Capitulo 13.

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TERESA

¡NO! ¡NO! ¡NO PUEDE SER! ¡OTRA VEZ NO!

Segun entro a casa, veo una fiesta. No la fiesta que queria, si no una fiesta osada, como siempre. Entro mas a casa y veo a mis padres, Tomas, Christina, Evelynn, mi tio Caleb y a otros amigos y amigas. Me giro y veo a Sofia, ella me dedica una sonrisa forzada y me da la mano, como para decirme se fuerte y aguante. Pero no puedo. Niego con la cabeza y me dirijo hacia la puerta, antes de salir puedo oir a Sofia llamarme, pero la ignoro y me voy corriendo lejos de mi casa.

Noto que los ojos me lloran y quiero gritar, no puedo creer lo que me han hecho. ¡Chistina les aviso! ¡No la hicieron caso! A veces creo que no soy osada como todos creen.

Ya casi es de noche, esta atardeciendo, asi que voy a ir donde siempre consigo sonreir. Me dirijo hacia una pradera que hay a unas cuantas manzanas de mi casa. Cuando llego me siento en el cesped y me tumbo hacia arriba para ver como anochece y contemplar las estrellas. Estoy rodeada de flores que poco a poco se estan cerrando, tambien oigo algun otro pajaro cantando, veo el estanque que hay mas abajo y tambien veo la puesta de sol. Este lugar es genial, lo descubrimos mi padre y yo cuando era pequeña, desde entonces cada vez que necesito estar sola contemplando el cielo, vengo aqui. Pensar en mi padre me hace llorar mas, no puedo creerlo, ¿que me esta pasando? ¿antes era asi? No lo se...

Estoy muy tranquila hasta que noto que me cae agua. Me giro y veo el aspersor encendido. Me levanto a todo correr, aun que ya estoy mojada, y es aspersor se apaga. Luego veo a un chico acercandose, Es un chico de unos 16 años como yo, un poco mas alto, con pelo moreno peinado hacia arriba y tiene unos ojos muy oscuros que parecen como carbon.

-Esto, yo, lo siento, pensaba que no habia nadie. - me dice.

-Tranquilo, no me ha venido nada mal la ducha - le digo sonriendo.

-Si, ya estaba pensando yo si había mofetas en esta pradera.

-¿Perdona? - digo sorprendida

-Me llamo Alex. - dice riendo

-Teresa - el me dedica una sonrisa y se sienta en el cesped, despues me hace gestos para que me siente a su lado y asi lo hago.

-¿Que haces tu aqui sola? - me dice.

-Oh nada, solo me han echado del bosque en el que vivía con las demás mofetas porque olía demasiado- digo sarcástica.

-Con razón.

-¿Eres muy motivador sabes?

-Me lo suelen decir. - vuelve a sonreír con su sonrisa perfecta. - volveré a preguntarlo. ¿Qué hace aquí sola una princesa?

-Vas mejorando. - digo riendo

-Aprendo rápido.

 -Yo... - empiezo a contestarle a la pregunta - un problema... Nada importante - le digo intentando sonreir.

-Creo - se para y se me queda mirando. Veo esos ojos marrones que parecen negros y se que le conozco de algo - yo creo que es algo mas, entiendo que no me lo quieras decir.

-Bueno... Si que es algo mas, solo que no lo suelo contar.

-Lo entiendo - aparta la mirada y la dirije hacia el cielo y yo hago lo mismo - sabes, a veces las personas cometen errores uno tras otro, pero no dejan de quererte - dice aun mirando al cielo yo le miro.

-¿Como sabes que no te dejan de querer? ¿Y si les decepcionas? ¿Y si cometes los mismo errores una y otra vez, no van a dejar de quererte? - le digo y se me escapa unas lagrimas, Alex me mira y pone su mano en mi mejilla, despues con el pulgar me quita las lagrimas.

-Simplemente, lo se - me dice y sonrie un poco, en ese momento le reconozco.

-Tu eres... ¿Alex Redo? - el se lo piensa un poco y asiente. Michel Redo es el mejor edurito despues de la muerte de Jeanne. Él hace cosas buenas y ayuda a que tengamos mas medicinas, tecnologia... Tambien tiene un hijo, Alex Redo.

-A veces pienso que no pertenezco a Erudicion, prefiero ser mas yo. Todos esperan que sea como mi padre pero, prefiero otras cosas - mira hacia el cielo.

-Te entiendo - me mira con cara rara - a mi me pasa lo mismo, con mis padres. Creen que debo de ser osada y, a veces, no lo quiero ser, a veces no quiero ser valiente, a veces quiero ser amable, otras inteligente, sincero, altruista... Al parecer les cuesta entenderlo, sobre todo a Cuatro.

-¿Me estas diciendo que eres la hija de Tris y Cuatro? - me dice y asiento aun que no muy feliz, el se da cuenta y me agarra la mano, me quedo mirando esos ojos negros - supongo que sentimos lo mismo.

Yo asiento y poco a poco me voy acurrucando en su hombro, el pasa su brazo por detras mio, nos quedamos contemplando el cielo y poco a poco me voy alvidando de todo. Lo unico que siento es una especie de mariposeo en mi estomago, algo que nunca habia sentido. Alex me hace alguien nueva, con el me puedo ser yo misma.

El camino hacia la valentía (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora