Capítulo 18

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Yu se había encargado de preparar la cena. Lo cual asusto a Guren, últimamente Yu estaba aprendiendo de cocina; no era muy buena, pero mejor que Shinoa y Mitsuba si.

Y al finalizar de cenar, pasó.

-Me voy a casar con Mika- dijo Yu mirándolos a ambos, a él y a Shinya.

El peliplata soltó una risita.

-Lo sabíamos, no te has quitado el anillo en todo el día- ignorando la parte de la ruidosa conversación que habían tenido las niñas.

Yu se sonrojo y bajo la mirada. Luego de unos minutos, ambos miraron a Guren, que aun no había dicho nada.

-Esta bien-

Dos pares de ojos le miraron con incredulidad.

-No me miren así, era obvio que esto fuera a pasar- dijo enfuruñado -tienes 17, eres una mocosa, pero has estado enamorada de él por cuantos, cinco, siete años?- Shinya asintió con una risita.

-Es enserio? No dirás otra cosa?- Yu aun le miraba con incredulidad.

-Ya pase por alto que hayan tenido sexo una vez bajo mi techo, no me cuestiones ahora-

-Que?! Pensé que no estaban en casa!- el rubor de la pelinegra creció al darse cuenta que ni siquiera negó aquel hecho.

-Ese no es el caso- suspiro Guren pasándose una mano por el cabello -Si fuera a confiar en alguien para cuidarte, sería en ese mocoso. Es un mocoso odioso, pero te trata bien. Además, si me niego ya los veré huyendo a mitad de la noche-

Yu abrió la boca para contestar, y mejor se callo. De echo si... Estaban planeando en huir.

La pelinegra soltó un pequeño bufido, para después sonreír con agradecimiento.

-Gracias Guren-

-Pero quiero que venga a pedir tu mano... Y una dote-

-A la vieja escuela, Yu-chan-

-Que rayos? Bien, de acuerdo, se lo voy a decir-

•••

Después de que la mano de Yu fue dada oficialmente, al igual que la dote (Krul ya la tenia preparada. A la vieja escuela.); empezaron los preparativos reales para la boda.

Aunque no fue mucho trabajo. Krul llevaba años organizando la boda, así que solo faltaba la aprobación de la novia para confirmar las cosas y cancelar otras.

Quedo descartado totalmente hacer una fiesta llamativa. Seria una pequeña ceremonia, seguida de la fiesta. Yu había querido hacerla en un bonito claro que estaba en el bosque, por lo que Krul mando a preparar al lugar.

Las cosas se pusieron interesantes cuando apareció Ferid, armado con su modista favorita. El no dejaría ir al pequeño ángel intacto.

La parte del vestido fue la mas estresante para Yu. Y es que Shinoa y Mitsuba tenían una idea del vestido, Ferid tenia otra, a Krul no le terminaba por gustar y Shinya estaba más ocupado pensando en los invitados que en salvarla.

En medio del caos, la sonrisa tranquila de la modista fue su salvación. La modista era una bonita vampiresa llamada Layla; y gracias a ella, la idea de el vestido que tenia Yu se hizo realidad.

Yu quería una falda de tul, como de princesa; y ella lo iba a tener.

Así que con el vestido echo, las discusiones pararon y todo fue más fácil desde allí.

Invitados no serian realmente muchos. Un puñado de vampiros y otro de humanos. La mayoría de los habitantes de ambas especies aun se reusaban a convivir demasiado.

La aventura paternal de Guren IchinoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora