Capítulo 20

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La cocina de la casa estaba llena del rico olor de la comida casera, Shinya era el que cocinaba, mientras Shinoa y Mitsuba ayudaban a preparar el lugar.

La reunión había sido en motivo del cumpleaños número diecinueve de Yu.

-Quiero ayudar- se quejó Yu, desde el lugar en la sala que le habían asignado y no dejado mover desde que se llego.

-Es tu cumpleaños, además estas embarazada- Shinya hablo con voz firme, dejando claro que no aceptaría otro argumento.

Yu hizo un puchero, acurrucandose mas en el sofá y con las manos apoyadas en su redondo vientre.

Solo estaba en las ultimas semanas del octavo mes, ni que le fuera a pasar algo.

-Hola a todos- saludo Yoichi amablemente mientras entraba a la casa. Con el venían Shiho y su hermanita Mirai.

Ahora todos llamaban a Kimizuki por su nombre, ya tenían al par de hermanos y las cosas habían sido confusas por unas semanas.

-Oh, estas mas gorda que la ultima vez que te vi- había sido el amable saludo que Shiho le había dedicado a la pelinegra.

De respuesta recibió un cojín volador directo a su cara, de paso, su hermana lo reprendió levemente por hablarle así a una mujer embarazada. Que agradezca a los santos que solo lo golpeo un cojín.

-Mitsu, estoy aburrida- se quejo en cuanto la rubia se sentó a su lado, esta acababa de ser relevada por el de gafas.

-Ya pronto empezaremos Yu- le consoló la de coletas.

La pelinegra hizo un puchero.

Estaban esperando a que llegaran los que faltaban. Guren había quedado a la cabeza de la política y siempre estaba ocupado; podía decirse lo mismo de Krul, siempre que la visitaba estaba haciendo trabajo, y tenia entendido que había salido de viaje hace unos días.

Por eso Mika no estaba con ella, había ido a recoger a Krul.

-Ugh, señor Ichinose! Cuando llega tu marido?-

Guren se había propuesto el mismo día que los Hyakuya se casaron, pero por la agenda de ambos hombres, tardaron un año en casarse. Apenas tuvieron un espacio de tiempo en la agenda, y fueron a un registro civil.

Yu estaba bastante molesta cuando, dos días después, se entero de que al fin se habían casado.

-Pronto Yu-

-Dijiste eso la última vez!-

-Eso fue como hace diez minutos- Shinya soltó una risita ante la actitud de Yu.

La chica se había convertido en una mujer por dentro y por fuera, pero parece que la mezcla del embarazo y los mimos de su esposo la malcriaron un poco, y ahora era como tratar con la niña de 13 años otra vez. Shinya se estaba sintiendo nostálgico.

Justo en ese momento, entro Guren.

Yu alzo sus brazos y aplaudió sonoramente. Al fin había llegado el estúpido favorito de todas.

-Ey mocosa- le saludo Guren, parándose tras ella y dándole un beso en la coronilla de la cabeza -como están tus mocosos?-

-Bien- la pelinegra sonrió ampliamente -patean mucho y se mueven todo el tiempo. Tienen muchas energías- agrego con la sonrisa aun presente.

-Igual de revoltoso que tu?- preguntó con burla, a lo que en respuesta, Yu rió.

El pelinegro se acerco a su marido y le dio un corto beso en los labios.

La aventura paternal de Guren IchinoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora