Capitulo 48

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TOM

-De acuerdo Alex - empiezo a decir. - cuéntame el plan.

Alex se aclara la garganta y después mira hacia la pradera. Esta rodeada de unos 20 chicos armados. Alex y yo somos bastante buenos pero esta claro que no podemos enfrentarnos a 20 los dos solos. Alex abre la boca para decirme algo cuando oímos unas pisadas hacia nosotros. Nos agachamos mucho mas e intentamos fundirnos con los arbustos. Al de unos segundos que se me hacen eternos se oye como vuelvo a su posición principal.

-Tenemos que buscar un lugar seguro para que te pueda explicar el plan. Aquí nos van a descubrir y todas las posibilidades de salvar a Teresa, las perderemos - dice - Vosotros vivíais por aquí... ¿conoces algún lugar seguro?

-Claro. - digo y sonrió.

Nos alejamos de la pradera sigilosamente. Antes de perder de vista a Teresa la miro una ultima vez. "Voy a salvarte Tess" pienso. Después voy guiando a Alex por las calles. Han cambiado mucho. A medida que nos alejamos de la pradera hay menos osados, pero tenemos que buscar un lugar seguro. Finalmente llegamos a una casa. Mi antigua casa. Sigue igual como la dejamos. Veo el jardín con sus flores, aunque ahora están marchitas. Mi madre siempre cuidaba de ellas y conseguía que el jardín quedara lleno de ellas, lleno de color. Me acuerdo cuando una vez Teresa y yo empezamos a coger flores. Después les quitábamos los pétalos y los guardábamos en una bolsa. Yo subía a mi cuarto mientras Teresa aguardaba en el jardín. Me asomaba a la ventana y le empezaba a tirar los pétalos. Ella reía sin parar mientras caían hacia ella y se posaban en su pelo, en su nariz... Parecía una princesa... Miro a los escalones del porche y me acuerdo la de veces que me he caído en ellos, los juegos que he jugado... Finalmente me fijo en nuestro árbol. Es tan alto como la casa. Yo enseñe a Teresa a subirnos a él. Nos gustaba subir al atardecer y contemplar el cielo...

Nos acercamos a la puerta mientras siguen creciendo mis recuerdos.  Busco en mis bolsillos deseando que haya metido la llave pero no encuentro nada. Empujo la puerta pero no cede. Me pongo a buscar una manera de entrar. Piensa, Tomas, has vivido ahí dieciséis años, tiene que haber algo.

-¿No me digas que no te has escabullido nunca a escondidas? - me pregunta Alex al ver que no se me ocurre nada.

-Nunca me he escapado... Siempre me tenia que quedar cubriendo a Teresa...

¡Bingo! Teresa siempre escapaba por el mismo sitio.

-¿Que tal se te da escalar? - le pregunto.

Alex me mira raro pero después voy hacia el árbol y empiezo a trepar por el. Consigo llegar a la cima en unos segundos y me giro hacia la ventana que hay al lado. Empiezo a abrirla y cede. Llamo a Alex para que empiece a trepar y yo voy entrando. Entro al cuarto de Teresa.

Me quedo mirando las fotos que tiene al lado de su cama. Pero una me llama especialmente la atención. En ella aparecemos mis madres Teresa y yo. Me acuerdo de ese día... Daría cualquier cosa para que todo vuelva a ser como antes.

Me giro y me encuentro con Alex observando la habitación al igual que yo.

-¿Es la de...? - no termina la frase.

-Si.

Nos quedamos un rato mas observando el cuarto después me dirijo hacia la puerta. Bajo las escaleras y voy hacia el salón. Alex me sigue.

-Bueno, cuéntamelo ya. - le digo ofreciéndole un trozo de papel y un bolígrafo.

-De acuerdo. - coge el papel y el bolí y empieza a dibujar. - uno de nosotros tendrá que distraer y enfrentarse a los guardias. El otro irá donde Jake, le matará, y liberará a Teresa.

