Cap 3

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Después de sentarse en su mesa, fingió concentrarse en el menú mientras seguía observando con el rabillo del ojo a su atractivo conquistador y a la rubia alta que estaba de pie al lado de su mesa. Vio que intercambiaban algunas palabras y luego esta se marchaba. Parecía ofendida, pero no creía que él lo hubiera notado. Seguía mirándola a ella, que seguía mirando el menú. Intentó descifrar los nombres de los platos y recordó, horrorizada, que seguía llevando sólo una lentilla. Rezó para que el apuesto desconocido volviera su atención a otro lado y ella tuviera tiempo de quitársela. ¿Qué pensaría aquel apuesto aventurero de una mujer que tenía un ojo azul y otro marrón? Intentó levantar la carta para taparse la cara, pero él se inclinaba ya hacia ella.

—Debería probar el callaloo. Está hecho con pescados de la zona. Es muy sabroso —dijo.

La joven mantuvo la mirada baja y sonrió con lo que estaba segura que había sido una sonrisa estúpida.

—Gracias por la sugerencia —murmuró, nerviosa.

Cuando llegó la camarera un momento después, pidió el callaloo. Normalmente, no era tan decidida cuando se trataba de probar comida desconocida, pero pensó que tal vez a él le agradara. Y sentía unos enormes deseos de agradarle.

Debió haber logrado su objetivo porque un instante después, él la invitó a reunirse con él en su mesa.

—Como parece que los dos estamos solos...

¡Así que él también estaba solo en aquel paraíso tropical!

Al pensar en el dilema sobre sus ojos, vaciló un momento. Pero se dijo que empezaba a anochecer y que podía mantener la mirada baja. Tal vez él no se daría cuenta de que tenía un ojo de cada color. De todas formas, se arriesgaría a que lo descubriera. No pensaba rechazar a ese hombre por nada del mundo.

Su mente empezó a correr muy deprisa. Se imaginó andando de la mano con él, besándose, haciendo el amor. Allí estaba ella, pensando en aquello y todavía no se había sentado a su mesa. La verdad era que, hasta aquel momento, la vida de Dakota se había centrado en su carrera y los pensamientos sobre el sexo no le habían ocupado mucho tiempo. No salía con hombres a menudo. Trabajaba para una de esas estrictas compañías que prohibían mezclar los negocios con el placer. No es que hubiera mucha necesidad de hacerlo. Los hombres de su trabajo no eran de los que podían satisfacer sus fantasías románticas.

Dejó la carta y se reunió con el atractivo joven de cabello cobrizo  en la mesa de él.

—Jamie Dornan —dijo él.

Notó con alivio que no le tendía la mano. Ella tenía las palmas sudorosas.

—Dakota Johnson.

—¿La gente te llama Daki?

Se echó a reír. Ni siquiera su familia la llamaba Daki.

—No —dijo—. Pero no me importa que me llames asi.

Jamie se rió. Su risa era increíblemente sexy.

Dakota intentó mantener la vista baja, pero no lo consiguió por completo. Para alivio suyo, él no dijo ni una palabra sobre sus extraños ojos. De hecho, estuvo bastante callado durante la cena. Le gustó que no le hiciera preguntas. No tenía muchas ganas de hablar de su vida. Decidió que, si le preguntaba algo sobre ello, se mostraría evasiva. Tal vez así la encontrara encantadoramente misteriosa, una mujer con un pasado secreto. Ella tampoco hizo ninguna pregunta personal. En parte, porque así lo desanimaba a él a hacerlo, y en parte, porque tal vez no quisiera saber demasiado. Quizá fuera un mujeriego, un villano o un infiel con mujer y cinco hijos en casa.

Siguieron en silencio hasta que la camarera le retiró el plato.

—Me ha gustado el callaloo —dijo.

No fue sincera. No es que fuera incomible, pero tampoco era algo que estuviera dispuesta a volver a pedir si podía evitarlo.

—Creo que mañana probaré el conch —añadió.

La verdad era que no tenía ni idea de lo que podía ser el conch, pero suponía que un hombre que comía callaloo probablemente también comería conch y esperaba que él quisiera compartir aquella experiencia con ella.

—A mí también me gustaría probarlo. ¿Y si lo probáramos juntos?

—Estupendo —dijo ella.

Entonces sintió la necesidad de salir de allí antes de tener tiempo de estropearlo todo. Rechazó la oferta de un ponche de ron y murmuró que se sentía mareada y cansada. Lo cual era cierto. Quedaron para la noche siguiente y luego Dakota se disculpó y volvió a su habitación.

Lo primero que hizo al entrar, fue dirigirse hacia el baño y quitarse la lentilla marrón. Durante el resto de sus vacaciones el mundo sería algo que pasara a segundo plano, pero, de todas formas, se sentía ya tan chiflada por su misterioso conquistador que el mundo allá fuera no seria nada, porque él estaría en la cima, no sabia como pero ya se había apoderado de su atención.   Allí, en ese hotel, tendría que olvidarse del montón de libros que había llevado con ella. Jamie Dornan prometía ser mucho más interesante.

A la mañana siguiente, desayunó un café con wafles en la terraza de su habitación, se puso el atractivo biquini negro que había comprado especialmente para el viaje y bajó a la playa del hotel.

Claro que, lo que de verdad deseaba no era tomar un baño sino encontrarse con Jamie en la playa. Si fuera mas atrevida, ella misma lo hubiera buscado, pero seria algo muy desesperado de su parte, así que lo descarto.  La idea de esperar hasta la hora de cenar parecía una tortura, no verlo , la ponía algo impaciente, ¿acaso era algo normal?, si apenas lo había conocido.

Y de pronto lo encontró en la playa en medio de un mar de cuerpos bronceados. Sin duda, su radar interno funcionaba mejor que sus ojos, aunque él estaba de espaldas, la corriente que corría por su cuerpo, le delataban, si, era si conquistador.

Estaba apoyado contra la barra de uno de los quioscos, a unos seis metros de donde se hallaba ella sentada sobre su toalla de playa. Lo miró fijamente.

El radar interno de él debió ponerse también en marcha, porque un momento después volvió la cabeza y la miró directamente a los ojos color azul. Bueno, talvez dos ojos marrones hubieran sido más interesantes, pero, a juzgar por los mensajes telepáticos que enviaba él en su dirección, la joven no creyó que el color de sus ojos fuera a interponerse en el camino del verdadero amor.


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GRACIAS A TODAS LAS NENA POR SUS VOTOS Y BUENOS DESEOS Y HERMOSOS COMENTARIOS :)

LAS QUIERO, besos.

LOCAMENTE CASADOS (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora