—Mira, no me apetece ni lo más mínimo estar en este avión contigo. Así qué ahórrate intentar nada porque probablemente te comas mi libro. —Avisé levantando un poco el libro de Romeo y Julieta que tenía entre mis manos. —Quiero que sea un viaje tranquilo al igual que la estancia, aunque obviamente, contigo se me va a hacer difícil cumplir esas expectativas.
—Pero... ¡Si no te he hecho nada! —Se quejó Álex. —Acabamos de sentarnos y ya me has soltado todo eso, y ni si quiera he mediado palabra contigo.
—Quiero evitar que lo hagas porque te conozco y sé que serás pesado y no. —Le señalé y entrecerré mis ojos. —No me hables. —Ordené.
Acabábamos de subirnos al avión, hoy partíamos rumbo hacia mi querida Barcelona y nadie se puede imaginar las ganas que tengo de llegar a ese lugar. ¡Es un sueño hecho realidad! Exceptuando el pequeño detalle de tener que estar con Álex pegado a mí como una lapa. Pero por eso mismo, como lo conozco demasiado (por desgracia) prefiero avisarlo antes de que haga nada que me puede incomodar.
'O que te pueda lanzar a sus brazos'.
No yo interior, eso no lo digas ni en broma.
'Ya veremos...'
Me encanta en apoyo que recibo por todos lados, en serio, me vuelve eufórica. Por favor, nótese mi ironía.
—¿En serio te crees que porque me avises de que me vas a pegar no voy a hablarte? ¿Quieres que estemos sin hablar en todo el viaje? —Preguntó burlesco.
—Exacto, eso es. Parece que eres más listo de lo que yo consideraba. —Asentí sonriente.
—Ala... Si sonríes. Empezaba a dudar de que tuvieses dientes, nunca sonríes. —Fingió sorpresa el castaño postizo. Yo como respuesta rodé mis ojos.
—Porque contigo a mi lado no me entran ganas de sonreír, solo de asesinarte. —Contesté mientras que volvía a centrar mi mirada en el libro.
—Pues es una pena. —Añadió acomodándose en el asiento. —Tienes una sonrisa muy bonita y deberías enseñársela al mundo. No prives a los demás de ella por mí.
Me abstuve de contestarle. No sé si su propósito para este viaje es enamorarme o molestarme, o bueno ¿no están las dos cosas más o menos atadas?
De todas formas, en ambos casos, no va a conseguir nada. Quiero este viaje para disfrutar, para explorar la cultura, para ver sus monumentos, conocer personas, leer, relajarme y aprender cosas nuevas. ¿Quién lo diría? Yo, la agresiva, la tímida que va de extrovertida, la que se hace la fuerte, la que pasa de todo... La típica imagen de niña que le importa un comino los estudios se interesa por aprender. Pues sí, me gusta estudiar. Cosas de la vida ¿eh?... Va a ser cierto eso y voy a ser una persona demasiado extraña y poco común.
Para centrarme en mis metas en este viaje debo alejar a toda cosa a Álex y por eso mismo le he avisado. Mejor prevenir que curar ¿no? Además me voy bastante contenta a Barcelona, ya sé que he roto con James pero hemos acabado genial y le conté lo del viaje, prometió o dejarme en paz o enviarme tantos mensajes que se me bloqueara el móvil, lo que yo decidiese. Evidentemente elegí la segunda opción. Después de todo sigue siendo mi corti-bajo.
—Ya veo que has vuelto a ser la de un principio. —El comentario de Álex hizo que volviese a la realidad. A su lado, por desgracia.
—¿Cómo la del principio? —Pregunté confundida.
—La misma que leía libros románticos. —Contestó sonriendo.
—Siempre lo he hecho. —Dije volviendo la vista a mi querida lectura. —Solo que si podía emplear el libro como arma de defensa pues oye, mataba a dos pájaros de un tiro.
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¡Suerte, sonríeme! (Terminada).
Novela Juvenil¿Serán capaz Ana y Álex de superar todos los problemas? ¿Acabarán juntos? ¿O será James quien se ganará su corazón? Tercera parte de 'Amor, sexo y un chico no tan bueno.'