-Aja - asiento.

-Lo malo es que, enfrentándonos los dos a los guardias es una locura... que se enfrente a ellos unos solo es un suicidio.

-¿Que tienes pensado hacer?

-No lo se - guarda silencio mientras se lleva las manos a la frente y cierra los ojos. - No podemos ir a pedir ayuda, gastaríamos demasiado tiempo. Vete a saber lo que le podría hacer ese canalla a Teresa...

-Yo me enfrentare a los guardias.

Digo seriamente. Alex abre a todo correr los ojos y me mira con sorpresa.

-¿Que? - logra decir.

-Yo me encargo de los guardias mientras tu te encargas de Jake.

-¡¿Estas loco?! ¡¿Quieres morir ahí afuera?!

-Confía en mi Alex. - cruzamos la mirada - confía en mi.

Lentamente asiente y guardamos silencio.

Tras una hora estamos saliendo por la puerta y nos dirigimos hacia la pradera. Cuando llegamos observamos bien a los guardias y a Jake tras unos arboles. Luego repetimos el plan.

-Llego la ahora. - dice Alex. - Suerte Tomas.

Yo asiento y me levanto para irme a mi posición. Antes de marchar me acerco a Alex. Le tengo cara a cara mirándome a los ojos.

-Prométeme que salvaras a mi hermana. Prométeme que siempre la protegerás. Que siempre la querrás. Prométemelo.

-Te lo prometo.

Asiento una ultima vez y me marcho a mi posición sin mirar atrás. Respiro hondo y salgo de las sombras de los arboles. Empieza el juego.

Apunto a un guardia y al igual que me ha enseñado mi padre disparó. El guardia cae. Esa es nuestra señal. Alex va hacia Jake y todos los guardias hacia mi. Sigo disparando sin perder la esperanza. Una bala me pasa muy cerca de la pierna. Si me quedo ahí no durare mucho mas, pero debo alejar a los guardias de Teresa.

Me acerco a las arboles en busca de refugio y desde mi escondite sigo disparando. Recargo mi arma y disparo. Pronto me quedare sin munición y solo tendré un par de cuchillos y dagas para defenderme.

Los guardias van cayendo y mis balas disminuyendo. Calculo que podre aguantar unos minutos mas. Oigo una rama crujir detrás de mi. Me giro instintivamente y hay un soldado apuntándome. Yo hago lo mismo y nos quedamos un rato mirándonos esperando a que alguno de el primer paso. Oigo las pisadas que significan que los demás se están acercando. Me queda poco tiempo. Sin pensármelo jalo el gatillo...

Pero no sale nada. La recamara esta vacía. Mi rival sonríe victorioso mientras yo estudio mis posibilidades. No me da tiempo a sacar una daga y lanzarla sin que antes él me disparase. El guardia carga el arma maliciosamente y acomoda sus dedos en el gatillo.

¿Es este el final? ¿Así voy a acabar?

Me olvido del guardia y empiezo a recordar mi vida y a las personas que quiero.

Me imagino a Sofi... Espero que me perdone algún día. Solo desearía acariciarla una vez mas, ver su cabello, besarla una ultima vez... Solo una ultima vez.

A mis padres... Me hubiera gustado pasar mas rato con ellos, reinos juntos, enfadarnos... Ver la sonrisa de mi madre... Y los ojos de mi padre...

Y a Teresa... Solo deseo una cosa para ella. Que sea feliz. Que tenga una vida llena de amor... Espero que Alex la salve y la haga feliz. Mi pequeña princesita.

Miro al cielo y mis palabras salen en susurros.

-Jamás romperé mi promesa hermanita. Siempre te cuidare y sobre todo siempre te querré. No la romperé...

Se que de algún modo me esta escuchando. Respiro, inspiro y pronuncio una ultima palabra:

-... Jamás.



El camino hacia la valentía (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora