que empezaba a tomar con Ginny.
—Lo siento Harry—, respondió Ginny mirando al suelo y jugando nerviosamente con sus manos, su voz temblorosa estaba a punto de quebrarse.
Tenía que llegar rápido a la tienda de las túnicas, era probable que estén preocupados por nosotros.
Pero cierta persona llamada Harry Potter se desmayó y un grupo de chicas se acercaron a él . Esa fue la parte mas irritable de todo lo que estaba pasando.
De pronto se me ocurrió un plan un buen plan. Como hija de Atenea, todos los planes se hacían fáciles para mí por lo que eso era aún más fácil.
Bueno no debe ser tan difícil usar esta varita, después en todo.
—Winwardium leviosa—, ustedes se preguntarán: ¿cómo hiciste el hechizo sin ni siquiera haber hecho el primer año de Hogwarts? Bueno, note que a Hermione le gusta leer, así que busque un libro en el sofá en el que estaba sentada y encontré uno donde aprendí ese hechizo. Y la segunda pregunta será: ¿De dónde conseguiste esa varita? Y bueno, es la de Harry que ,encontramos al final del cuarto capítulo.
El cuerpo de Harry rápidamente empezó a elevarse dentro de la tienda y las brujas que se encontraban a lado de Harry empezaron a seguirlo con la mirada. Hazel se veía algo incómoda por las brujas que miraban a Harry, pues de la misma manera dirigían una mirada no muy linda hacia nosotras.
A su vez, no es normal que tu crush mago flote inconsciente, en su caso yo lo agarraría de los tobillos y me lo llevaría a mi casa para encerrarlo en el sótano pero, ya tengo a Percy y con eso es suficiente. Le pase a Hazel la varita para que lo vaya acercando hacia la puerta y me di cuenta que los calderos estaban en una repisa.
—Hazel—, indiqué con un susurro —, cuando te diga soltaras a Harry—.
Mientras tanto me acercaba sigilosamente a la gran repisa donde habían todo tipo de calderos y me puse detrás de la repisa. Le hice una señal a Hazel para que suelte a Harry y ella lo hizo. Tal como pensé las brujas que rodeaban a Harry trataron de correr hacia él, pero empujé la repisa logrando que cayera sobre ella y se aplastaran unas a otras.
¡PUNTO PARA ANNABETH!
Mientras que trataban de liberarse Haz y yo fuimos a la tienda de túnicas arrastrando a Harry. Al llegar pude apreciar (por si se puede decir) una escena demasiado caótica para haber viajado por vacaciones.
Nota de autoras Primeramente se que no hemos subido nada últimamente pero ahí les dejamos un mini capítulo No les diremos las típicas excusas pero ustedes ya saben así que...
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